─Eres real ─dijo antes de volverse a dormir.

Casi un año después, volvían a presentarse delante de un juez para dar nuevamente el sí. La ceremonia religiosa la celebraron en una pequeña pero hermosa capilla, donde solo asistieron las personas más cercanas a ambos. Jayden acudió a la iglesia sin que nadie se diera cuenta, necesitaba verlo con sus ojos para darle un cierre a sus sentimientos.

Ella había sido solo el objeto de una fantasía sexual, lo tenía claro.

Yunho estaba adelante, vestido de etiqueta, guapísimo, esperando la entrada de BoA y cuando ella apareció, hermosa y radiante, su rostro se iluminó con una sonrisa. No pudo continuar allí, salió de la iglesia por la puerta lateral... con el rostro bañado en lágrimas y el corazón roto.

Yunho amaba a BoA de un modo que jamás la amaría a ella.

CINCO AÑOS DESPUÉS

─¡Papi! ¡Papi! ─exclamó un pequeñito de cinco años, corriendo hacia los brazos de su padre─. ¡Te extrañé mucho papi! ─le dijo dándole un beso en la mejilla, cuando éste le atrapó entre sus brazos.

Jayden observaba la escena desde el umbral, mantenía la maleta de Junho a su lado.

─¿Te has portado bien? ─preguntó Yunho al pequeño.

Junho movió la cabeza afirmativamente.

─¿Verdad mami? ─exclamó mirando a Jayden─. ¿Qué me he portado bien?

─Muy bien, cielo ─contestó ella sin moverse de la puerta.

Yunho abrió la puerta del maletero.

─¡Mira lo que tengo para ti! ─dijo, mostrándole un triciclo.

Los ojos de Junho brillaron de emoción, él se lo había pedido antes.

─¡Es el triciclo, mami! ¡El triciclo!

Yunho bajó al niño, luego sacó el triciclo del maletero. Trajo además un casco, y protectores. Jayden era muy estricta en ese sentido. Ya antes habían mantenido una pequeña discusión, cuando en una salida al parque, el niño se raspó las rodillas, por dejarle patinar sin protectores.

─Son solo las rodillas ─le dijo a Jayden tratando de restarle importancia al hecho─. Yo me las raspe muchas veces y mi madre jamás hizo un alboroto por ello.

─Hoy son las rodillas ─dijo Jayden con las mejillas encendidas─, mañana podría ser la cabeza.

─Estás exagerando, nunca le dejo patinar sin casco.

─Más te vale que así sea ─sentenció ella, cerrando la discusión.

Junho se subió al triciclo para probarlo, en ese momento Yunho se acercó a Jayden.

─Toma la maleta ─dijo ella─, iré por su mochila, la dejó en la sala.

─Jayden... espera un momento.

Cuando ella notó que Yunho no hizo ningún intento por tomar la maleta lo supo.

─Yunho, no puedes hacerle esto, le vas a romper el corazón.

Habló en voz baja para que el niño no escuchase.

─Lo recompensaré más adelante, lo prometo.

─Anoche él apenas durmió, deseando que amaneciera rápido para verte ─Jayden observó a su hijo con el rabillo del ojo, ajeno a todo, Junho seguía concentrando en su triciclo nuevo─. Es solo un fin de semana al mes, no puedes simplemente cancelar, él te ha esperado tanto.

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