Hija Él No!

42.- te protegeré (4)

["Señor tiene que saber cuándo tirar su pieza, siempre debe hacer un pequeño sacrificio por un bien mayor "]

Seguramente, si yo fuera una persona que viera a los humanos como piezas de ajedrez, me habría quedado en silencioso, pero...

' ¿Cómo te atreves a considerar a mi hija como una pieza de ajedrez?"

Aún no estaba claro, pero no tenía dudas.
De todos modos, estaba seguro de que estaba jugando con mi hija.

'Estás devolviendo tu gracia a tus enemigos.'

Aunque sus objetivos no eran puros no escatime ningún consejo por qué me preocupaba por él.

Desde muy joven había protegido a sus discípulo de los asesinos enviados por la Emperatriz. Pero todos los consejos y favores fueron inútiles.

N/T: discípulo infiel xD

Regis apretó los dientes consternado.

"Nunca podré entregar a mi hija a un humano como tú'.

Quería golpear al estudiante ingrato con toda su fuerza,

Pero por la naturaleza de jubelly si mostraba tal cosa sentiría un odio aterrador de parte de ella, a quien le importa su ser favorito.

'Es realmente preocupante.'

Su cabeza estaba a punto de estallar, pero mantuvo ocultos sus preocupaciones internas.
Al momento Regis les ofreció un asiento a su hija y a su discípulo que estaban frente a su escritorio.

"Siéntense."

A instancias de Regis, fue cuando Jubelian estaba a punto de abrir y sentarse en las silla que escucho un sonido

¡Trugh!

Dejo que Max sacará su silla y Jubelian sonrió ante tal gesto.

"Gracias."

Si Regis no lo conociera, eso no lo impresionaría.
Pero El hombre abominable frente a él estaba respondiendo sin problemas y actuando de esa manera.

"Si."

Regis, que lo estaba mirando, apretó los puños.

'Ese hombre abominable, ha estado engañando a mi hija así'.

Regis había observado que Max era un hombre que rara vez se impresionaba por nada.

["¿Quieres que sea compasivo con los débiles? Entonces mi garganta volaria.]

Intenté mejorar la personalidad de su discípulo una y otra vez, pero a medida que avanzaba los días , él se volvía más torcido.

'Él nunca ha cambiado'.

Regis, que tenía una luz sangrienta en los ojos, preguntó con voz fría.

"¿Cómo se conocieron?"

"El día que mi padre se fue, vino a verlo a usted, pero al no encontrarlo vino a verme a mí y lo puse en mi habitación al no tener a dónde ir".

Regis no pudo vencer la ira del momento y distorsionó su rostro.

¡Por eso el maldito bastardo me atrajo al palacio!'

Incluso si no tenía expresión, fue una hija de corazón tierno desde una edad temprana.

[Ya no quiero ver los pájaros. No deseo ver ni uno aquí , ¿de acuerdo?]

Cuando murió el pájaro que estaba criando, mi hija, que solo tenía siete años, le dijo aquello a Derek.

'' No podría simplemente pasarlo como si un perro o un gato estuviera deambulando'.