Capítulo treinta y tres

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— No se preocupe, yo se las daré. Porque solo quiero que se descubra el verdadero rostro de esa mujer malvada, quiero tener de vuelta a Erick. Nosotros nos amamos y es lo mejor para nuestras familias y su preciada compañía ¿Verdad? — Edith sonrió, entregándole a Anthony un documento adicional. — Además...estoy embarazada de él.

La expresión de Anthony se descolocó.

— Sería un verdadero escándalo que la prensa se enterara sobre mi embarazo y la infidelidad de Erick ¿Verdad? Por eso no he querido decir nada, he venido hasta aquí porque Erick no quiere escucharme y sabía que usted lo haría. — Edith suspiró, acariciándose el vientre. — Tiene que ayudarme, por favor. Ambos tenemos el mismo enemigo en común: La mujer que nos ha arrebatado el futuro de las manos, necesitamos aliarnos para poder vencerla.

— ¿Cómo es que sabías que iba a estar aquí?

— Porque sé perfectamente que ha venido a ver algo en específico con sus propios ojos. — Edith se encogió de hombros. — Usted es la única persona que puede ayudarme.

Pero Anthony comenzó a negar con la cabeza, incrédulo. — Estás... Estás diciendo tonterías, Erick sería incapaz de...

— Lo creíamos incapaz de matar una mosca y asesinó a su hermano. — Anexó Edith, deteniéndolo. — A mí no me pueden engañar, y si usted no quiere que abra la boca lo mejor para ambos será unir fuerzas.

— ¿Está usted amenazándome, señorita Donaire?

— Yo lo veo como salvar a la familia Russo de la perdición en la que caerá cuando todos se enteren de mi embarazo y la verdadera muerte de Máximo. Vamos, no tiene nada que perder.

Anthony se enfrentaba a un enemigo astuto, no podía dar paso en falso. — Tienes mi apoyo.

— Muchas gracias, de verdad. — Edith sonrió, estrechando su mano complacida. — Tenemos un trato, prometo ser la nuera que siempre quiso y su pequeño nieto o nieta lo adorará.

Anthony se frotó el entrecejo con los dedos, ahora tenía un gran dolor de cabeza encima.

Y, de nuevo, por culpa de Erick y su esposa.

Las voces de los participantes combinadas con los niños animaban el ambiente, Anastasia y Andrés habían ganado los primeros veinte puntos de la noche y se coronaron en primer lugar, seguidos de Charity yunto a su compañera Gilda en segundo lugar y el hiperactivo Kailani junto a su aún más hiperactivo compañero David.

La siguiente en subirse al escenario era una mujer de cabello castaño por encima de los hombros. — ¿Les ha gustado el primer juego? Porque todavía hay cuatro oportunidades más de ganar, yo soy Naomi Aguilar y el juego de esta noche se trata de algo que les gustará muchísimo, este juego se llama: Pelota por el embudo. A continuación nuestros ayudantes estarán colocando en medio de todos algunas bases con un embudo en la punta de cada una, a cada equipo se les dará un total de ocho pelotas, cuatro por cada participante, cada una de estas tiene como destino los embudos.

Cuando Anastasia revisó las pelotas se dio cuenta de que tenían su nombre y el de Andrés escrito en ellas.

— ¿Acaso mencioné que las pelotas serán lanzadas desde el escenario? — Dijo Naomi de repente, atrayendo la atención de todos. — Con antelación hemos organizado las mesas estratégicamente para hacer más fácil el juego, pero cada embudo tendrá su propio nivel de dificultad y estarán puntuados, a mayor distancia mayor puntuación. Luego se hará una suma y el equipo con el puntaje más alto será el vencedor de esta ronda, por supuesto, esta facilidad solamente es para los niños. — Se rió de repente, entonces entraron más hombres con embudos más pequeños y que colocaron más dispersos que los infantiles. — Estos embudos son para los adultos, ¿Qué dicen? ¿Ya están listos? ¡Pues a jugar!

Esposa del CEOWhere stories live. Discover now