𝐏𝐑𝐄𝐆𝐍𝐀𝐍𝐓 │ 𝖦𝖾𝗈𝗋𝗀𝖾 𝖶𝖾𝖺𝗌𝗅𝖾𝗒

𝟐. 𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐫 𝐚𝐧𝐝 𝐓𝐰𝐢𝐧𝐬

La rubia baja con Serella en sus brazos.

—Ella es mi hija, Matt, se llama Serella.—Le dice Estela. 

—Que linda.—Matt finge una sonrisa.—¿Eres casada?

—Si.—Estela le enseño el anillo de bodas.

—Claro, ¿Cómo no me di cuenta?—Se susurro así mismo.—Creo que ya se seco, gracias por la toalla.

—No fue nada.—Estela lo acompaño hasta la puerta de la casa.

—Adiós.—Se despidió.  

Matt salió de la casa maldiciendo por lo bajo, él juraba que ella no era casada, ni que tenia hijos, pero se equivoco, ella estaba casada y tenia una hija. —¿Por que tenia que ser casada y todavía tiene una hija? 

Estela casi se desmaya, posiblemente durante su conversación creía que el era mago, pero se equivoco, casi saca la varita para limpiarlo. 

—¿Qué te pareció el nuevo vecino?—Pregunto Estela a la bebe de Serella. Serella solo frunció sus pequeñas cejas, para luego negar.—No te gusto... ¿Tienes hambre? Tienes hambre.

Nunca creyeron que un simple muggle traería tanta molestia a la nueva familia Weasley                

(. . .)

George llego y Serella se puso a gritar como loca, la bebe adoraba demasiado a su padre. Estela lo saludo con un fogoso beso.

—¿Cómo te fue en el trabajo, cariño?—Pregunto Estela lavando los platos. George se encontraba secándolos, les gustaba hacerlo como muggles.

—Bien, hoy tuvimos muy buenas ventas.—Le respondió dejando un escaso eso en su mejilla.—¿Qué me cuentas de tu día? 

—Bueno, hoy conocí al nuevo vecino, es muggle.—Le dijo Estela cerrando el grifo. —Es de nuestra edad, eso sonó como si estuviera vieja...   

Cuando Estela dijo: Vecino, muggle y de nuestra edad, a George se le prendieron miles de luces rojas en su mente. Y lo peor de todo es que Estela le contaba la anécdota de como se conocieron riéndose.  

—Ok...—Pero antes que George siguiera, Estela corrió lo más rápido posible al baño.—¿Cariño?—George siguió a Estela, pero la rubia le cerro la puerta en la cara, golpeando su nariz. Se escuchaban las arcadas desde la puerta.—¿Estas bien? —Pero no recibió ninguna respuesta de su parte.—Cariño, si no abres la puerta yo la romperé. 

Estela abrió la puerta y se enjuago la boca quitando el mal sabor del vomito. 

—Creo que estoy embarazada.—Soltó la gran bomba que tenia guardada desde hace días, no estaba segura, pero tampoco tenia dudas, ya había estado embarazada una vez y sabia como se sentía estarlo. Pero esto era casi el doble, vomitaba más veces de la que lo hacia cuando estuvo embarazada, doble cambio de humor, doble todo. 

El pelirrojo se quedo mirándola con la mirada perdida.

—¿Estas embarazada?—Pregunto George agarrando sus hombros.

—No lo se.—Le respondió abrazándolo.—Hace días me debió llegar ¿pero adivina? aún no me viene se que soy irregular... pero debió venirme...

George callo a Estela con un beso.—Si lo estas, pues seremos felices, si no tenemos a Serella.

—No me quiero ilusionar, no lo quiero hacer.

—Estoy contigo cariño, nada malo pasara.

(. . .)