Novio Falso | Jeon Jungkook [...

By Lurini02

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Shin MiSuk necesitaba a un novio falso y encontró al candidato perfecto. Jeon JungKook estaba centrado en una... More

✷ SINOPSIS ✷
✷ PRÓLOGO ✷
✷ Capítulo 1 ✷
BARBIE
CONVERSACIONES
KIM TAEHYUNG
ACERCAMIENTOS...
ENCUENTRO COMPROMETEDOR
LA AMISTAD
LA FAMILIA Y... [1]
... Y ACUERDOS [2]
ACLARACIONES
VISITA
BIBLIOTECA
CENA
VIAJE
CERCANÍA PELIGROSA
COMPARTIENDO
ALGO
HUMO [1]
JEON JUNGKOOK [2]
ANSIAS [1]
NOSOTROS [2]
HOSPITAL
NOVIO FALSO
A SOLAS
PIJAMADA
ENCONTRARTE
JUNTOS
CULPABLE
SINCERIDAD
LA VERDAD
LÍNEAS BLANQUECINAS
ENFRENTAMIENTO
FINAL DEL CUENTO
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS

CONOCERTE

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By Lurini02

[Veintiséis]


Aunque no me gusta por las circunstancias, no hay otro modo para que te enteres de la historia.

Es mi turno de narrar sucesos en los que nuestra querida Misuk no puede continuar por no estar.

¿Debería empezar justo después de que Misuk fue secuestrada? ¿O retrocedo un poco más desde mi punto de vista?

Bueno... ¿La primera vez que vi a Misuk?

Sonreí con añoranza ante el recuerdo.

Es un poco vergonzoso contarlo, pero incluso desde mi último año de preparatoria, antes de que ocurriera lo que sucedió con papá, los rumores de la hija del respetado Shin Daehyun todavía se esparcían por la institución y tenía cierto interés en ella.

Era normal que eso pasara porque Misuk fue graduada también del mismo instituto que yo.

Sin embargo, nunca llegué a coincidir con ella cuando paseábamos por el mismo edificio, ni tampoco estaba interesado en conocerla aunque tuviera la espina clavada de querer hacerlo. Eso era porque mis intereses en ese momento estaban enfocados en descubrir qué camino seguir una vez me graduara.

La mayoría de las estudiantes murmuraba en los pasillos sobre la vida de Misuk, así que podía enterarme los pasos que daba ella. Como que se dio el lujo de no asistir a la universidad y que entraría al siguiente año para poder despilfarrar el dinero de sus renombrados padres. No tomaba al pie de la letra lo que decían porque sabía que tendían a exagerar los verdaderos hechos.

En fin, un día. Mi papá estaba pensativo debido a un caso que llevaba su compañero. Se sentía frustrado porque no hallaban al culpable de la muerte trágica de aquella chica que fue violada y seguido de eso, maltratada hasta la muerte.

De repente, cuando me encontraba encerrado en mi habitación, meditando lo que haría de ahora en adelante al observar la hojita que debía llenar para ingresos de universidad, un golpe mortal nos dio a la familia.

La cara de la moneda se dio vuelta y todos apuntaban a mi padre como el responsable de lo sucedido con aquella universitaria.

Fue un caos.

Mi madre y yo por supuesto no creímos lo que notificaron las noticias. No era verídico, mucho menos si mi padre nos contaba que alguien le tendió una trampa.

En ese instante pensé que todo pasaría. Que no había realmente pruebas que pudieran condenar a mi padre por algo que no había hecho, pero fui ingenuo.

Una persona corrupta de la ley podía mover hilos inimaginables para inculpar a una persona inocente.

Eso lo aprendí a medida que presenciaba cada juicio en el que mi padre fallaba.

Para entonces me determiné a ayudarlo. A querer ayudar a mi madre que estaba haciendo lo que podía para buscar evidencias que demostraran la inocencia de mi padre o, por el otro lado, inculpar al verdadero culpable.

Cuando sentenciaron a mi padre a cuarenta años de prisión, fue la última vez que lo vi antes de que se lo llevaran y seguido después, muriera.

Antes de irse, me confesó de un sospechoso. A la conclusión que llegó por cada tribunal que pasaba y mostraban las pruebas que había hecho supuestamente él.

Pero me advirtió que tuviera cuidado y que no lo enfrentara sin tener algo sólido con que acorralar. Si esa persona llegara a descubrir que continuamos acechando tras él, terminaríamos enterrados a tres metros de profundidad.

Como una advertencia después de que mi madre hablara en televisión cuando la siguieron. Vino la muerte de papá.

Pero me he desviado del tema, ¿no? La pregunta era sobre la primera vez que vi a Misuk.

Bueno, después de ello, me gradué y decidí por sugerencia de mi madre que me tomara un año para mí hasta que se calmaran las aguas. Pocos sabían que era el hijo de Jeon Dochang y si supieran, según la lógica de estas personas, debía pagar por los actos cometidos de mi padre.

En ese año decidí ser un abogado criminalístico, ser un defensor de personas como mi padre. Me hizo pensar cuántas personas realmente inocentes llegaron a ser encarceladas por actos que no cometieron. Aunque comprendía que no todos podrían ser inocentes, no permitiría ser sometido por la corrupción y sería lo más justo e imparcial posible.

Cuando fui a presentar mi examen de ingreso a la universidad, a finales de noviembre.

Fue la primera vez que la vi.

Tan radiante y de movimientos elegantes que caracterizaba a Misuk.

Estaba de pie, con un grupo de chicas que observaban a todo aquel que llegara. Yo estaba recostado en el tronco de un árbol, con las manos en los bolsillos de la chaqueta, mirándola desde lejos.

Noté que muchos la volteaban a ver, y como no verla. Si resplandecía con estar de pie allí, el sol estaba oculto esa mañana, pero no dejaba de destacar. Su cabello caía como cascada negra y ondeaba suavemente con el viento. Contrastaba con su piel blanca cremosa y se realzaba por su vestimenta oscura de invierno, lo que llamaba también la atención era la bufanda roja alrededor de su cuello. A pesar de ser noviembre, empezaba el frío invernal.

A mis ojos era la chica más bonita que había visto y me era imposible no dejar de verla, como si las demás chicas a su lado se opacaran y solo estuviera Misuk. Ni siquiera la foto que logré ver de ella, hacía justicia con su propia presencia.

¿Era obvio que quedé flechado con tan solo verla?

De repente vi que una persona capturó su atención, y como si fuera de forma inconsciente, la detuvo del brazo. Era un chico esbelto y con una vestimenta llamativa a ojos de cualquiera. Ella le habló por unos segundos y con sus manos señaló todo su cuerpo.

Pareció que las palabras de Misuk no le agradaron, porque incluso desde mi distancia, pude escuchar lo que le dijo.

—¡Eh! ¿Quién te crees que eres fresita? Para estar cuestionando mi ropa. Mejor anda a buscar a tu propio muñeco, creída.

Con eso dicho, el tipo se fue, dejando a una Misuk boqueando y parpadeando varias veces. Tardíamente hizo una reverencia como disculpa, pero él ya le había dado la espalda.

Su rostro se ensombreció de tristeza. Y noté que se llegó a morder el labio inferior. Me imaginé que seguramente sus pómulos se habían tintado del rosado de la vergüenza.

Aunque sabía que Misuk fue algo atrevida y un poco brusca a la hora de querer dar asesoramiento a las personas. La forma hosca en que respondió el tipo no era la correcta. Haciendo que pasara un mal trago y sabiendo que no lo hacía por mala intención.

Ella lo que debía hacer era... Aprender cómo acercarse a las personas para darles consejos de moda.

Pero dejando eso de lado, me pareció linda verla actuar así. Y una idea, quizás tonta. Me hizo querer venir una vez que ingresara a la universidad, con ropa mal combinada para poder atraer su atención.

Y como había dicho, de una idea tonta solo se podía esperar una cosa, fracaso. Tres meses sin éxito transcurrieron en los que a veces coincidimos, pero no lograba capturar su atención.

Lo único que logré atraer fueron las miradas de mis compañeras que no me interesaban. A quien quería que me mirara parecía ser inalcanzable.

Del mismo modo que en el instituto, los rumores no se acallaron cuando se trataba de ella u otro estudiante con familia prestigiosa. Aquí la denominaban como la Barbie de la universidad. Capaz de hacerte sentir mal por la ropa que llevabas. O ganarte una mirada de asco de su parte porque tu ropa no era de marca.

Como siempre, los rumores seguían igual de exagerados.

Mi hyung también me hablaba de ella debido a las juntas que tenían con los directores de la universidad. Pero a diferencia de los demás, él simplemente comentaba que era una chica educada y con modales impecables.

La primera vez que tuve una interacción mínima con ella desde los tres meses que ya llevaba en la universidad, fue en el bar.

Una esperanza surgió cuando creí que sería mi oportunidad de poder hablar con ella. Y los nervios me ganaron también al sostenerla por la cintura cuando estaba a punto de caer.

Nunca creí que solo su cercanía podía ponerme de ese modo. Reuní todo mi valor para preguntarle si se encontraba bien. Recibiendo por parte de ella una reverencia y un susurro casi imperceptible de afirmación.

Seguido de eso me llenó la decepción cuando ella se escabulló rápidamente con Suha sin decir más.

Al sentarme junto a Yoongi y Taehyung, me enteré que Misuk quería hablar de algo serio con este último. Eso me causó curiosidad e intriga. Y un pensamiento recurrente de que quizás a Misuk le gustara Tae me pasó por la mente.

Entonces decidí que ya no podía esperar a que ella viniera. Debía dar el primer paso.

La primera vez que estaba dispuesto a hacerlo, fue cuando presencié la escena de la cafetería. Me llenó de tristeza verla tan solitaria cuando sus supuestas amigas se fueron. Y me encaminé a hablar con ella para levantarle los ánimos, teniendo la posibilidad de que huyera al momento de que me sentara.

Sin embargo, ella de repente se levantó, sorprendiéndome en el acto. Tuve que hacer movimientos de reflejos rápidos para esquivarla y que la comida no le cayera encima.

Hizo una reverencia de disculpa y acompañado de un pequeño «lo siento» sin siquiera mirarme. Me dio tiempo de pronunciar un «descuida», antes de que se fuera sin mirar atrás. Suspiré, observando su espalda.

Otro plan fallido.

Cada intento que realicé para poder acercarme a ella falló. Hasta que un día, como si un Dios se apiadara de mí por mi esfuerzo y diera pie a que ella y yo nos conozcamos por fin. Las aguas cambiaron su curso a mi favor.

Hyung vino a mí, cuando yo estaba con una ropa que parecía payaso y me pidió el favor de que esperara a Misuk en la biblioteca porque una importante llamada le surgió.

¿Quién pensaría que el intermediario sería Taehyung?

Aunque me estaba mentalizando para cuando llegara Misuk, de que intentaría sacar plática después de que diera el mensaje de hyung. Al verla entrar en la biblioteca y buscar alrededor. Los nervios me ganaron. Ni siquiera pude levantar la vista para llamar su atención y decirle lo que tenía que decir.

En cambio, por primera vez logré mi cometido con la ropa, porque pareció que se fijó en mí por lo mismo. Preguntó si conocía a Tae y mi respuesta fue afirmativa, sólo que... Mi comportamiento fue como si realmente no me estaba muriendo en mi interior, ni saltando de alegría porque por fin tenía una conversación con ella.

Me estaba reprochando cuando de mi boca salió que debía irme.

¿Cómo que irte tonto? Si esto era lo que ansiabas. Internamente supliqué que me detuviera.

Y cuando lo hizo, aguanté la estúpida sonrisa que quería mostrar. Continué actuando como si no estuviera esperando ese momento durante meses y disfruté verla de cerca sin parecer un bicho raro cuando arreglaba mi ropa.

¿Que mi corazón iba a mil por hora por tenerla cerca? Por supuesto que sí. Era mucho más hermosa si la veías a una corta distancia. Cuando sonreía, se le formaba un hoyuelo a un lado de su mejilla y me tentaba a pincharlo con el dedo.

Y aunque al principio no tenía en mente ningún pensamiento indecente. Tener sus labios tan cerca provocaba en mi interior probarlos hasta saciarme de ellos.

Ese fue el comienzo de nuestras siguientes interacciones.

Pero escuchar esa misma tarde que Misuk y Taehyung eran pareja, removió mis esquemas. Al instante pensé que Taehyung quería jugar con ella y por eso lo enfrenté, ya que sabía que todavía no había superado a su exnovia Siyeon.

Tiempo después Taehyung me explicó que todo se trataba de un plan de Misuk en el que necesitaba un novio falso. Él era ignorante de las razones, porque lo único que le interesaba en el momento era darle celos a Siyeon.

Fue el mismo domingo cuando me explicó todo eso. Y que no podía ir al almuerzo prometido con los padres de Misuk porque había recibido un mensaje de Siyeon para verse.

Le recriminé que no podía romper un compromiso, pero ya lo había perdido cuando se trataba de aquella chica. Se las arregló para que me vistiera acorde a la ocasión.

Cuando llegué a la dirección que Tae me proporcionó. Mi plan era comunicarle a sus padres que a Taehyung se le presentó un inconveniente y que no podía venir. Pero la presión del momento, que sus padres vinieran a mi y me confundieran con hyung, terminó conmigo siendo el reemplazo de él.

Ya debían darse cuenta que mis planes nunca iban como quería.

Es entonces que comenzó la serie de sucesos que nos llevaron a Misuk y a mi a acercarnos y conocernos más. Cada momento vivido junto a ella, solo hizo que mi curiosidad de al principio evolucionara más y más.

Comencé a conocer a la verdadera Misuk y eso me agradó. Me sentí atraído con lo que conocía. Y cada vez más, me atribuía sentimientos que intentaba reprimir constantemente.

Pero cuando ya no pude más, cuando ya no pude ocultar que mis sentimientos se agrandaban con el tiempo que pasaba junto a ella. Explotaron en forma de beso.

Y allí lo supe. Con besarla supe que ella me gustaba. Que la quería. Que la quería cuidar con todo mi ser y ser un contribuyente a su felicidad.

Desde ese momento lo único que quería, era que ella me viera como un chico que valiera la pena pasar el tiempo.

Yo ya no quería ser su novio falso, quería ser el real y si fuera posible, el último.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Estaba sentado en la cama, observando como un idiota enamorado la foto que me había mandado Jiah de una Misuk durmiente.

Se veía tan adorable con una mano cerca de su cara y una expresión de absoluta paz. No era la primera vez que la veía durmiendo, pero si la primera vez que tenía una foto de ese estilo.

En vivo y en directo era mucho mejor, ya que la oportunidad que obtuve fue gracias a su madre por hacer que durmiera en una misma habitación con ella. Me dio la ocasión para poder admirarla mientras dormía acurrucada junto a mí.

Esa noche también me puse nervioso y estuve a punto de atacar sus labios tentadores. Pero logré controlarme en el último segundo.

Me levanté de la cama y guardé la foto para mostrarla en otro momento a Misuk. Sonreí al imaginarla darme la orden de que borrara la foto.

Busqué en mis contactos para llamarla porque ya extrañaba oír su voz. Y eso que no habían pasado unas horas desde que hablé con ella.

Me envió directo al buzón de voz. Fruncí el entrecejo porque ella solía cargar el teléfono encima desde que lo obtuvo de vuelta. Pero pensé que las chicas la tenían tan ocupada que no prestaba atención al móvil.

Me acerqué al escritorio, donde permanecía sobre la mesa una pequeña cajita. Era un regalo que pensaba darle a Misuk al día siguiente cuando la viera. Abrí la cajita y sonreí al ver el collar. Me pareció apropiado en cuanto lo vi y sabía que combinaría bien con ella.

Cerré la cajita en cuanto noté la pantalla de mi teléfono encenderse porque tenía una llamada entrante. Suspiré al leer de quien se trataba.

  —Jiah me está ignorando —fue lo primero que pronunció Yoongi al responder su llamada.

  —Bueno, yo también te ignoraría después de esa discusión.

  —Yo creo que arruiné las cosas. Hablé impulsivamente y ahora está molesta conmigo.

  —Bueno, después de que prácticamente la llamaras puta en su cara, yo también me molestaría. —Me senté de nuevo en la cama, apoyando la espalda en la cabecera.

Escuché su suspiro frustrado. —¡Es que escucharla decir que le gustaba otro me hizo enojar! Y no razoné lo que decía. —Podía casi imaginarlo, mordiéndose las uñas de ansiedad.

  —Bueno, eso te pasa por no tener comunicación con ella.

  —¡Ya deja tus buenos! Me ponen de los nervios —alzó la voz irritado.

  —Bue- —aclaré mi garganta—. Tú mismo sabes que esto se resolverá si tienen una plática seria. Nada de toqueteos ni ropa sacada de por medio. Hasta yo mismo me he dado cuenta que ustedes se gustan desde hace tiempo, no entiendo porqué continúan fingiendo esa relación de amigos con derechos cuando lo que quieren es algo más. ¿O es que realmente la quieres por su cuerpo?

  —¡Claro que no! Ella de verdad me gusta, es solo que... Tengo miedo.

Fruncí el entrecejo. —¿Miedo a qué? ¿Al compromiso? Sólo se están complicando la vida cuando resolverlo es muy sencillo.

  —No todo es tan sencillo como lo pintas Jeon. No todos tienen una buena comunicación con la persona que le gusta como sucede contigo y Shin.

Suspiré al escucharlo. —No, seguramente no. Cada quien sabe sus propios problemas al llevar una relación, pero al menos Misuk y yo hacemos el esfuerzo de ser sinceros con nuestros sentimientos aunque cueste.

  —Todavía no le has dicho que te gusta —acusó.

Quedé sin habla por un momento, pero me recompuse. —No lo he hecho todavía porque voy al ritmo de ella. Sin embargo, pienso hacerlo dentro de poco —murmuré, observando la cajita que reposaba en el escritorio.

  —Yo también iba al ritmo de Jiah y mira como acabé.

  —Terminaron así por culpa de ambos. Sólo espera al lunes o ven conmigo mañana a la casa de Jiah y aprovechas a hablar con ella.

Otro suspiro hastiado. —Me envías un mensaje con la hora.

  —Ves, ya estás dando el primer paso para resolver sus problemas y ya ser felices.

  —Sí sí, lo que digas. —Y cortó la llamada. Yoongi no era de esos que se despedían a no ser que fueras Jiah.

Dejé sobre mi pecho el teléfono y me quedé allí pensando de qué forma le diría lo que sentía a Misuk. Y si me aceptaría si le pidiera ser mi novia realmente.

Permanecí por largo rato hasta que la vibración de mi teléfono me sacó de mis pensamientos, creí que el remitente sería Misuk, pero esta vez se trataba de Jiah.

  —¿Que quieres Ji- —Ni siquiera me dejó terminar la pregunta.

  —Jungkook, Mi-misuk, no aparece desde hace me-media hora —pronunció con voz temblorosa.

Me levanté como un resorte al escucharla. —¿A qué te refieres exactamente? —Troté, agarrando de forma apresurada las llaves del auto.

Escuché a Jiah inhalar y continuó hablando. —Ella no ha regresado desde que fue a la tienda de conveniencia.

Cerré los ojos por un instante y lo único que pude decir fue un inaudible «Voy para allá».

Mi corazón iba latiendo desenfrenadamente al instalarse el miedo. Apretaba el volante tan fuerte e hice lo que pude para no romper ninguna ley de tránsito.

¿Por qué? ¿Por qué se la habían llevado?

Los minutos que pasaron hasta llegar a la casa de Jiah me parecieron horas.

En cuanto me estacioné frente a su casa, Jiah y Haneul esperaban nerviosas afuera.

  —¿Qué fue lo que pasó? —fue lo primero que exigí saber al plantarme frente a ella.

Pero quién respondió fue Haneul. —Estábamos jugando cuando ella se cansó y quiso comprar unas cervezas en la tienda de conveniencia.

  —¿Por qué fue sola a la tienda? —Intenté como pude no infligir en mi voz la mezcla de sensaciones que sentía en ese momento, enojo y miedo.

  —Le-le dije que esperara a Jiah, pero insistió en ir sola.

Pasé una mano por mi cabello, y la otra la apoyé en mi cintura. —¿Por qué no insististe en ir con ella? ¿Por qué dejaste que fuera sola en la noche? ¿Y tú? —Miré esta vez a Jiah, el enojo empezaba a filtrarse en mi voz. —Joder Jiah, ¿que estabas haciendo que no pudiste ir con ella?

Jiah, con la cara mortificada por lo que estaba pasando, su expresión se volvió de molestia. —Cálmate Kook. No es momento de entrar en histeria, necesitamos pensar fríamente.

Me reí de forma cínica y pasé mis manos por la cara. —¿Quieres que me calme cuando a Misuk le ha pasado algo? —Con las manos en la cintura, observé el camino por el que sabía estaba la única tienda de conveniencia cercana. —Llamar a la policía y notificar una desaparición no será posible hasta que pasen las veinticuatros horas. De todas formas hay que reportarlo para pedir que vean las grabaciones del área. ¿Ya fuiste a la tienda? —Regresé la vista a Jiah.

Ella asintió rápidamente. —Fui para confirmar si ella había pasado y el chico me dijo que sí. Compró las cervezas. Intenté engatuzarlo para ver las cámaras, pero se negó. Incluso Haneul y yo miramos alrededor, por si se encontraba en algún lado desmayada, pero nada.

Suspiré. —No podemos sin una orden. —Di unos pasos por la calle y miré en ambos fondos. No había posibilidad de que alguien viera lo sucedido. Si Misuk llegó a comprar en la tienda, quería decir que la raptaron en el tramo de regreso. Cinco minutos de ida y vuelta.

Cinco minutos le tomó al bastardo para llevársela. Porque estaba seguro que alguien se la había llevado.

Agarré mi teléfono para encender la linterna y poder confirmar lo que esperaba. A unos pasos de distancia, me agaché para mirar las pequeñas gotas de aceite que estaban en el medio de la calle.

Apoyé mi frente en el dorso de la mano al corroborar lo que me temía.

Sólo rogaba por Misuk de que estuviera bien.



════ ∘◦❁◦∘ ════

¿Qué opinan de la perspectiva de Kook? 🐱

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