○2○

27 5 0
                                    

La mención de la Sieyigrona y su utilidad fue sacada del libro el último deseo, saga de Geralt de Rivia, libro 1 de Andrzej Sapkowski. (Les recomiendo toda la Saga, esta súper buena).

Bundimun: Es una plaga casera, habitualmente delatada por su emanación de olor a podrido. Exuda una secreción que pudre todos los cimientos de la vivienda. En reposo parece un pedazo de hongo verdoso con ojos, se alimenta de la suciedad. Página 20 de Animales Fantásticos y donde encontrarlos por Newt Scamander.

Obviamente no le conto de su encuentro a James o Sirius, era incensario, aunque si se sintió algo nerviosos cuando alguno de los dos se escapaba de noche para tomar un baño, por algún motivo el hecho de que el rubio le mostrara su cuerpo a alguien más le resultaba repulsivo. No que lo considerara un acto de promiscuidad, pero se sentía celosos de que ese deseable trasero o aquellos pezones fueran vistos por alguien más, en especial alguien como Sirius o James, que ya se habían acostado con todas las personas dispuestas abrirles las piernas en Hogwarts.

Remus chasqueo los dientes mientras trataba de podar correctamente algunas hojas de Sieyigrona. La hierba crecía en lugares oscuros y servía para neutralizar cualquier toxina o veneno conocido, se usaba en múltiples pociones y era sin duda muy valiosa, tanto como un bezoar, pero era sumamente difícil podarla en la oscuridad absoluta. Maldijo mentalmente no poder utilizar alguna clase de hechizo de luz, en verdad le sacaba de quicio aquella asignación.

De repente alguien toco en la puerta del invernadero, la profesora Sprout se acercó para averiguar que quería la otra persona, no se le daría acceso porque eso permitiría entrar la luz y correr las cortinas de protección era un esfuerzo innecesario. Hubo algunos susurros incompresibles y luego de alguna manera, la profesora llego hasta el castaño indicándole que debía salir, era solicitado en la enfermería. Se quitó los guantes con una felicidad insana y salió después de los procedimientos necesarios. Encontró a Sirius recargado en la columna más próxima con una sonrisa maliciosa, llevaba el mapa del merodeador en una mano mientras que la otra estaba apoyada en su cadera de manera despreocupada.

-Qué tal si en vez de jugar a las escondidas con las hojitas de una planta rara mejor vamos a buscar a los demás y nos ayuda a jugar un partido de Quidditch?

Remus negó con una falsa sonrisa-El lunes tenemos examen de cuidado de criaturas mágicas, Dragones, especie, clasificación y mañana es luna llena, así que solo tengo hoy y el domingo para estudiar a profundidad.

El pelinegro suspiro-Bueno…Aun así podemos buscar a James, robar algo en la cocina para el tiempo que estemos estudiando y luego simplemente bajamos a cenar.

Mientras caminaban por los pasillos hacia las mazmorras se encontraron con un pequeño grupo de Slytherins. Bellatrix Black, Rodolphus Lestrange, Bartimius Crouch y Lucius Malfoy, los dos últimos prefectos apuntaban a los otros con sus varitas, obviamente impidiendo que estos se lanzaran hacia delante en un fiero combate.

No era secreto para nadie que Bellatrix y Rodolphus se odiaban desde que habían sido prometidos oficialmente en matrimonio. Generalmente era un odio político, silencioso y lleno de hipocresía, aunque siempre se podía escuchar algún rumor de que a veces aquellas dos serpientes se batían en fieros combates cuando nadie los veía. Al parecer los dos Gryffindors habían corroborado el rumor. Remus al que en verdad no le importaba en lo más minino el problema se adelanto unos pasos y toco el hombro de Crouch con suavidad.

-Necesito pasar…-Su voz, aunque suave mostraba que no había espacio para replicas.

Las serpientes se voltearon a mirarle con expresiones de incredulidad que no duraron lo suficiente. Bartimius se movió hacia un lado, abriendo el paso y a la vez inmovilizando a Rodolphus detrás de él, Remus le miro por algunos segundos antes de asentir levemente. Aunque las casas rivales nunca se llevaban bien, los prefectos tenían un pacto silencioso, el deber por sobre el odio, el buen comportamiento era primordial. El castaño no había dado ni siquiera dos pasos cuando toda la buena educación se fue al caño y no precisamente por culpa de los Slytherins.

-¿Acaso estamos presenciando una pelea marital?-Sirius se había inclinado ligeramente hacia delante, sonriendo abiertamente hacia su prima-No sabía que tuvieran ese nivel de pasión…

-¡Cierra la boca traidor!-La chica le miro con ira pero no se había movido de su sitio pues la varita de Lucius aun le apuntaba.

-Ow…Supongo que por fin el príncipe de las serpientes encontró un trabajo digno-El pelinegro se posiciono justo a un lado de Remus, había aprovechado la situación de Crouch al no poder moverse. Le dirigió una mirada burlona a Rodolphus y luego a Malfoy-El control de las plagas…

El rubio se movió con rapidez apuntando la varita directo a la garganta de Sirius, sin embargo, no contaba con que el castaño fuera aun mas rápido y se interpusiera en su trayectoria. La punta de la varita de Lucios se clavo dolorosamente en la mejilla de Remus, quien solo se limito a gruñir en tono bajo, la bestia había tomado el control por alguno segundos. Era algo que podía pasar un día antes o después de la luna llena, la transformación próxima hacia que la bestia estuviera a flor de piel, las emociones fuertes eran una especie de puerta al control del cuerpo en su forma humana.

El castaño sacudió la cabeza como lo haría un perro y luego aparto la varita con un manotazo. El rubio, al ser el único que estaba relativamente cerca y directamente de frente fue el único que se dio cuenta que los ojos del Gryfindor habían adquirido un tono dorado brillante semejante al de la miel contra el sol. El efecto se perdió inmediatamente luego de un par de parpadeos. Remus un tanto alarmado tomo a Sirius de la manga de la camisa y le jaloneo para que avanzara.

-Cierra la boca-Su tono estaba plagado de preocupación.

Bellatrix que hasta ese momento se había mantenido apartada se acerco hasta Lucius y le interrogo con la mirada. El chico, aunque mostraba una expresión de profunda seriedad, sus ojos grises estaban fijos en la figura de Lupin que se alejaba con el traidor de la sangre. Era obvio que le preocupaba que el castaño fuera a delatar su pequeño encuentro contra el intento de Bundimun que era Lestrange, pero no estaba del todo claro, ellos también debían encontrarse en clases. Si su primo vagaba por los pasillos definitivamente se había escapado de algún lado, si iban en dirección a las mazmorras estaría buscando a Potter, o en el peor de los casos a Severus. Maldijo mentalmente al pensar en la pequeña cosa terriblemente fea que era Snape, no le hubiera desagradado tanto si no fuera por su tendencia a perder puntos en enormes cantidades.

Amor bajo la lunaWhere stories live. Discover now