Capitulo 1

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Prométeme que nunca me dejarás, así me estés odiando con todo tu corazón.

Mi semana hubiera sido más genial si no tuviera que ir a dar tutorías los sábados a cualquier imbécil.

Hace unas horas:

- ¡Stone, a la oficina del director!

Esta es la jodida tercera vez que pasa esto, en el día.

- ¿Te das cuenta que causas muchos problemas, Stone? -Me encogí de hombros.

-Director Parker, no sé me da la tolerancia. Con nadie. -dije sincera.

-Supongo que es mutuo. -pauso sonriendo. -Por eso, decidí que debes quedarte a ayudar con sus tareas a tus compañeros los sábados, y no me haga esa cara. La quiero aquí a las ocho en punto.

Así fue como me como termine levantándome temprano en ese sábado de cobijas y galletas.

-Sandra, ¿sabes a donde tengo que ir?

Me habían dado un ganchillo con mi nombre, y con el título de ''Tutora'' no sé ni que mierdas o a quien voy a enseñar.

La secretaría me lleva hasta el salón más grande que posee este Colegio, abro las puertas y si, el salón está lleno, pero callado.

El Director Parker me observo, y se acercó a mí.

-Stone pensé que no vendría.

Rodé los ojos, ¿por qué pensaría eso? Era venir o atenerme a más consecuencias.

-¿Vez al chico de allá? Tiene problemas con biología.

El señala con la mirada al cuerpo varonil de espaldas.

Lo que me faltaba, un imbécil.

Camino hasta donde está el, tiene la cabeza baja, apuesto lo poco que tengo a que él tampoco quiere estar aquí.

-Hey. -Saludo, pero él no contesta. -¿Cuál es tu tarea?

Pero vuelve a ignorarme.

-Okay dude, tampoco quiero estar aquí. Así que más vale que pongas de tu parte, porque no saldremos de aquí hasta las dos de la tarde.

El chico por fin levanta su mirada, se ve miserable. Me empuja con suavidad su cuaderno de apuntes, dejo de ver sus ojos esmeralda, y fijo mis ojos en el cuaderno.

''Animales ovíparos y vivíparos''

Joder, esto era como robar un banco, fácil. Miro al chico con confusión, cierro su libreta y puedo ver que su nombre es Michael.

Le pido un segundo con el dedo y voy hasta el director Parker.

-¿Por qué el chico estudia lo que un niño de tercer grado? ¿Y por qué no habla?

El hombre se acomoda sus lentes, y hace una mueca. -El chico nunca fue a la escuela, por pequeños cursos lo pasamos de grado. Para que no gaste años y años. Y no habla, no sabemos porque.

-¿Cómo espera que lo ayude? -Fruncí el ceño frustradamente.

-Todos tienen una estrategia.

Antes de regresar con mí aparentemente mudo tutorado, Michael. Tomo un libro de animales, me siento enfrente de él y hablo. ¿Quién se imaginaba yo estando haciendo esto?

-Michael, ¿sabes qué es un animal ovíparo?

El niega con su cabeza, ya lo esperaba.

Abro el libro de animales, y encuentro fácilmente lo que busco.

-Son los animales que tienen crías por medio de huevos, como; las tortugas, serpientes. -Explico, pero el parece no ponerme atención. -Michael... ¿me estas escuchando?

Los ojos de él se cristalizan, no entiendo porque. ¿Qué le hice?

El asiente, bien. -¿Entendiste lo que te acabo de decir?

Vuelve a asentir.

-Perfecto, entonces, creo que puedes hacer lo que dice ahí, escribe el nombre de diez animales ovíparos.

El tomo el lápiz, escribió, tardo casi diez minutos, me paso la libreta y repase cada una de ellas.

El chico pareció captar lo que le explique, porque había hecho todo bien.

Al rato, le explique lo que eran los animales vivíparos, y el trabajo lo hizo bien también.

-Michael, ¿por qué no hablas? -Pregunte confundida pero el no dijo nada. -Okay, mira, te diré mi nombre, ya que creo nos veremos cada sábado. Me llamo Sarah Stone, pero puedes llamarme solo Stone.

El asintió levemente, esto no sería fácil.

Cuando era la hora de salida, note que Michael no iba a ningún lado.

-¿Quieres que te de un aventón? Porque mamá me dejo usar su viejo escarabajo.

El camino calladamente detrás de mí, entro al carro.

¿Dónde vive?

- ¿Dónde vives? -Pregunte, antes de poner en marcha al carro.

El escribió su dirección en su mano, con tinta azul.

-Se dónde queda eso.

En todo el camino yo hablaba de cualquier cosa, pero el solo me miraba sin ninguna expresión. Al llegar a su casa, él se despidió menando su mano, hice lo mismo, hasta la próxima semana, Michael.

Cuando llego a mi casa, voy directo a mi cuarto, aliviada, me dejo caer en el sillón de aire que coloque esta misma mañana, cierro los ojos y los vuelvo a abrir.

¿Qué tenía aquel chico?

Por sus facciones parecía que ha sufrido y vive solo porque de milagro su corazón da latidos sanos. Me gustaría saber cómo serían sus ojos si tuviera aquella luz como cualquier persona normal, cualquier persona que vea a Michael pensarán que el sufre. Pero yo no creo que él tenga una razón por la cual sufrir. ¡Pero por el amor de Dios! Debe tener 18 años, y estudia lo que un niño de 7.

Sacudo la cabeza, desvaneciendo la imagen de Michael de mi cabeza.

Me quito la ropa y la reemplazo por una pijama cómoda, bajo a la cocina y saco unas galletas del almacén.

Al sentarme en mi cama a comer, Michael regresa a mi cabeza. Me pregunto cómo puedo ayudarlo, no es como que tenga ganas, pero tengo que ver un avance, no voy a desperdiciar mis sábados con un marginado. Las palabras de él director Parker retumban en mi cabeza.

'' Todos tienen una estrategia.''

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