Bajo las escaleras, Rosa tiene como siempre un rico desayuno, me siento
en mi enorme comedor, no sé ni porque tengo un enorme comedor si vivo solo
y soy feliz viviendo sólo, nadie te dice que hacer ni a qué horas regresar, leo
el periódico mientras Rosa me sirve un omelet en un plato blanco de
porcelana.

"Oliver Anderson, el magnate de Nueva York sigue aumentando sus ingresos al invertir en la cadena de hoteles Beltrán"

Y tienen razón, solo tomo un bocado del omelet ya que pido mi desayuno
en el restaurante frente de la empresa. Rosa me mira con su entre-ceja

fruncida, y su mirada más malévola de lo normal, algunas marcas de vejez son
visibles en su frente, sonrío, Rosa ha sido la única que ha sabido entender la
importancia de la perfección para mi, trabajó para mis padres como por 20
años, ahora trabaja para mí, incluso le compré la casa de enfrente para que
estuviera lo más temprano posible acá cuando necesito salir muy temprano. Le
tengo mucho aprecio, siempre nos cuidó a mi hermano y a mí cuando mis
padres estaban se viaje.

-Adiós Rosa... Te veo luego -digo, tomando mi maletín saliendo de la
cocina.

-Adiós niño Oliver. -dice, con una sonrisa.

Me detengo en seco y giro hacia ella, la miro fijamente; ella sabe que odio esa frase. Ella sonríe ampliamente mientras gira hacia la cocina amarrando su corto cabello en una coleta.

Me dirijo a mi auto y comienzo a conducir, los árboles ya comienzan a
florecer, tanto invierno ya me tenía deprimido. Llego a la empresa y me
encanta esa sensación de todos corriendo al verme llegar, amo dirigir una
revista tan grande como lo es la Revista Anderson, con más de

25.000 empleados, hace dos años, cuando mi padre me dejó a cargo los empleados no superaban los 10.000.

Entro a la empresa, todo en su lugar, eso es bueno, el vidrio
resplandeciente que deja ver todo al exterior, la alfombra gris nítida, los
escritorios de los empleados de vidrio y mármol resplandecen, las paredes
blancas e impecables, puedo oler extrema limpieza acá, eso me encanta.

-Buenos días señor Anderson -la recepcionista trigueña, me da una sonrisa que no contesto,

¿Porqué lo haría? No quiero que piensen que pueden ser mis amigos, o quieran seducirme... ya me ha pasado; la verdad para mí vida privada y trabajo no se mezclan, eso es algo que tengo bien claro, por eso mis conquistas son muy lejos de aquí.

Entro a mi ascensor privado, no entraría con todos los empleados al mismo tiempo por nada del mundo, aparte que me es incómodo como se me quedan viendo. Mi ascensor tiene letras brillantes que se leen "Corporativo" así que todos respetan este ascensor, no les conviene perder su trabajo por ese insignificante detalle.

Camino por el piso número 25 hasta dirigirme a mi oficina que está al
fondo, observo que mi secretaria no está y observo mi reloj, ya es para que
estuviese aquí. Alguien tendrá problemas hoy. Entro a mi oficina, la vista de











Nueva York desde aquí es extraordinaria, toco mi escritorio de vidrio suavemente con los dedos para asegurarme que esté perfectamente limpio, al igual que mi silla ergonómica giratoria, los vidrios que semi rodean mi oficina, sí, todo es perfecto.

Saco mi laptop de mi maletín y la enciendo sentándome en mi silla ¡ahhh! podría dormirme en ella, la amo, observo un papel sobre mi escritorio, me parece extraño, saco el papel de debajo de la prensa y lo observo, es una carta de renuncia de mi secretaria.

La leo detenidamente, ¿Por qué renuncia? "Motivos Personales" eso para
mí no es un porqué, no tenía ni un mes, ¡Diablos! ¿Por qué no avisó con
tiempo?, tengo un viaje a Inglaterra mañana temprano, odio la gente
irresponsable.

Me dirijo a la oficina de David, ya debe estar aquí, como detesto que
hagan esto, ¿Por qué no avisar 15 días antes? Yo soy una persona ocupada.
Pensando todo esto con rabia en mis adentros camino por el pasillo,
perfectamente alfombrado, las paredes color beige, las lámparas finas que
cuelgan del techo, observo como todas las personas que caminan por este
mismo pasillo se apartan al verme, abro la puerta sin tocar, mala idea.

La pelirroja asistente de David, Andi, está sobre sus piernas, y él tiene su
mano donde no me atrevo a ver, prefiero cerrar mis ojos, tiene buenas curvas
pero eso de mezclarte con tu asistente no es correcto mucho peor si está
casada, al verme ella se levanta, con cara de horror. Aunque a David no le
importa, a mi me molestan este tipo de actos poco profesionales dentro de mi
empresa.

-David... -mi expresión neutral es más que suficiente para este tipo de ocasiones, Andi pasa a la par mía.

-Lo siento señor Anderson -agacha la mirada, mientras acomoda su falda y pasa a la par mía.

Le resto importancia, solo veo a David que está acariciando su barba mientras ve a Andi retirarse de la oficina.

-¿Es en serio, David? -pregunto con un tono un tanto molesto en mi voz cuando Andi ya se ha retirado -Hagan sus cochinadas lejos de mi empresa.
David simplemente ríe.

-Oliver, es el único momento que puedo verla, su esposo está todo el tiempo con ella el resto del día -enarco una ceja y niego con mi cabeza, si algo yo nunca he hecho es mezclarme con mujeres casadas.

Le resto importancia al asunto de David, tengo que resolver esto.


-Sara renunció -digo esto poniendo la carta sobre su mesa -¿Te había comentado algo? ¿Porqué no simplemente decir unos días antes para que nos dé tiempo de buscar otra persona? -David frunce el ceño.

-La verdad no me comentó nada -toma la carta de renuncia y la comienza a leer.

-Mañana voy para Inglaterra, así que necesito que me consigas una
secretaria para cuando regrese, tengo muchas cosas que hacer y no puedo
retrasarme.

-Bien, no te preocupes, desde hoy le diré a Andi que publique el anuncio de la oportunidad de empleo, el día que regreses ella ya estará aquí. -David toma el teléfono y comienza a darle instrucciones a su secretaria para el anuncio de la vacante de empleo -Listo -dice colgando la llamada -no te preocupes Oliver, verás que todo estará bien.

Por esa y muchas razones más es que David es mi mano derecha.

Me regreso a mi oficina más tranquilo, trabajé un poco más de lo normal
por no tener una secretaria, puedo sobrevivir sin una secretaria pero no para
siempre. Regreso a casa, estoy cansado, solo me cambio y me quedo dormido
en instantes.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Sep 20, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

.Where stories live. Discover now