Tobías
No se a donde va Tris. Y no quise preguntarle a donde iba, quiero que se sienta comoda, que tenga confianza en mi y que tenga su propio espacio. Salgo de la casa y voy directo al tren.
Llego a Osadía. Esta mas remodelado. Pero también parece aterrador, peligroso. Esta mejor aquí, aunque prefiero allá.
Voy al punto de reunión y veo a Zeke.
—¡Zeke! —lo llamo y él voltea a verme.
—¡Cuatro! ¿Estas listo?
—Si, que esto ya se acabe. No quiero pasar tiempo aquí.
—¿Porque? —me pregunta.
—Tengo que salir. Aparte no quiero que me vean que lo hago excelente y digan que me quede.
—¡Huy! ¿Excelente?:—rie—, buen, hay que admitirlo,esque es cierto. Bueno, lo eres. Eres la leyenda osada.
Nos reímos. Llega Shaunna con los iniciados. Son 10; la mitad de chicas y la mitad de chicos. Hay 5 veraces 2 eruditos, 2 cordiales y.. ¿Una abnegada? Pensé que no había de abnegación aquí.
—Ya es tarde compañera —dice Zeke tratando de sonar serio, que hace que me ria—, ¿porque se han tardado los iniciados?
—Temo que se han tardado en cambiarse.
—¿Enserio?—pregunta hipocritamente y le da una vista a loa iniciados—. Sabesa, algo que tendrán que aprender en Osadía, es ser valientes, y esto es una estupidez.
Una veraz habla:
—¡Si!, pero cambiarse junto hombres en un mismo lugar, es una falta de respeto, ¡Es muy incomodo!
Tenia que hablar una vocaz.
Shaunna se ríe.
—No me interesa. Si tengo que hacer pruebas para que se quiten la ropa mientras hay más hombres y para que pierdas la timidez, lo haré. Y creeme, yo cumplo mi palabra.
—¡¿Pero...
—Basta, también hay reglas, y la primera es que mantengas tu boca cerrada, sino, me hubiera unido a tu antigua facción para estar aguantandolos.—hable.
La veraz pone sus ojos en blanco y luego empiezo a hablar.
—En su entrenamiento tendrán que trabajar separados de los nacidos en Osadía. Pero en la clasificación se combinarán.
Zeke hace todo el discurso de las posiciones en las que puedes ser al terminar la iniciación.
—Bueno, creo que lo primero es presentarnos.
—Ella es Shaunna, yo soy Zeke y el es..
Lo interrumpo
—Cuatro.
Veo que hay murmuros, y se que se preguntan por mi nombre pero nadie habla, eso es raro.
—Si, como el número. —les aviso hablando por todas sus a dudas, no valla a ser que uno de ellos me pregunte.
—Siganme —dice Zeke.
Vamos hacia la sala de entrenamientos. Todos se ponen en circulo fuera de la arena y yo subo a ella.
—Les hare una representación de una pelea, recuerden los pasos, los movimientos, ya que después de esto alguno de ustedes peleará.
Empiezo con la muestra, hago los movimientos con los brazos, marcando bien mis pasos, pies y brazos, dos veces para que los memoricen. Cuidando mis posturas y el tipo de fuerza.
Al terminar Zeke manda a todos al comedor. Tengo hambre, y no puedo ir con Tris a comer, hací que me siento en una mesa sola.
Alado de mi llega dos eruditos, un veraz, una veraz y la abnegada.
Me acuerdo que algo parecido fue asi con Tris. Ellos empiezan a platicar y se ríen. Yo no les hago caso. Al terminar de comer me paro y voy hacia la salida, pero oigo pisadas detrás de mi, es la abnegada.