Sed de luna [Chanlix]

I

-Oh, que raro encontrarte en estos rincones Lee... -Hyunjin dijo, observando la forma en la que el cuerpo del contrario se movía con cierto recelo, mirándolo fijo y brillante. Casi como sí estuviera cerca de golpearlo. Tan cerca como hacía tanto tiempo sus cuerpos se habían fundido en una danza un tanto deliciosa.

-Quisiera decir lo mismo de tí, pero la verdad es que..., no me extraña que sigas en estos rincones tan sucios... -Felix susurró, su mirada fija en el pecho de Hyunjin que tenía un ritmo constante. Como sí fuera humano. Como sí necesitará respirar cuando la vida la tenía comprada.

-Vamos, antes solías venir a divertirte aquí también, ¿No crees qué es divertido bailar con humanos? -Hyunjin soltó una breve carcajada, sus ojos haciéndose una linda línea; tal cual siempre estaba ahí, desde que lo observó la primera vez, siempre llamativo. -Sí te quedas quieto, y aislas el sonido de la música..., cuando haces eso, puedes escuchar su corazón latir, y la sangre viajar por su cuerpo..., ah, no es nada comparado con el golpeteo del sexo pero se siente fenomenal.

-Eres un asqueroso, ¿Acaso te reúnes aquí con tus amigos a morder a cualquier inocente?

-Me ofendes, Lee... -Hyunjin, tan precioso que en su momento Felix puede recordar lo encantado que quedó por él. Su cuerpo aún puede recordar vagamente el estremecimiento que le recorrió cuando los ojos ajenos y los suyos se encontraron, necesitando el calor del otro contra su cuerpo. Hyunjin no era un vampiro puro, pero era, por mucho; uno de los mejores con quiénes Felix había tenido la oportunidad de experimentar el sexo entre hombres. Ah, tan jodidamente exquisito, tanto como aquella sangre que sólo le bastó probar unos momentos para saber qué tenía que alejarse o le resultaría difícil seguir una vida sedentaria.

-No trates de hacerte el inocente, Hyunjin, sé que tus amigos vienen aquí constantemente, los rumores corren por la comunidad y mis oídos no son ajenos a todo el ruido y preocupación que existe, ¿Qué pasará cuando maten a alguien?

-Oh, no te preocupes por eso, sabemos qué hacer en esos casos, no seremos vampiros de clase alta como tú que convierten a otros humanos en vampiros por tratar de salvarles la vida -Hyunjin soltó otra risa, sus ojos ardientes y esos preciosos colmillos siendo una tentación para un Felix que hacía tanto no tenía relaciones con nadie. -Hasta aquí llegó el rumor, hace unas cuantas décadas, supongo..., de que salvaste a un chico que estaba siendo succionado por un clan, no sé qué carajos pasó por tu mente cuando lo hiciste pero desde entonces, no es nada raro que seas conocido como un noble idiota.

-¿Noble idiota?

-Se supone que tienes el poder de convertir a humanos en vampiros y tener un clan o lo que sea que hagan ustedes los nobles con su fortuna y estatus, y en cambio vas y salvas a un humano estúpido que, posiblemente, sólo te sirve de compañía, tal cual un perro esperando por su amo en casa, ¿De qué te es esencial?

Antes de que Hyunjin pudiera decir cualquier otra cosa, sintió un golpe estamparse contra su rostro, tan fuerte que en definitiva no se trataba del vampiro contrario dándole un beso o cualquier otra cosa, sino que de verdad lo había golpeado.

Sintió su rostro arder, y como su labio inferior dolía. Casi riéndose cuando la sangre se derramaba. Los ojos de Felix brillando con más intensidad cuando lo notó; sintiéndose lo suficientemente importante por generar deseo en aquel estúpido vampiro de familia pura.

Y la verdad era que, desear la sangre de aquel hombre; se había vuelto en un calvario.

Y lo seguiría a todas partes sí le prometiera un poco de él, mierda, Hyunjin estaba listo incluso para arrodillarse frente a él y ofrecerse como sofá.

Sin embargo, el contrario sólo se acercó suavemente a él, con los ojos tan colmados de un coraje y deseo que empezó a desearlo. Quería hacerlo suyo como lo fue hace tanto tiempo. Un cuerpo tan angelical, una voz tan melodiosa y una sangre tan de primera clase; eso era todo lo que Hyunjin deseaba desde que lo poseyó y desde ese momento; jamás se pudo concentrar en otro cuerpo o disfrutar de otra bebida. Habían similares pero no iguales.