—Así es. Aunque no lo parezca, en estos momentos mi nave está yendo a una velocidad bastante rápida. De hecho, me asombra que haya resistido, pudo haber estallado en el proceso.

— ¡Mierda Xiao Zhan! —Yibo dijo casi espantado y el alienígena rio.

—Oh cierto —Xiao Zhan dijo abriendo una de las mochilas —Necesito que uses este traje y coloques estas dos pastillas en tus fosas nasales.

— ¿Qué rayos se supone que son estas pastillas? —Yibo dijo arrugando el rostro — ¿Y cómo demonios entraré en este traje? —Dijo estirando el material extraño.

—Las pastillas te brindarán el oxígeno necesario y el traje te hará más ligero.

Yibo asintió, aunque no quería, decidió no hacer más preguntas. Estaba casi resignado a no poder comprender la tecnología extraterrestre. Dejó su curiosidad de lado para solo seguir las órdenes del alienígena.

La nave, por dentro, era bastante estrecha, por un momento agradeció no ser claustrofóbico porque hubiera sido un problema. Decidió colocarse el traje en su asiento. Empezó quitándose las zapatillas, sus pantalones y luego la sudadera junto a su camiseta. Estaba bastante distraído viendo como colocarse el traje extraño para notar que el alienígena lo observaba de reojo sonrojado.

—Oye, Xiao Zhan...—Yibo de pronto dijo alzando su mirada mientras colocaba ambas piernas en el traje. El alienígena giró su mirada de inmediato, maldiciéndose por ser tan obvio, sin embargo, Yibo no lo había notado...no hasta que vio el ligero sonrojo en las mejillas del alienígena, entonces se dio cuenta. —Lo siento.

— ¿Cómo? —El alienígena pestañó un par de veces y giró a verlo confundido — ¿Qué sucede?

—No quiero ser un estorbo para ti. Quiero decir, debí haberte ayudado cuando esos lagartos comenzaron a atacar y lo único que hice fue salir corriendo yo lo siento.

—Eres un humano tonto.

—Sí, bueno, lo sien-

—Deja de disculparte, no eres un estorbo en lo absoluto. —Xiao Zhan suavizó una sonrisa y Yibo le devolvió el gesto —Termina de vestirte estamos cerca.

Yibo asintió, prometiéndose a sí mismo ser más útil la próxima vez, los entrenamientos con Xiao Zhan no tenían que ser en vano. Había terminado de colocarse el traje y, efectivamente, se sentía más ligero, como si no vistiera nada, pensó que sería incómodo al ser tan estrecha al cuerpo, pero, sorprendentemente, no lo era. Cómodo en su asiento una vez más, se tomó el tiempo de admirar el espacio en la gran ventana frontal. Según el alienígena, estaban yendo a mucha velocidad, sin embargo sentía todo lo contrario. Prefirió no cuestionarse más por que sentía que le daría una jaqueca pronto, en su lugar, miró de reojo al alienígena a su costado. Xiao Zhan seguía manejando los botones en el panel y al mismo tiempo arrugaba el rostro con una expresión de dolor, tal parece que la pelea con esos lagartos sí le habían hecho algo de daño.

Tomó una de las mochilas y sacó el objeto sanador que Xiao Zhan usó para curarse aquella vez que sufrió una crisis. Una vez encontró el objeto, se giró hacia Xiao Zhan.

— ¿Xiao Zhan?

— ¿Uhm? —El alienígena se giró dejando de presionar los botones de su nave. — ¿Yibo? —El alienígena abrió los ojos de sorpresa al ver al humano acercarse lentamente para coger su barbilla y presionar el objeto sanador con gentileza, haciendo que una luz apareciera en la punta e ilumine los rasguños en su mejilla. Yibo miraba con concentración como la herida iba sanando, mientras el alienígena miraba con adoración al humano.

—Malditos sean esos lagartos y toda su raza, juro que patearé sus traseros la próxima vez que los vea y no dejaré que vuelvan a dejarte ni un solo rasguño —Yibo dijo una vez localizando otro rasguño en el hermoso rostro del alienígena para usar el objeto sobre este.

AliensHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin