[Free!] Future Daddy (RinHaru)

Capitulo 2 ~ Sorpresas

QUE ESTAS DICIENDO!! -El castaño de ojos verdes se sorprendió al ver aparecer a su mejor amigo con un bebe en sus brazos diciendo que era su hijo-

 

Había pasado dos semanas, pudieron apañárselas durante ese tiempo, le compraron ropa, comida y algún que otro juguete para que pudiera divertirse, no podían ocultar por mas tiempo la existencia del bebe y decidieron pedir consejo a sus amigos mas íntimos. ¿Como decirles a sus padres y a sus amigos que ese bebe era suyo? Era una idea absurda, ambos eran hombres, pero no podian negar lo evidente.

 

-El pequeño a pesar de ser como un recién nacido estaba tranquilo en los brazos de su madre "Haruka"- uuu..-miraba al chico tan alto castaño de ojos verdes y su alrededor curioso-

-Parpadea con el semblante serio como era de costumbre, había visitado a su mejor amigo al trabajo- que pasa?

Lo siento Haru, puedes repetirlo, se me hace difícil de creer...-estaba en su hora de descanso-

-Suspira profundamente- Rin y yo pasamos la noche juntos y al día siguiente este bebe estaba en la cama...

-Se acerco para admirar al niño de cerca- no podéis negar que es vuestro, se parece mucho a ti cuando eras pequeño Haru...jeje

Cállate...-mira a un lado, le resultaba vergonzoso recordar su niñez-

-El pequeño era pelirrojo de ojos azules, como bien dijo el castaño se parecía a su madre-

-Con una sonrisa acaricio suave la cabeza del pequeño- Es muy lindo, le habéis puesto un nombre? -Miro a su amigo-

Sakura...-tanto su pareja como el estuvieron de acuerdo con ese nombre-

Jaja es bonito...seguro que esto fue cosa de Rin...-dejo de mimar al pequeño bebe- sabes Haru...

-Mira al castaño queriendo escuchar su opinión- que ocurre?

-Niega con la cabeza- No es nada, solo pienso que tal vez era esta la estabilidad que necesitabais...

-El moreno miro a su hijo y embozo una leve sonrisa- tal vez tengas razón...

 

Mientras tanto en otro lugar, el pelirrojo le explicaba a su mejor amigo la historia, el moreno se empezó a reir a carcajadas creyéndose que se trataba de una broma, sin duda su amor por Nanase le había afectado a la cabeza eso pensaba el joven de ojos verdes claros.

 

Jajajajajajaj -se sujetaba el estomago de reírse- Rin, hacia tiempo que no me reía tanto

Idiota! -enfadándose al ver que su amigo no le creía- te digo que es verdad! tengo una prueba...-se saco el móvil del bolsillo y le muestra una imagen de su bebe- Mira! ahora me dices que es mentira...

-Miro algo sorprendido la pantalla el móvil, el pelirrojo pasaba imágenes para que las viera- Rin, esto es una locura...

Pues es real, no pienso abandonar a Sakura...-estaba dispuesto a hacerse responsable del bebe junto a su pareja- esto es lo mas preciado que tengo...-miraba la pantalla, una foto del pequeño Sakura en brazos de su amado Nanase- 

Ese niño te a tocado fondo, Rin...-sonríe al ver a su amigo mirando embelesado la foto de su bebe- eres demasiado sentimental...pero si estuviera en tu caso tampoco lo abandonaría y no puedes dudar que es tuyo, por mucho que se parezca a Nanase el color del cabello es idéntico...

-Asiente con el semblante serio- No estamos preparados para cuidarle, pero daremos nuestro mayor esfuerzo, por cierto, he de irme...

Esta bien...preséntame a Sakura algún día...-lo apoyaba aunque pareciera que lo regañaba-

S-si, nos vemos Sousuke -juntaron sus puños cerrados como era de costumbre de esa manera se despidieron y cada uno fue por su lado-

 

En la casa de Nanase, el moreno con un delantal puesto para no mancharse, preparaba el almuerzo caballa con arroz, lo mismo de siempre y que tanto le gustaba. Sakura jugaba tranquilo en una manta nórdica que había preparado su madre, el pelirrojo no tardo en aparecer por la cocina saludando a los presentes, se apresuro bastante, estaba deseando llegar a casa y ver a su amado delfín y su bebe.

 

Ya estoy en casa! -se acerco a Nanase para depositar un dulce beso en sus labios-

Bienvenido Rin -correspondió a su beso serio como de costumbre-

Otra vez caballa con arroz? podrías comprar algo de carne para variar...-quejándose del menú, pero siempre acababa comiendo lo que le ponía, era un gran cocinero-

Ahora tenemos que ahorrar para cuidar a Sakura y la caballa es un alimento muy completo...-moviendo la comida en la olla-

Donde esta Sakura? -miro por su alrededor-

Esta en la sala, es un buen niño...-era muy tranquilo, con cualquier cosa ya estaba distraído-

Sakura...-sonríe al ver al pequeño jugar con un peluche de un delfín- como esta mi renacuajo? -lo cogió en brazos, era muy feliz al ver la cara tan linda de su bebe-

-el bebe empezó a reírse cuando vio a su padre, lo reconoció enseguida, con el también se sentía protegido y le daba mucho juego-

ha comido ya? -jugaba con las manitas del niño, sentándole en sus piernas-

Si, hace un rato...-ponía la mesa mientras veía como jugaba su tiburón con Sakura, no podía evitar sonreír al ver tan tierna escena-

Sakura...dime papa...pa...pa...-miraba a los ojos azules del menor-

-Frunció el ceño intentando entender y repetir lo que decía- pa..mm...

Pa..pa...-le resultaba adorable viendo como intentaba hablar-

Pa..pa...papa...-repitió el pequeño sin mucha dificultad-

oh...-le brillaron los ojos al escuchar su primera palabra- Haru!! has oído eso? me acaba de decir papa! -emocionado hasta el punto de que le dieron ganas de llorar- muy bien Sakura...

Me alegro por ti Rin...-por alguna razón estaba tranquilo y parecía que no le emociono tanto como al pelirrojo-

Acaba de decir su primera palabra Haru, como puedes ser tan frió? -frunció el ceño-

-Suspira ya que no le quedaba otra alternativa que contárselo- estuve un rato intentando enseñar a Sakura hablar, pero esa no fue su primera palabra...

Por que no lo dijiste antes? rayos...-miro a los ojos del moreno- entonces si "papa" no es su primera palabra, entonces cual ha sido?

Caballa...-respondió directo-

HARU! -alzo la voz enojado por la confesión-

Estuvieron unos instantes discutiendo, el pelirrojo regañaba a Nanase y este ignoraba su enojo, el pequeño Sakura detecto que el ambiente estaba tenso y se puso a llorar, enseguida ambos hicieron las paces, aunque todavía les quedaba mucho por enseñarle.