Cap.1 primera parte.

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Julietta

Hace una semana que salí de la clínica. Hace dos semanas que desperté del coma.

Mi memoria estaba en blanco. Me sentía confundida, y aterrorizada por que tres meses de mi vida estaban borrados.

Me atormentaba no saber nada. Lo ultimo que recuerdo es el entierro del abuelo.

Los médicos dicen que mi memoria volverá poco a poco. Pero la incertidumbre de no saber nada me esta volviendo loca.

Mi primo Marcos, me ha estado contando algunas cosas. Me hablo sobre lo que paso en la lectura del testamento. Me explico que ambos estamos comprometidos desde antes de nacer.

Yo solo le dije que era una locura, que no le creía, que como era posible que según el yo hubiera aceptado casarme con un extraño. Pero mas confundida me dejo cuando me conto como nos fue en Roma. Según el nuestros prometidos son excelentes personas. Que su chica se convirtió en una amiga para mi durante nuestra estadía en Roma. Que aunque le parezca incluso para el una locura, se enamoro de ella, y me dijo que al igual que el yo lo hice de mi supuesto novio.

Me dijo el nombre de el Cristiano. Su nombre. Ese nombre al escucharlo o repetir en mi mente me hacia sentir algo, era una sensación que no sabría describir. Pero me hacia sentir bien.

Según mi primo, Cristiano se encontraba en la ciudad, quería verme, pero por órdenes de mi padre no lo haría hasta dentro de una semana mas. Todos quieren que yo descanse, que no fuerce mi memoria como indico el medico.

Pero en el fondo yo quería también conocerlo. “De nuevo”. Ver o mejor dicho experimentar que reacción provocaría el en mi. Porque si lo que dice marcos es cierto. Eso de que estaba muy enamorada de el y el de mi. Al verlo debería de causar algo en mí.

Además, ya que me casare con el, necesito conocerlo mas, o por lo menos la Julietta desmemoriada que soy ahora necesita conocerlo mas.

Se que el casamiento es algo que no se puede evitar. Mi padre me mostro el video del testamento. Y también me mostro los documentos. Acepte. Porque una parte de mi me decía que era lo que el abuelo quería, y otra parte de mi me hacia sentir que era lo correcto.

Me encontraba mirando el paisaje en el balcón de mi cuarto, cuando entro marcos.

No fuerces el cerebro—me regaño.

Que te hace pensar que lo estoy haciendo—dije molesta.

Porque estabas mirando un punto siego, estabas como ida—me le que de mirando y rodé mis ojos mientras me dirigía a mi cama.

Sabes Marcos, del hecho de que estaba así no quiere decir que estuviera haciendo eso—dije mientras me acostaba. El hizo lo mismo a mi lado.

¿A no? y ¿entonces que estabas haciendo ?—

Estaba pensando. ¿Alguna vez lo has hecho?—

No te hagas la graciosa. ¿Y dime en que pensabas ?—

En cristiano—dije.

En Cristiano ?—repitió Marcos girando bruscamente su cabeza para verme—ya lo recuerdas?

No. Solo estaba analizando las cosas que me contestes—

¿ y a que conclusión llegasteis?—

Que quiero conocerlo, siento mucha curiosidad por el—

Eso es algo bueno—dijo—Cristiano se va alegrar mucho cuando se lo comente.

¿Cuando se lo comentes?—dije sorprendida— ¿es que piensas decirle?

Siempre le cuento todo Julietta, desde que estas así, parezco su asistente, todos los días en la noche le doy un reporte de ti. Esta desesperado por verte, y quiere estar al tanto de todo sobre ti, de cómo evolucionas—

¿En serio?—

Si—dijo—sinceramente ese hombre esta muy enamorado de ti, ¿ sabes lo que es aguantar que tu novia no te reconozca, que se le haya olvidado todo lo que vivieron desde que se conocieron y que de paso no lo dejen verte por tres semanas, cuando lo que quiere es verte todo los días haber si lo recuerdas?. De verdad que lo comparezco.

Tienes toda la razón—admití. Luego se me ocurrió una gran idea—Marcos ¿podrías mostrarme una foto de el?

¿Una foto? ¿Para que quieres una foto?—

De verdad que a veces eres un idiota. ¿Para que mas la voy a querer?—dije molesta y dándole un golpe en la cabeza—para ver si su rostro se me hace familiar estúpido.

Ahhh. Bueno si pero—dudo—no trates de forzar la mente si no te parece lo mas mino conocido. ¿Prométeme que te quedaras tranquila?

Lo prometo—dije. Marcos saco su teléfono y busco por un buen rato en sus imágenes.

Esta es perfecta-dijo mientras ampliaba con la mano la foto en el celular—es del día que fuimos a una hacienda de vinos—explico. Tome la foto y me quede observándola.

En ella aparecía yo. Alegre y abrazada a un hombre muy apuesto. Me sentí rara al verme en un momento de mi vida y no recordarlo. Pero algo del rostro de ese hombre llamo mi atención. Sus ojos. Eran tan azules. Hermosos y cálidos. Y al mirarlos sentí que eran conocidos, que me había visto reflejada en ellos muchas veces. Me eran familiares.

hola iniciando la segunda parte del testamento espero que les guste. pronto subire mas. recuerden votar y comentar. besos.

El Matrimonio Segunda Oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora