• Taehyung •

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En algún lugar entre Busan y Seúl, lo conocí.

Cabello azabache, rostro perfilado, labios delgados y unos preciosos ojos del color de la noche que parecían querer consumirte hasta la misma alma. Un chico que se veía bastante joven cargando apenas un morral viejo que poseía aún pelusas de polvo en algunos dobladillos que no fueron sacudidos. Esta persona poseía la nariz roja por el frío o llanto, realmente no importa qué causara aquel sonrojo, lo único que verdaderamente me interesa exponer, es que era el chico más hermoso que alguna vez he visto en mis veinticuatro años de vida.

Y he visto gente hermosa, he vivido, he recorrido, he sido parte de la historia de muchas personas a donde sea que me dirija el camino que diariamente tomo, pero ninguno ha sido tan lindo como este chico del cual desconozco el nombre.

Al principio lo ignoré porque estaba llorando, y ya que yo mismo odio que alguien me dirija la palabra cuando lloro, preferí mantener mi mirada fija en la ventana del autobús al menos la mitad del viaje. Por supuesto que me incomodaba que una persona que estaba a mi lado tratara de contener el llanto incluso si parecía que en cualquier momento iba a agonizar de tanto dolor.

Naturalmente soy un alma curiosa, me gusta indagar sobre miles de cosas que no son mi problema, escucho y obtengo conversación con facilidad, supongo que ir de aquí para allá conociendo cada parte del mundo ha hecho de mí alguien espontáneo, sin embargo, este azabache me hizo sentir cohibido por alguna razón que no termino de comprender ni siquiera porque hayan pasado dos años desde aquel momento.

Quise preguntar el motivo de su llanto una mil quinientas veces, pero sencillamente no fui capaz.

Cuando dejó de llorar, finalmente hablé sobre las líneas de la carretera y la velocidad del autobús, ¿Absurdo? Puede que sí, yo ni siquiera sé debido a qué mencioné aquello, solo salió de ese modo. Él parecía confundido, como si no quisiera llegar a su destino por alguna razón que posiblemente voy a desconocer mi vida entera.

¿Y si estaba huyendo? ¿Qué pasa si iba a probar suerte a la capital sin decirle a nadie? Al menos sé que era mayor de edad, de lo contrario no le hubiesen vendido el ticket de autobús y jamás se hubiese sentado a mi lado.

A veces me pregunto por qué no le pregunté su nombre, es decir, yo le dije el mío y esperé que también hiciera lo mismo, pero solo se quedó con aquel par de luceros oscuros mirándome como si fuera la cosa más sorprendente del mundo.

Creo que sería decepcionante para él saber que este Kim Taehyung realmente es una persona que no posee nada de especial. Que todavía cuenta las líneas de la carretera y busca forma a las nubes en el cielo. Que siente nostalgia con la lluvia y que huye a cada lugar que desee en busca de encontrar algún sentido a su vida. Un sentido que realmente no crea que posea, ¿No es eso triste acaso?

Puede que sí, puede que no. No lo sé, no sé absolutamente nada más allá de todavía desear encontrarme en algún lugar a ese lindo muchachito de ojos negros que lloró a mi lado durante el viaje a Seúl.

Quizás no suceda, ya que no creo que pueda hallarlo en las playas de las islas Whitsundays, o en la ruta del Camino de Santiago, tampoco en la Muralla china o en la montaña de Cervino. Lo más triste de saber que posiblemente sólo haya sido un instante fugaz, es que nunca sabré su nombre, ya que este perdido viajero no repite el mismo destino dos veces, y Seúl fue mi última parada antes de salir de Corea del Sur.

Puede que regrese nuevamente cuando los miles de destinos que aún tengo por visitar sean alcanzados, puede que en ese momento vuelva a tomar esa ruta de Busan hacia Seúl solamente para recordarlo una vez más a él, a ese hermoso chico que todavía se mantiene en mis recuerdos sin querer soltarse.

No soy una persona que mantenga la mejor memoria del mundo, puede que su rostro se vaya borrando de mi cabeza con el pasar de los años, puede que no mantenga absolutamente nada de mi viaje a Corea, pero algo me dice, que sus ojos siempre estarán presentes como un recordatorio de lo intangible, de lo incierto de la vida, de aquella graciosa burla de unir caminos por un instante para luego separarlos.

En algún lugar del mundo estará, quizás mire las estrellas mientras yo miro el cielo siendo bañado por los rayos del sol, eso es lo más probable que esté sucediendo. ¿Me recordará? No lo creo, no necesito que lo haga tampoco, solo espero que no cuente las líneas de las carretera como todavía lo hago, que sea feliz, y encuentre lo que estaba buscando cuando emprendió su camino hacia Seúl.

Desconocido chico de cabello azabache, espero algún día mirar el mismo cielo que miras tú y que en ese momento seas capaz de pronunciar tu nombre.



-Hany

In some place | JJK- KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora