01: Nice

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Joaquín siempre ha sentido curiosidad por aquel hombre, uno de los compañeros de trabajo y además buen amigo de su padre; el rizado alto, de voz grave y ojos chocolate.

Cada vez que asistía con su progenitor a las distintas fiestas de trabajo, solo presta atención a algo: Emilio Osorio.

Desde el momento en que lo conoció le impresiono, y bastante. Todos le mostraron respeto, al entrar en la habitación; se adueñó de la totalidad de las miradas, el mundo entero quería hablar con él.

Y el castaño comprendió el porqué. Emilio es uno de los jefes principales de la empresa, y ahora la primera ilusión del pequeño Bondoni.

[👑]

El toluqueño bajaba las escaleras vistiendo una amplia sudadera rosa y un par de shorts blancos un tanto ajustados y cortos, mientras andaba tarareaba una canción y meneaba su cuerpo al ritmo.

Sus acciones pararon en el penúltimo escalón.

Con asombro sus ojos se dirigieron hasta el hombre de traje sentado en el sofá de su casa, él bebía de una taza de café qué de seguro su madre se encargó de darle.

Las mejillas del chico se colorearon de rosa. Con algo de nerviosismo arregló un poco su cabello y ropa, sin despegar su atención de aquel hombre, corre hacia la cocina, se sirvió un vaso de jugo de frutas y bebió de este. Se dio vuelta y se disponía a regresar.

-Hola, Joaquín- la grave voz de Emilio lo hizo voltear.

Sus músculos se tensaron y rogó para que el mayor no se hubiera dado cuenta de la intención de huir que sentía.

-Hola, señor Osorio- pronunció con algo de timidez.

- ¿Puedes llamar a tu padre? Realmente no quiero que se nos haga tarde- al finalizar en su rostro se dibujó una sonrisa, algo que provocó que las rodillas de Joaco flaquearán.

Tras decir un débil "Sí", el castaño corrió hasta la puerta del cuarto de su progenitor, como como acostumbraba dio tres toques en ella.

-Papá, el señor Osorio te está esperando- dijo desde afuera de la habitación.

-Dile que ya voy, solo debo encontrar algunos documentos más...en cinco, no, en diez minutos estoy allí- respondió.

El pequeño caminó hasta la sala para entregarle el mensaje a Emilio.

-Mi padre ocupa 10 minutos más, necesita encontrar algunos papeles- recitó Joaquín al llegar a la sala de estar.

-Está bien, gracias Joaquín- agradeció mientras se recargaba en el sillón.

-No hay problema- el menor se quedó estático, mirando cada rasgo del hombre frente a él.

Y sin duda el pequeño no conoce la palabra "discreción".

- ¿Sucede algo? - al escuchar aquello apartó la mirada con algo de vergüenza.

-Nada, perdón- jugueteó con sus pies intentando despejar su timidez.

La ternura que provoca en el mayor es extraordinaria.

-Tranquilo, cariño- Joaquín abrió los ojos, y sintió que si estomago se alborotaba ante aquel lindo apodo- esa sudadera es linda- comentó el de ojos chocolate mientras bebía de su café.

- ¿Le gusta? - cuestionó con algo de ilusión.

-Me gusta como se ve en ti- al oír aquello la cara del más bajo se volvió de color rojo.

-Gracias- dijo Joaco mordiendo su labio inferior.





¿Cómo la ven?

Cuídense y besitos en sus frentesitas😘💗

Daddy | EmiliacoWhere stories live. Discover now