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La morena despertó en una habitación que no era la suya, en una cama que no conocía y con el cuerpo alerta. Rápidamente se levantó de la cama y revisó todo a su alrededor en silencio y con velocidad.
¿Qué estaba pasando?¿Dónde estaba?¿Dónde estaban Mimi y Marcel?
El pánico se apoderó de ella. Las manos le temblaban y estaba más palida de lo usual. Respiró pausadamente sabiendo que de otra forma se ahogaría. Una vez que su corazón se tranquilizó un poco, apoyó su mano en el picaporte, cerrando los ojos con fuerza.
Respiró profundo y lo giró. No había llave, la puerta se había abierto. Volvió a respirar profundamente antes de abrirla lo suficiente para poder salir.
Vio un largo pasillo vacío. Presionó su collar entre sus manos y echó a correr. ¿Dónde demonios estaba?
Bajó las escaleras rápidamente sin mirar siquiera a su alrededor y corrió hacia la puerta.
-¿A dónde mierda crees que vas?- rugió una voz a su espalda. Ella se paralizó al instante a escasos centímetros de la puerta. Conocía esa odiosa voz.-¿Vas a contestarme?
Él estaba enojado. Ella lo sabía. Pero ella también estaba furiosa.
Volteó encarando a su hermano y lo encontró más grande que la última vez que habían estado juntos. De paró firme frente a él y contuvo el aliento.
-A mi casa.- soltó ella.
-Acá vivís ahora.- dijo él.
Cuatro cabezas se asomaron desde otra habitación a mirar. Los gritos no eran usuales en esa casa. Ella retrocedió y chocó con la puerta.
-No.- dijo ella.- Dios, ¿quién te crees que sos para sacarme de mi casa?-dijo casi escupiendo las palabras.
-Me hablas bien porque soy tu hermano.- gritó él.
-Vos no sos nada mío.- respondió ella de igual modo ella antes de abrir la puerta y salir. Tenía el aire atorado en la garganta pero no quería reparar en eso.
-No vas a volver a la casa de mamá y papá porque ya está comprada.- dijo él saliendo detrás de ella y alzando la voz.
Eso le cayó como un baldaso de agua fría. Frenó en seco y volteó a verlo. La respiración se le  volvió todavía más pesada. Eso no podía estar pasando.
-Sos un idiota.- corrió y se tiró sobre él, golpeándolo con el puño tanto como pudo.- Te odio. No estás en tu derecho. No podías hacerlo.
Rápidamente la puerta volvió a abrirse y un chico morocho con los ojos azules la tomó apartándola de su hermano. Cerró los brazos en torno a ella con fuerza, inmovilizándola. Pero era tarde. Ya lo había golpeado, ya estaba ahogándose y el mundo ya se le había desmoronado un tanto.
-También eran mis papás.- gritó el chico.
-Que raro. No te vi en el hospital. Tampoco en el funeral.- gritó ella tratando de zafarse de los brazos que la rodeaban mientras el rostro se le contraía por sus intentos de componerse.
Zayn se puso de pie mirándola furioso. ¿Quién se creía para hablarle así?
-Solo desapareciste.- gritó ella.- Los abandonaste.
La mano de él impactó con fuerza contra la mejilla de la chica.
-No los abandoné.- dijo él.
-Sí- gritó ella como si él no hubiese hecho nada.- lo hiciste. Nos abandonaste. Por el amor de Dios, te fuiste.- las lágrimas se juntaban en los ojos de ella y el aire era cada vez más escaso.- Destruiste a la familia.
Él volvió a impactar su mano en la mejilla de la chica.
-Zayn, tranquilizate.- dijo Liam agarrándolo por el brazo.
-Esta maldita buena para nada... ¿Para qué la traje?- dijo el chico suspirando.
-Dejame ir. Olvidate de que existo como llevas haciéndolo todo este tiempo.- gritó ella.- Yo tampoco quiero estar acá.
-Llevala a su habitación.- le dijo Zayn a Louis.
El chico la alzó y la llevó a pesar de todos los esfuerzos de ella por soltarse.
Una vez en su habitación ella se tragó rápidamente las lágrimas. Tomó el inhalador. Ahí estaban todas sus cosas. Rebuscó hasta encontrar su teléfono. Este no tenía batería. Lo conectó y lo dejó cargando mientras se tiraba en la cama abrazándose a sí misma. Necesitaba a sus amigos, a todo lo que era antes de que el programa le robara a su único hermano.
-¿Por qué se fueron todos?- susurró.

...

Zayn estaba limpiándose el labio que su hermana le había dejado sangrando cuando Louis bajó.
-Sabe pelear.- admitió Louis.
-Es una maldita....- empezó Zayn pero Liam lo cortó.
-No pueden pelear así. Son hermanos.
Zayn rió amargamente.
-La escuchaste. No somos hermanos. Además eso fue leve.
Los chicos guardaron silencio. Eso definitivamente estaba muy mal. Algo había pasado, algo que ninguno de ellos sabía.
A la hora de la cena Niall subió a buscarla. Abrió la puerta lentamente. Ella miraba la pared en silencio, inmóvil, tirada en la cama de lado. Las cosas aún estaban en las valijas, como si esperara el momento de que la fueran a buscar para irse.
-Es hora de cenar.- dijo él apoyándose en el marco de la puerta. Ella no respondió, ni siquiera se movió.- Le voy a decir a Zayn que estás dormida.
-Mejor decile que estoy muerta.- dijo ella antes de que él saliera de la habitación.
El chico la miró tristemente y salió cerrando la puerta.
-Me dijo que te diga que está muerta.- dijo el chico mirando a Zayn.
-Da igual.- contestó y empezó a comer.
Los chicos no dijeron nada y empezaron a comer en silencio.
¿Por qué ella y Zayn se odiaban de tal forma?

La hermana de Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora