CAPÍTULO 4. BATALLAS Y MUERTE.

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Ambos están absortos contemplándose mutuamente, para ellos no existe nadie a su alrededor, y es cuando YiBo lo siente, sus ojos cambian de color alarmando a Xiao. — ¿YiBo que pasa?


YiBo suelta lentamente el rostro de Xiao y su expresión es de irritación, mira directamente hacia una estructura dentro del parque: un molino de viento.


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Mueve su cabeza como queriendo acomodar su cuello, la maligna presencia despierta los instintos de lucha del Capitán, sus manos se vuelven puño y sus alas se agitan, Xiao está confundido y no entiende lo que le pasa al Arcángel.


—YiBo, me estas asustando.


—No pasa nada.


—Pero...


—Zhan, todo está bien, deberías continuar disfrutando del parque.


El que YiBo le diga que todo está bien lo hace sentir a salvo y una calma inunda su cuerpo y su mente, su llanto se detiene, así que le da una hermosa sonrisa mientras asiente emocionado. Xiao comienza a caminar por el sendero y cuando se gira para buscar al Arcángel este ya ha desaparecido. —Tsk, siempre hace lo mismo —dice con un puchero mientras se encoge de hombros sin darle importancia a la desaparición de YiBo, quien ahora está sobre el techo del molino de viento justo enfrente del demonio que los acecha.


—Wow un Capitán —dice el demonio con una sonrisa de medio lado.


—El Duque...—le dice YiBo pasando su lengua por su labio superior —, será un placer deshacerme de ti Astaroth.


Con una carcajada y arreglando su traje negro Astaroth se acerca al Arcángel hasta quedar a centímetros de su rostro, suspira. —Castiel...mi querido y hermoso Castiel —se lame los labios para morderse el inferior antes de decirle: — Juguemos un rato bebé, y para cuando termine contigo tu cabeza estará bajo mi pie y desde ahí verás cómo absorbo el alma de ese humano.


Con sus brazos cruzados y extendiendo sus alas para evitar que el demonio vea a Xiao contraataca. —Pobre e inocente Astaroth, ¿En verdad crees que podrás conmigo?


El rostro del demonio muestra molestia y de inmediato se lanza por Xiao quien está de cuclillas admirando los tulipanes, pero Castiel evita el contacto y el humano siente una brisa repentina y un escalofrío, se pone de pie y mira en todas direcciones. — ¿YiBo?

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