Novio Falso | Jeon Jungkook [...

Lurini02 द्वारा

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Shin MiSuk necesitaba a un novio falso y encontró al candidato perfecto. Jeon JungKook estaba centrado en una... अधिक

✷ SINOPSIS ✷
✷ PRÓLOGO ✷
✷ Capítulo 1 ✷
BARBIE
CONVERSACIONES
KIM TAEHYUNG
ACERCAMIENTOS...
ENCUENTRO COMPROMETEDOR
LA AMISTAD
LA FAMILIA Y... [1]
... Y ACUERDOS [2]
ACLARACIONES
VISITA
BIBLIOTECA
CENA
VIAJE
CERCANÍA PELIGROSA
COMPARTIENDO
ALGO
HUMO [1]
JEON JUNGKOOK [2]
ANSIAS [1]
NOSOTROS [2]
HOSPITAL
NOVIO FALSO
A SOLAS
PIJAMADA
CONOCERTE
ENCONTRARTE
JUNTOS
CULPABLE
SINCERIDAD
LÍNEAS BLANQUECINAS
ENFRENTAMIENTO
FINAL DEL CUENTO
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS

LA VERDAD

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Lurini02 द्वारा

[Treinta y uno]

Oh... Mi mente corre con los recuerdos...

—¿Por qué tu madre no está cuando decido venir? Son las siete de la noche —murmuré extrañada mientras enredaba mis piernas desnudas sobre las suyas y deslicé mi dedo índice en movimientos circulares en su pecho.

—Es fin de semana, pero me avisó que lo pasaría afuera. Debe encargarse de unos casos que la están atormentando. —Repasó rosando con las yemas de sus dedos, la longitud de mi brazo y hombro. Erizando por completo mi piel y una corriente eléctrica recorriendo mi espina dorsal.

Elevé mi cuerpo y apoyé las palmas completamente en su pecho, ambos nos miramos y noté el brillo característico en sus ojos, además de sus labios significativamente hinchados, húmedos y rosados. Como también la tenue rosadez en sus pómulos por el esfuerzo. Alcé la mano con cuidado para que viera lo que quería hacer y peiné su cabello desordenado hecho por mí. —Me quiero presentar correctamente. En serio, ya hice bajo su techo un acto sin hablar adecuadamente con ella, quiero hacerle saber que soy tu novia.

Él sonríe, convirtiendo sus ojos en medialuna y se muerde el labio inferior. Me percaté que su vista no estaba en mi rostro y cuando bajé la cabeza, vi mis pechos completamente a las vistas. De inmediato me presioné hacia abajo contra su pecho para no tentarlo otra vez.

Jungkook se rió por mi acción y se alzó levemente para besarme en un rápido toque. —Lo que pasó hoy fue inevitable y completamente natural. —Deslizó su mano por mi cabello. —Pero no te preocupes cariño, si quieres, podemos fijar una fecha para que podamos comer juntos lo más pronto posible. 

Abulté los labios y asentí porque me parecía buena la idea. —Pregúntale a tu madre que día le vendrá genial.

Jungkook asintió y me abrazó arrimándome más a él. Su mano se metió bajo la sábana y comenzó a pasar con suavidad y lentitud por debajo de mis pechos, delineando la curvatura de los senos y deslizándolo por el costado de mi cuerpo hasta llegar a mi cadera. Inhalé con profundidad para no sentirme tan afectada y tentada por su recorrido caliente en mi cuerpo. —Estará contenta, porque aunque no dijeras nada, ella pediría un día para hablar contigo. Además, es bueno que no esté hoy, de otra forma, lo que pasó no hubiera sucedido —susurró con voz seductora y ronca sobre mi oído, rozando cada vez más sus labios en mi lóbulo.

Me mordí el labio inferior e ignoré sobremanera el pinchazo de deseo que navegó por mi estómago hasta mi centro. —Sabes que tarde o temprano sucedería, pero hubiera preferido que pasara después de verla. —Bajé un poco la cabeza y deposité un pequeño beso en su barbilla. —Cuidado con esas manos tigre, tengo un control con los anticonceptivos, pero no queremos arriesgarnos porque alguien por ahí no tiene condón en casa.

Jungkook suspiró y separó la mano hasta pasarlo detrás mí y apoyarlo en el colchón. —Nunca tuve la necesidad de tener un condón en casa porque no tenía con quién usarlos. Ahora parece que debo abastecerme.

—Pues mira, a mi me obligaron en este año a que estuviera con los anticonceptivos… —Ceñí la cejas al pensar en algo. —Quizás deba cambiar el método por un dispositivo DIU —murmuré esto último en gesto pensativo.

Jungkook alzó las cejas y silbó de manera larga. Ganándose un manotazo de mi parte en su pecho. Lo cual provocó que ambos rieramos. Nos miramos otra vez en silencio y sentí su pecho subir y bajar con profundidad. —Creo que será mejor salir de la cama antes de que quiera ir por una segunda ronda. 

Me alejé de su cuerpo cuando hizo el amago de levantarse. Agarré las sábanas para cubrirme mientras Jungkook no hacía esfuerzo alguno de tapar su desnudez. Y aunque ya había visto anteriormente, no evitó que mis mejillas se encendieran y mordiera el labio inferior al ver su caminar relajado y su trasero a la vista.

—Necesito limpiarme primero... —murmuré levemente avergonzada y despegué mis pupilas de su retaguardia para concentrarme en su nuca tapada por su cabello suelto, por si en algún momento giraba la cabeza.

Cuando llegó al armario, deslizó la puerta. Tanteó entre la ropa perfectamente ordenada en cada hueco. Ladeó la cabeza en mi dirección con una media sonrisa y mirada pícara. Se veía irresistible con el rostro medio oculto por la ondulación de sus mechones. —Bien podríamos darnos un baño juntos, pero sería demasiado por hoy. Yo me iré a dar un baño en otro lado, te espero en la habitación que te mostré. —Por fin ocultó su desnudez con una toalla y vi en su mano unas ropas. Me guiñó el ojo antes de desaparecer por la puerta.

Toqué mi mejilla sintiéndola caliente. Dejé caer la cabeza en la almohada por un momento. Inhalé profundamente para tranquilizar mi alborotado corazón. Un corazón que no había parado de acelerarse en la última hora.

Me aparté de la almohada antes de que pudiera tener imágenes subidas de tono y me levanté de la cama, dejando atrás la sábana.

Caminé con pisadas suaves hasta colocarme frente al espejo. Y no pude evitar curvar mi boca en un círculo al ver la apariencia que reflejaba el espejo.

Mi cabello que normalmente permanecía liso y con cada hebra perfectamente peinada, estaba desordenado con las hebras de punta. Tenía una mirada brillosa que resplandecía y no parecía ser opacado con nada. Los pómulos tintados de rosado y los labios visiblemente hinchados. Los toqué al rememorar la razón del porqué estuvieran así. Provocando que la rosadez se intensificara.

Continué con el recorrido y me topé con otra evidencia de la noche. En diferentes puntos del cuello y clavícula se esparcían puntos rosados, unos más intensos que otros. Bajé la cabeza y oculté mi boca al ver mis senos.

«Por supuesto que tendría más chupones allí. Sí estuvo jugueteando con ellos por un largo rato con su boca».

Suspiré y atrapé levemente el labio inferior con mis dientes cuando observé a las rosadas areolas y los pezones mostrarse en punta por recordar nuevamente lo que había pasado. Era mejor que me metiera en ese momento a la ducha antes de que pudiera excitarme por el mero pensamiento.

Para cuando salí completamente limpia. Opté por colocarme encima una camiseta holgada de Jungkook y solo una pieza de la ropa interior que encontré tirada al lado de la cama. Ordené la ropa tanto de él como la mía que había caído en diferentes partes de la habitación, y las puse en la esquina de la cama.

Satisfecha con eso, me dirigí a la habitación que me había dicho Kook; su despacho. Ya estaba media abierta, así que cuando terminé de empujarla, lo vi de perfil, observando unos papeles con la mirada concentrada, con los mechones húmedos cayendo suavemente por el frente y el pecho desnudo. Tenía puesto un pantalón gris de algodón rústico. 

Recorrí su cuerpo como un mapa, subiendo de a poco, empezando gracias a su pantalón por el músculo recto abdominal, —mejor conocido como la uve— que se entreveía y seguido de eso, su abdomen marcado con músculos proporcionados en cada parte de su piel, continuando con la línea divisora de sus pectorales tonificados.

Cerré detrás de mí y al percibir el ruido, él se giró en mi dirección, dedicándome una sonrisa totalmente amorosa que solo hizo que lo copiara.

—Creo que podría acostumbrarme a tenerte con solo una de mis camisetas. —Me dedicó una intensa mirada evaluativa sobre mis piernas desnudas, que provocó el cosquilleo en diferentes puntos de mi cuerpo, a la vez que se mordió el labio inferior después de decir su comentario coqueto.

Golpeé juguetonamente su brazo, pero sin poder evitar que mi sonrisa se ampliara. —Ay, por favor Kook. ¿Desde cuándo te has vuelto desvergonzado? 

Me atrapó entre sus brazos y deslizó sus manos con lentitud hasta apoyarse en la zona baja de mi espalda, peligrosamente cerca de mis glúteos y manteniendo todavía una sonrisa seductora. —Desde que estoy contigo —sentenció y presionó sus labios sobre mi mejilla en un efímero y tierno beso.

Mis manos picaban por recorrer cada parte de su piel que ese día por fin conocí, sin embargo, ya nos habíamos distraído de la razón por la que verdaderamente estaba allí.

—Creo que también me he vuelto desvergonzada por culpa tuya, pero qué podemos hacer, ¿verdad? —Arqueé una ceja y lo miré de forma sugerente.

Parecía ser que ambos no podíamos dejar de sonreír ni apartar las manos del otro, se había vuelto inevitable no hacerlo desde hace unos días, quizás desde que ambos nos confesamos. Jungkook elevó la mano y pellizcó con suavidad la punta de mi nariz.

—Cada día te quiero más, no sé como lo haces —confesó en un suave suspiro y rápidamente depositó un beso en mi frente—. Veamos, viniste con la intención de que sepas lo que está pasando y lejos estamos de eso. Así que vamos a concentrarnos. —Se volvió a girar de frente para observar la mesa. Haciendo que yo también imitara su acción. Todavía sintiendo el latir frenético y la gran emoción de haber escuchado otra vez su pequeña confesión.

Observé con atención la mesa donde ya tenía dispersado varios papeles como la primera vez que entré allí. Sólo que su forma de dispersión era ordenada para ser mostrada.

—Sigo sin creerme que ese hombre... Jo Kabsoo sea el verdadero culpable. —Me estremecí imperceptiblemente al evocar su figura en mi mente. —Lo tuve tan cerca. —Fruncí el ceño, pero los dedos de Jungkook tocaron en el centro para darme el masaje que solía hacer en esa zona.

—La primera vez que oí de mi papá sobre él, tampoco lo pude creer. Fue su compañero y a veces coincidíamos. En su momento no me pareció mal tipo, pero sabía actuar muy bien... —Comenzó a contar con cierta amargura en su voz, una vez que sus dedos se alejaron de mi frente y deslizó su brazo por mi espalda hasta engancharse en mi cintura. Vi que agarró una carpeta que estaba más cerca de su posición y la colocó frente a mi para luego abrirla. —Esto es una copia del informe que Kabsoo hizo y entregó en su momento. —Presionó con su dedo índice en el centro de esta sin señalar nada en específico. La primera hoja que mostró la carpeta era la misma que me enseñó la primera vez allí. Reparé en el único nombre femenino. Lee Jiwon. —Como ya leíste, Kabsoo estaba a cargo sobre el caso de la joven universitaria que fue brutalmente violada y luego asesinada. —Levanté la vista de las hojas que él pasaba cuando percibí el tono apretado al soltar las palabras. Y vi su mandíbula endurecida y el rostro impasible, sin emoción. Excepto por sus ojos, que brillaban con sed de justicia.

»—Ya te estarás imaginando con qué propósito quiso hacerse cargo, ¿no? Una fachada para poder manipular con facilidad las pruebas e interceptar cualquier indicio de sospecha en su contra. —Se detuvo en una hoja en específica y señaló con su dedo índice una frase que estaba resaltada.

«No hay indicios del culpable, caso en proceso de finalización».

Alcé las cejas por el asombro. Pero no hablé porque Jungkook continuó el hilo de la conversación. —El caso iba a cerrarse después de un mes de investigación, sin hallar nunca el culpable, lo iban a dejar al aire como un desafortunado encuentro que tuvo la chica y donde el culpable queda fuera de su jurisdicción para poder encontrarlo.

Una acidez cubrió mi garganta al pensar que si el señor Jeon no hubiera intervenido, jamás se habría revelado la verdad ni sé le impartiría justicia a Jo Kabsoo como el único culpable de atroz crímen. Queriendo salir invicto e ileso de su cruel hazaña.

»—Pero el detective Jeon no quiso dar su brazo a torcer y continuó investigando por su cuenta a escondidas como el buen testarudo que era. Habían cosas que no le cuadraban y resultó tener buena intuición.

Alejó la carpeta y agarró la laptop que estaba un poco más arriba para ponerla frente a nosotros. Estaba encendida, así que solo bastó con levantar la tapa y esperar a que terminara de encender la pantalla.

»—Papá no quería rendirse con el caso por otra razón, conocía a la víctima. Era hija de una buena amiga suya, así que quería dar todo de él antes de poder dar fin al caso. En algunos encuentros que tuvo con ella, también estuvo presente Kabsoo. —Tensé mis músculos y apreté una mano en puño porque intuí por donde iban los tiros. Ese infeliz.

Debido a que seguramente Jungkook sintió la tensión que recubrió cada parte de mi cuerpo por la cercanía, dijo lo siguiente—: Sí cariño, por esos encuentros, ese mal nacido se interesó en ella.

No me sorprendió la mala palabra en su vocabulario, pero si me resultó extraño escucharlo de su boca, porque no estaba acostumbrada a que lo hiciera. Al menos estando conmigo.

Con la iluminación de la pantalla reflejando en parte nuestros cuerpo, Kook serpenteó en carpetas hasta hallar la que buscaba. Unas pocas imágenes y un vídeo se presentaron cuando accedió a ella. Le dio clic a la primera imagen. Ante mis ojos apareció el detective Jeon, abriéndole la puerta de lo que parecía ser un restaurante a una joven de larga cabellera y tono rojizo. Pero fruncí el ceño levemente porque el foco y la intención de la imagen se prestaba para malinterpretar. 

Me atreví a colocar el dedo índice en la flecha derecha para pasar a la siguiente imagen. Lo siguiente que vi fue a el señor Jeon dejando a la misma joven en la puerta de lo que suponía era su casa. La intención también se prestó para malinterpretar, capturando la foto en el momento justo donde él le dió un beso en la sien. Las demás fotos iban más de lo mismo en diferentes situaciones, todas servían para malentender. 

—Estas imágenes fueron usadas y sacadas de contexto para apuntar a mi papá como sospechoso. Ya que era la persona más cercana en las últimas semanas que se le vio a Jiwon con vida. Claro, la persona más cercana que Kabsoo intentó mostrar. Esos encuentros eran más que todo porque ella pidió ayuda. Se sentía observada, acechada y perseguida. —Alcé la cabeza para admirar otra vez su perfil, tenía la mirada ausente al hablar. Perdido en los recuerdos, sin embargo, el brillo permanecía en sus ojos. Regresé la vista a la pantalla cuando percibí un cambio de ventana.

Jungkook había presionado sobre el único video de la carpeta. No tenía sonido, y el cuadro de la imagen en movimiento se trataba de una cámara de seguridad que capturaba justo en una calle solitaria y se veía la entrada de un edificio. No pude reconocer de qué lugar era.

En la esquina superior derecha se mostraba la fecha: dos mil dieciocho, junio siete. Seguido de la hora que marcaba las cinco con quince de la tarde en horario militar.

Aguardé unos segundos, y de pronto en cámara apareció un auto negro para estacionarse frente al edificio. Entreabrí los labios con asombro cuando hizo acto de presencia el señor Jeon al bajarse de éste. Miró a ambos lados y se dirigió a la entrada del edificio que se veía parcialmente. Después el vídeo saltó a las ocho y treinta de la noche. A los segundos empezaron a llegar una patrulla y la ambulancia. Jungkook detuvo el video en el momento exacto en que sacaban por la entrada un cuerpo inerte y totalmente cubierto de una bolsa negra. De esas a las que se le ponen a los muertos.

No dije nada, pero intuí que ese vídeo lo utilizaron como prueba en su contra. Jungkook confirmó mis sospechas al volver a hablar. —Este video está editado dos veces y fue el que se utilizó contra papá. En ese edificio se halló el cuerpo de Jiwon. El supuesto original se vio completo, donde está lo que viste al principio, mi papá apareciendo, luego el vídeo sigue corriendo hasta llegar a la hora cuando la encuentran. En teoría no hay nada de malo, pero como dije, está editado dos veces. El video largo no es el original, no sé como lo hicieron, pero lograron que en el tramo de tres horas no se mostrara nada.

—Entonces deja ver si en mi cabeza lo estoy comprendiendo —musité por primera vez desde que Jungkook comenzó a relatar los hechos. No aparté la vista de la pantalla, pero sentí su intensa mirada golpear con mi perfil, estaba mirándome—. Quieres decir que el señor Jeon se ve apareciendo en el edificio donde la encontraron, dando a entender que fue él quien la mató allí aunque no se vea señal de eso, pero eso se supone porque en el tramo que pasó, no sucedió nada relevante y luego apareció la policía y emergencias... ¿Cómo llegaron? —pregunté esto último, buscando sus ojos. Como dije, él estaba atento a mí.

—Una persona sin hogar fue a ese edificio porque es donde duerme. Salió huyendo asustado al ver el cuerpo, intentó detener a varias personas para que llamaran, pero nadie le hizo caso. Solamente una después de diez minutos.

Fruncí levemente el ceño después de escuchar eso. —¿Y como hizo Jo para poner el cuerpo allí? Si tu padre fue al principio y no halló nada, doy por hecho.

Jungkook asintió y miró al frente otra vez. —Supones bien, papá me dijo que fue una trampa, recibió por correo una dirección, adjuntado con las siglas de Lee Jiwon. Era una provocación para que él fuera y sea capturado con la cámara. Necesitaban solo eso para desglosar mejor su plan. Cuando apareció, no había nada en particular, así que se fue. No duró más que diez minutos, pero la cámara muestra que duró dos horas. 

—¿Pero a tu padre no le creyeron cuando intentó refutar? ¿Qué hay del abogado?

Jungkook mostró una sonrisa resentida que le brindó un aire oscuro y sombrío. Provocó escalofríos por mi cuerpo. No me gustó verlo de esa forma. —El abogado fue comprado. Por eso no pudo ganar ningún juicio. —Parpadeó varias veces y la sonrisa fue menguando para luego relamer sus labios. Giró la cabeza hacia mí con mucha seriedad. —Fue sentenciado a cuarenta años de prisión. Pero lo asesinaron cuando lo iban a trasladar. En su momento no pude ayudarlo con gran cosa porque, ¿que podía hacer un joven sin contactos ni nada? El día antes de irse, me confesó quién era. En la carretera lo asesinaron, y tengo la teoría de que eso pasó porque mi papá habló.

—Han pasado dos años Kook, ¿falta algo más para encerrar a ese desagradable ser? —inquirí con un nudo en la garganta.

—Lamentablemente, todo lo que tenemos son suposiciones. Sabemos quién es, pero la ley necesita pruebas justificadas, ese mundo no se mueve solo por tu corazonada.

Apreté los labios cuando una idea se me ocurrió. —Dijiste que hace poco encontraron una prueba visual y que sólo hacía falta una foto o dejarse ver... Él me quiere a mi, ¿no? Podemos hacerle caer en una tram... —Mi voz fue desvaneciéndose a medida que observaba como la expresión de Kook cambiaba a una de consternado. 

—¿Estás loca? —Frunció el ceño de manera profunda. —No voy a ponerte en peligro solo para hallar una prueba. Estoy desesperado por tener a ese hijo de mierda tras la rejas, pero no tanto para arriesgarte. —Inspiró con fuerza. Y me acunó con sus grandes manos sobre mis mejillas, ahora su mirada se había transformado en una de lamento. —Te secuestró Misuk, casi logra hacer lo mismo contigo y te habría perdido, no quiero eso y no está a discusión —sentenció a centímetros de tocar mi nariz con la suya.

Coloqué mis manos sobre las suyas. —Solo piénsalo Jungkook, si hacemos las cosas bien, podríamos atraparlo. Está encaprichado conmigo, cuando eso sucede, la persona se vuelve tonta. Se descuidó porque sigo viva.

Jungkook tornó su expresión a indignación. —¿Te estás escuchando Misuk? Yo... —Cerró sus párpados y terminó apoyando su frente sobre la mía. —Estás diciendo que por su descuido es que te tengo conmigo... No digas eso amor, nunca había pasado tanto miedo como esas terribles horas en lo que no sabía nada de ti —susurró mortificado. 

Suspiré porque comencé a sentir la retención de las lágrimas en las esquinas de los lagrimales. —Pero es la verdad Jungkook, si no fuera por... 

Mis palabras fueron cortadas por el choque de sus labios en un intento de hacerme callar, de repente la electricidad que había experimentado horas antes, me sucumbió y me hizo suspirar con deleite en su propia boca. Ladeó la cabeza hacia un lado para tener más movilidad sobre mi boca, dejó una mano sobre mi cuello y mejilla, y con la sobrante me atrajo a su cuerpo desde la cintura. Posé las palmas de mis manos en la suavidad de su pecho que lo sentía caliente.

Los movimientos eran marcados y profundos, cada separación provocaba un chasquido placentero a mi oído y cada encuentro se saboreaba el deseo de hacerme olvidar. Sentí la punta de su lengua delineando mi labio para pedir permiso cuando volvió a juntar nuestros labios. No me dejé rogar y le di paso a su lengua, que ya familiarizado con la mía, empezó a danzar con ella. Subí las manos por todo su pecho hasta dejarlas detrás de su nuca para atraerlo y pegarlo más a mí si fuera posible. 

En esa posición podía casi sincronizar sus latidos erráticos con los míos. Su mano se alejó de mi cintura y comenzó un recorrido por mi muslo, para luego elevarse en mi piel descubierta, la otra también se le unió. Entendí lo que quería hacer cuando ambas manos apretaron entre el inicio del muslo y el trasero, y sentí la pequeña elevación. Lo ayudé en un salto y enganché las piernas alrededor de su cintura sin todavía despegarnos del apasionado beso.

Pero nos separamos cuando me sentó en una esquina de la mesa. Lejos de donde estábamos parados antes. La respiración de ambos entremezclada era pesada y caliente, lamió mi labio inferior y seguido de eso lo capturó con sus dientes suavemente para tirar de el.

Abrí por fin los párpados una vez que sentí alejar su cara. Elevé la cabeza un poco hacia atrás y él ya me miraba desde allí con sus pupilas dilatadas e impregnadas de deseo. Sabía que gracias a que me sentó, el bordillo de la camiseta quedó por encima, así que era fácil deslizar las manos por debajo.

Así lo hizo. Sus dedos comenzaron a recorrer por mis caderas hasta subirlas de forma lenta por mi cintura y abdomen. 

—No podremos ir por una segunda ronda, pero se pueden hacer otras cosas que no involucren enterrarme en tu interior —susurró de forma ronca y volvió a besarme con fuerza. Donde esta vez no necesitó que pidiera permiso para introducirse en mi boca. Un gemido se perdió en su boca cuando sus manos calientes abarcaron mis senos y lo acerqué más hacía mí con mis piernas. Mis manos se engancharon en su cabello.

Los apretó y moldeó a su gusto, pellizcando entre tanto sobre los pezones erectos que ya estaban por la creciente excitación. Una humedad conocida comenzó a aumentar en mi feminidad y solo por el latente deseo de él, apreté un poco más y me moví sobre el bulto que empezaba a elevarse en su entrepierna.

Ambos jadeamos por ello y de repente soy despojada de la camiseta. Él se separó de mi boca para comenzar el recorrido por mi mentón en pequeños y suaves besitos, sin apartar las manos de mis senos que todavían marcaban un lento masaje que lograba disparar y conectar con mi centro. Ladeé el cuello para darle más acceso a mi cuello que no tardó en dejar el reguero de besos acompañados de su húmeda lengua.

Cerré los párpados para concentrarme mejor en las sensaciones que ebullian por mi cuerpo. —Kook... —suspiré—. No me hagas más marcas, durarán días para que desaparezcan.

Sentí la separación de sus labios para contestar. —Tu piel me invita a mancharla. Y me excita ver todas esas marcas en tu pulcra piel, corrompida por mí. —Su aliento chocó en la clavícula cuando murmuró. Una mano dejó de atender un seno para deslizarse a mis espaldas y empujarme más a él. Ahogué un gemido al sentirlo más duro allí. Y arqueé la espalda cuando por fin su boca llegó a su destino, aquella boca caliente que chupó en el seno solitario y su lengua se deslizó en pequeños círculos que solo me hicieron suspirar y jadear. —Me gustaría ver si te puedo hacer llegar al orgasmo de esta forma. —Sopló en la punta del seno y enrollé los dedos de los pies.

—Jungkook... —Agarré su mentón con todo el pesar del mundo para hacerlo subir y él se dejó hacer. Besé con suavidad su boca. —Sabes que después querré más de ti y prometimos no hacer más nada...

Deslizó el pulgar por mi pómulo y me dio una pequeña sonrisa. —Esa carita es de que quieres continuar. Pero está bien, lo que mi amor prefiera. Sin embargo, esa curiosidad la saciaré después. —Prometió para depositar otro beso y luego agarró la camiseta que cayó al suelo. Me vistió otra vez. Cuando llegó al final qué era encima de mis muslos que aún estaban abiertas por tenerlo sujeto cerca de mí. Presionó su pulgar en el centro, provocando que saltara por la impresión.

—¡Kook! —lo reprendí dándole un manotazo en el brazo, haciéndole reír.

—Lo siento, lo siento, quería saber si estabas húmeda. —Me dedicó una mirada divertida y brillosa en todos los sentidos, con la lengua atrapada entre sus labios.

Arqueé una ceja y me crucé de brazos. —Esa curiosidad es tonta, obvio que estoy húmeda allí. 

Con una sonrisa ladina, dejó unida sus manos en la zona baja de mi espalda. —¿También puedes sentir lo duro que estoy por ti? —susurró en mi oído.

—Claro, me lo estás restregando. —Escuché su melodiosa risa y me descrucé para abrazarlo.

Después sentí su suspiro cansado. —Te quiero Misuk. Demasiado. Así que no vuelvas a mencionar algo como aquello.

Permanecí en silencio por un momento. —Está bien, lo siento por ello.

Sentí su negación con la cabeza. —Entiendo porqué sugeriste la idea, quieres ayudar. Pero no estoy de acuerdo con esa forma, muchos riesgos pueden suceder.

Apreté los labios y pensé en Siyeon, la sobrina de Jo Kabsoo...

—Aún no me has contado como te fue con tus padres —mencionó Jungkook en un cambio de tema al ver que prolongaba el silencio.

Suspiré y me alejé un poco. Bajé la mano derecha y ambos observamos la muñeca despejada donde se podía ver con claridad varias líneas blanquecinas en ella.

—¿Qué tal si te cuento mañana? Creo que es mucha información por hoy y solo quiero distraerme.

Él asintió. —No lo he preguntado, ¿pero acaso te quedarás hoy? 

Sonreí cuando elevé la mirada hacia él. —Bueno querido, si me presenté muy tarde en tu casa un fin de semana, despaché a Ademaro, ¿qué te hace pensar eso?

—¿Qué tendremos nuestra propia pijamada? —Ladeó la cabeza.

—Solo nosotros dos —susurré agarrando sus mejillas y junté nuestras bocas para un beso suave.

—Me gusta esa idea —musitó sobre mi boca. Lo siguiente fue que me agarró y me cargó para alejarnos de la habitación.

Que haya dormido en su casa, formaba parte de lo que le iba a contar al día siguiente...

════ ∘◦❁◦∘ ════

Ahora estamos al día con mis capítulos reservados xd el 32 está en proceso así que a saber cuando lo tenga listo, espero que pronto.

En fin, de antemano les digo que la zukulencia aquí no habrá. En esta historia no. Por dos razones, soy malísima para ello, apenas estoy aprendiendo jeje y dos, porque no pega con el formato con el que estoy narrando la historia ^^ (es más, ni iba a narrar esa pequeña demostración, solo quería dejar constancia de que lo hicieron, pero bueno, quise aventurarme un poquillo xD)

Mi mantra: Perdón si hay errores, pero prometo que a la segunda revisión estará medianamente mejor.

¡Cada vez más cerca del final!

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