Capítulo 3

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Se paró al frente, suspirando un poco

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Se paró al frente, suspirando un poco. Era el primer día más malo de la vida, pero podía mejorarse si lograba pasar inadvertido.

—Me llamó Daniel LaRusso. Y soy de...—su voz disminuyó al momento en que la puerta fue abierta. Sintió como si estuviera viendo un fantasma del pasado, tan exacto como la última vez, con su cabello rubio y una chaqueta roja. — Johnny. —murmuró.

—¿De Johnny? —preguntó la maestra. Daniel parpadeó. El chico que había llegado en realidad ni siquiera era Johnny y sería muy extraño que después de mucho apareciera ahí. Era un chico con una mirada menos dura, y un cabello más largo, solo con una camiseta roja.

Sus ojos inevitablemente lo siguieron hasta que el muchacho encontró un sintió donde sentarse. Daniel se enfocó mejor.

—Digo, en un suburbio llamado Johnny.

—Fascinante. ¿Y qué hacia su familia ahí?

—Eh. Éramos criadores de ovejas. Mí familia criaba ovejas.

Las risas fueron inevitables, Daniel supo que lo había arruinado cuando aquel chico también le miró como si fuera el mayor chiste de la vida. Se había distraído totalmente.
El receso fue un alivio para él mismo, tomando su grabadora comenzó a decir cosas.

—Nota importante, buscar si existe un suburbio llamado Johnny en Oregón. Matar a Susan por escojer este vestuario. Y, encontrar y destruir el sombrero.

A su siguiente clase, fue el primero en llegar. Luego de la mala decisión y su distracción, no quería más sombreros en su cabeza. Pero como los problemas le perseguían, justo cuando estaba cómodo, una chica le señaló que aquel era su lugar. Daniel se levantó sin mayor problema, creyendo que los lugares estaban asignados. Pero no lo estaban. Ella quería ese lugar, ese lugar era suyo.

De esa forma, termino otra vez sentado al frente. Su compañero de banco, parecía interesado en él, y no de manera tosca como los demás.
Mientras Daniel se acomodaba en su puesto, el profesor de literatura había ya acomodado sus materiales sobre la mesa.
El hombre tenía un cabello rubio y una linda chaleca, había enfocado su vista al instante en Daniel. El chico nuevo.

Creo que no nos conocemos. —sonrió. — Soy John. Bueno, Lawrence, la escuela no permitiría que me llamará así.

Daniel sintió un temblor en su cuerpo, sus labios estaban entre abiertos.

—Eeh. —sus ojos estaban brillosos, quizás agrandados por la sorpresa. — Soy Daniel, pero no creo que la escuela se oponga a que me llame así.

Never been kissedUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum