‹ Hold The Line ✧ KaiYeol ›

꒰ WAIT / UNO 🍥 ꒱

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Los dos son sólo un par de jóvenes absolutamente comunes, adolescentes como cualquier otro, entregando sus cuerpos a todo lo que sus deseos pueden llegar a consumar.

Tan común como el amigo que mira a su amigo con un doble sentido, y que se tocan en la euforia de la curiosidad y de la exploración de sus sentimientos, de su ser, de su sexualidad.

A escondidas del mundo, tal vez con miedo de este mismo, con las puertas cerradas no hay nadie más que sepa de sus labios enamorados, de sus manos ansiosas sobre el cuerpo del otro y de una lujuria precoz y casi, casi enternecedora.

Inexpertos en la temática del sexo, por supuesto que hay vergüenza, pero JongIn está tan consumido en la piel caliente que aprieta entre sus dedos, que no puede pensar en otra cosa. Hay una lengua contra la propia y un jadeo que no es suyo mezclándose con su saliva, su cuerpo y su alma bailando una danza erótica relativa a la adolescencia, cuyo único problema es la confusión sentimental que conlleva relacionarse demás, involucrarse de esa manera.

No le ha pasado a él, pero sabe de los suspiros tristes que a veces Chanyeol deja ir cuando el calor del momento se disipa un poco, tiene total conocimiento de que la mente de su amigo no piensa en esto solamente como sexo sin compromiso, y aunque Yeol trate de ocultarlo, es notorio el sentimiento que surge de su pecho y se desliza en sonrisas bobas y pestañeos nerviosos hacia el menor.

Por su parte, y aunque adora a su amigo más que a nadie, también sabe que no ha llegado al punto de corresponderlo de forma romántica, simplemente porque no ha sucedido, y él no tiene cómo manejar eso.

Aunque le gustaría, si es sincero.

Chanyeol es una persona dulce, es un chico divertido, casi perfecto y, contando el hecho de que él si le ama, realmente es la mejor opción que cualquiera podría considerar.

Raspa el cuello de Yeol con sus dientes antes de dejar un pequeño beso sobre su pezón, y luego volver sus labios a los otros con una pequeña e insignificante sonrisa que el mayor corresponde con tanta pasión como el beso que le sigue.

―¿De qué te ríes? ―pregunta, y su voz es dificultosa porque le falta un poco el aliento.

―De sus ojos, hyung. Están brillando ―le responde él en un coqueto susurro ronco.

Comentarios como esos harían a cualquiera ilusionarse un poquito, ¿no? Chanyeol desviando con vergüenza la mirada es el más claro ejemplo.

Sucede que no puede evitarlos, lamentablemente, porque él es así, tonto, poético y romántico por naturaleza.

También sensible, alegre y perceptivo, aunque su cara no lo demuestre mucho. Puede decir que detalles como esos son los que tienen a Chanyeol enamorado, y no es por ser egocéntrico, sólo que leer a su mejor amigo ya es casi tan fácil como recitar la tabla del cinco, y puede notar claramente lo rojas que se ponen sus mejillas si alguna muestra de ello va dirigida a su persona.

El pelirrojo es una persona sumamente expresiva y sincera. Ambos congenian tan bien como lo hacen por eso, y pensarlo hace que vuelva a regañar a su corazón por demorar en personas malintencionadas que no valen la pena antes que amar a la preciosa joya que es Chanyeol, quien sí podría ser un buen novio.

―Deberías dejar de decir cosas como esas ―murmuró el más bajo sin querer ser oído en realidad, probablemente, pero para JongIn nunca pasaban por alto ese tipo de deslices.