¿Verdad, Reto o Castigo? Sekai-ichi Hatsukoi & Junjō Romántica

Takano le propone matrimonio a Ritsu

Qheeso: Eso no se pregunta —respondió con una sonrisa

Me levanto y voy a servir dos vasos.

————Media hora después————

🎶Last kiss, leave your lips blood-red
Burnin' bridges, breakin' dishes
Look, you made me somethin' vicious🎶

Sonó mi teléfono.

Mizu: Guau, fue más rápido de los que pensé.

Qheeso: ¿Qué es? —acercándose a mí.

Mizu: La confirmación de que salió el nuevo tomo de Mutuo y Erika-sensei.

Qheeso: ¡¡¿¿EH??!! —grita por la sorpresa.

Mizu: ¡EN MI OÍDO NO! —le grito devuelta.

Qheeso: Perdón ¿Pero cómo lo lograste?

Mizu: A una le subí el ego y a la otra la hice sentirse admirada. Ahora viene lo bueno —sonrío con malicia.

Qheeso: ¿Qué harás? —pregunta con una sonrisa nerviosa.

Mizu: Hacer que se cumpla tu reto, por supuesto y un pequeño adelanto —pongo el altavoz —. No grites mucho —le advierto.

Qheeso: ¿Por qué?

Takano: ¿Hola? —habla una voz en el teléfono.

Mizu: Hola ¿Takano Masamune-san? —hablo conteniendo la risa al ver como la otra trata de contener sus gritos de fujoshi.

Takano: ¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Y cómo conseguiste mi número?

Ritsu: Me retiro por hoy Takano-san —ahora soy yo la que trata de contener los gritos.

Takano: Bien, nos iremos juntos.

Ritsu: No tiene que tomarse la molestia de acompañarme, puedo ir en el metro.

Takano: Es molesto por tu actitud, pero traje el carro, si puedo llevar a la persona que amo cómoda, no veo por qué dejarte ir en tren solo.

Ritsu: ¡¿Qué demo...?! !Ya le dije que no es necesario!

Takano: Y yo te digo como tu jefe y como la personas que te ama, que sí, lo es.

Ritsu: ¡Y–y yo le digo que...!

Tratando de contener los gritos.

Mizu: Por mi estaría todo el día escuchando sus peleas de pareja, pero a este paso aburriremos a los lectores —digo antes de volver a la llamada —¡Takano-san!

Ritsu: ¡Takano-san déjeme salir! —se escuchan las quejas de Onodera.

Takano: Ya estamos en marcha ¿Acaso quieres morir?

Ritsu: ... No.

Takano: Bien.

Mizu: ¡TAKANO-SAN! —grité empezando a perder la paciencia.