Our Love, Our Photograhpy (2)

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Domingo, 2 de Enero 22:07 horas. 2015.

El agua la cubría hasta sus pechos. Sus pies se encontraban fuera de la enorme bañera de su habitación. Su pelo esta a recogido en un moño mal hecho, y sus ojos estaban cerrados. Las baladas se Ed Sheeran resonaban por todo el baño. La música provenía de la pequeña radio color negro situada en la ventana de la habitación.

Aunque estaba muy cerca, ella la escuchaba muy lejana.

Mientras cerraba los ojos, recordaba aquel momento, tan trágico. Aquel que le destrozó la vida. ¿Por qué se fue él?

En momentos como aquel, deseaba que él estuviera muerto, y así, por lo menos, estaba segura de que él estaba bien y que que la recordaria, pero saber que él estaba vivo, le destrozaba.

Recuerdame》se repetía ella.

Déjame permanecer en tus memorias, porque tu tienes toda la mía ocupada》era lo que se repetía cada noche desde que él se fue.

Como un rayo de luz, en una noche oscura, un recuerdo llego a su cabeza, y recordó, inconscientemente, aquel día...

Flash-back...

Salió de la pastelería. El frío que hacía fuera de esta la congelaba. Pasó sus manos por sus brazos intentando mantener ese calor corporal que todos tenemos.

Soltó un suspiro y pudo diferenciar humo saliendo de su boca. Definitivamente era un día frio.

Tomó la bolsa con fuerza y llegó con paso a su casa.

Las calles estaban transitadas, a pesar del frio que envolvía a la ciudad. Pero, estaba en Nueva York, ¿qué se podía esperar?

Abrió la puerta con cuidado. Velvet llego corriendo, ella lo acarició con suavidad. Soltó al perro y abrío la bolsa.

Tomó uno de los dulces dulces y se lo llevó a la boca. Eran los favoritos de él. Debería decirle que viniera a tomarlos von ella.

Sonrió al pensar en él.

Subió a su habitación.Velvet le seguía.

Entró con cuidado a su cuarto. Las imágenes de ella con Ross, su familia y sus amigos eran más que visibles en aquella hermosa pared blanca.

Tomó el teléfono fijo y llamó al rubio. Este no lo cogio. Llamó de nuevo. Nada. Lo intento tres veces, pero a su teléfono móvil. Ross no contestaba y Laura se comenzó a preguntar donde estaría.

Vanessa entró en la habitación. Tenía el rostro más que serio y se podía ver preocupación en su mirada.

-Vanessa...- dijo Laura cuando su hermana abrió la puerta.- ¿Qué pasa?-

-Laura, yo... toma- le entrego un sobre blanco, con un precioso sello rojo y una letra curva y elegante en ella, donde se podía leer "De: Ross. Para: Laura".

Vanessa salió del cuarto y Laura comenzó a abrir la carta. No entendía nada.

《Mantenemos este amor en una fotografía. Hicimos estos recuerdos para nosotros mismos. Donde nuestros ojos nunca se cierran, nuestros corazones nunca se rompen y el tiempo sigue congelado.

Así puedes guardarme, dentro del bolsillo de tus vaqueros rotos. Sosteniendome cerca hasta que nuestros ojos se encuentren.

Nunca estarás sola.
Espera a que vuelva a casa.

Puedes sentirme, dentro del collar que te compré cuando tenias dieciséis. -como reflejo, tomó entre sus manos el collar que él le había comprado hace sólo unos meses, el día de su cumpleaños- Junto a los latidos de tu corazón, donde debería estar. Conservalo dentro de tu alma.

Y cuando esté lejos, recordaré como me besasste, bajo la farola de la sexta calle. Nuestro primer beso.

Sólo espera a que vuelva a casa.》

Las lágrimas rodaban por sus mejillas sin si quiera pedir permiso para aparecer antes.

No sabía que hacer. Estaba en shock. ¿Podría ser su padre tan cruel? ¿Él realmente se iría? No podía. Ella lo necesitaba más que al oxígeno para vivir... ¿qué sería de su vida, sin él, a partir de ahora? Él no podía dejar a Laura así. Ella tenía que hacer algo al respecto.

Lanzó con furia y odio el sobre al suelo. Cuando calló, reconoció una foto, que voló del sobre hasta quedar bajo la cama.

Se puso de rodillas y sacó la foto. Sus lágrimas salieron más rápido cuando la vio. Era su foto favorita. La madre de Laura la había sacado sin que ellos la supieran. En ella salían Ross y ella, abrazados y sonrientes, mirándose el uno al otro.

Sin pensarlo, tomó la foto entre sus manos y salió de su habitación corriendo.

Ignoró los gritos de su hermana y salió de la casa, corriendo.

Estaba en la calle de Ross. Era un barrio muy poco transitado, para ser de Nueva York.

No había ni un alma en la calle, pero reconoció el lujoso coche negro del padre de Ross frente a su edificio.

Jack, el chófer, se encontraba esperando contra la puerta de este.

Distinguió la cabellera rubia salir del edificio, cargado de alguna maleta.

Estaba a punto de subir al coche, pero ella corrió a buscarlo. Se acercó y lo besó apasionadamemte. Sabía que ese sería el último beso, así que lo disfruto más que nunca. Las lágrimas de la joven se mezclaban con la lluvia, haciendo el beso muy salado, aunque, en otro sentido, era un beso dulce.

Se separaron pero él no la soltó.

-Recuerdame- le dijo él en un susurro.

-¿Volverás por mi?- le pregunté.

-Recorreria todo el mundo con tal de encontrarme- entonces, su padre tiró del brazo de Ross, hasta meterlo en el coche.

Se despidieron con las manos, y al ver el coche alejarse, se tiró de rodillas al suelo, y lloró sacando todas las emociones que contenía.

... fin de Flash-back.

Our Love, Our Photography |RAURA| (One Shot)Where stories live. Discover now