-cuidare siempre de ti, te protegeré y te amaré toda mi vida, te despertaré cada mañana con un beso y te envolvere en mi cuerpo en las frias noches, te recordare cada dia que eres lo más especial y lo más importante en mi vida tal como en un cuento de fantasia- Kris lo miraba a los ojos mostrando su sinceridas, usando un tono de voz suave y calido, los ojos de Tao se llenarón de lagrimas de felicidad dejando correr cada una de ellas, Kris seco cada lagrima con sus propios labios repartiendo millones de besos en el rostro del menor
-se mi principe, y yo prometó amarte por toda la eternidad- Kris sonrio y lo beso como respuesta, un toque hermoso y delicado donde sus labios danzaban una melodia creada solo para ellos
Las manos de Kris se decisierón de la ropa de ambos dejando que se deleitara con el cuerpo perfecto del menor, sus labios fueron a parar al pecho de Tao saboriando la dulce piel, ataco sus morenos pezones con suaves mordidas haciendolo gemir, amaba la voz de Tao y escucharlo gemir lo llevaba a la gloria, Tao dejaba que sus manos exploraran el cuerpo de Kris rozando sus dedos contra la tersa piel del mayor, en ese justo momento no existia nadie más que ellos, llenandose de besos y caricias, donde dos almas se conocian y dos corazones caian al encanto de una nueva historia de amor, La biblioteca era inundada por suaves gemidos llenos de pacer, el tiempo se habia parado haciendo ese momento eterno siendo grabado por ambas mentes.
Kris ensalivo tres de sus propios dedos para estar bien seguro de que estuvieran lo suficientemente mojados mientras Tao se dedicaba a atacar su cuello con besos suaves dejando pequeñas marcas y sus manos tocaban el abdomen bien trabajado del rubio, cuando sintio el primer dedo en su interior dejo salir un gritito de dolor clavando sus uñas en la espalda del mayor, el segundo y el tercer dedo fueron aun peores, sus ojos clavados en los de Kris y sus labios abiertos aspirando todo el aire posible, Kris volvio a besarlo tratando de hacer desaparecer ese horrible dolor que atacaba a su pelinegro
-estoy listo...- su voz salio apenas en un susurro erizando la piel de Kris
El rubio saco sus dedos y dirgio su miembro a la entrada del menor, entonces lo abrazo y Tao hundio su rostro en el cuello de Kris, el mayor adentro poco a poco su miembros sintiendo que las paredes de Tao lo asfixiaban pero se sentia realmente genial, cuando estuvo completamente dentro ambos soltaron un gemido de alivio, por suerte Tao estaba soportando el dolor muy bien.
Kris empezo a moverse lentamente cuando sintio que Tao empezaba a destensarse, se sentia realmente delicioso y los dos lo estaban disfrutando al maximo, Tao movia sus caderas en circulos haciendolo doblemente delicioso, Kris salia y entraba en estocadas rápidas pero delicadas
-mmmg... allí- bien, habia encontrado aquel punto que haria a su conipanda llegar al paraiso, entonces Kris aumento la rapidez golpeando sin piedad aquel punto- Ah! K...Kris- Tao mordia su labio inferior y Kris atacaba sus hombros marcandolo como suyo
-aghhh... tao... me vuelves loco- Sus manos estaban a cada lado de la cabeza de Tao dandose apoyo para no caer y mantener el ritmo rapido que habia adoptado, Tao tenia las manos en su cintura pegando más ambos cuerpos y sus piernas abiertas al maximo dandole el suficiente espacio y con ellas mismas se apoyaba para aumentar los movimientos circulares en sus caderas, una de sus manos bajo a su miembro acariciandolo al ritmo de las embestidas de Kris
-KRIS!!!!- Tao se corrio arqueando su espalda y cerrando sus ojos fuertemente, Kris ataco sus labios en un beso más profundo y se corrio ahogando su gran gemido en la dulce boca de su pelinegro
-Tao... este es él inicio de nuestra historia- Tao lo abrazo dejando que Kris reposara su cabeza en su pecho, ambos estaban agitados y cansados pero sumamente felices
-y sera la más hermosa de todas- su mano acariciaba los mechones rubios del mayor y sonreia como nunca lo habia hecho
Justos recorrerian un largo y hermoso camino donde se conocerian aun más y vivirian mil cosas para entonces algún dia decirse el uno al otro... Te amo.
Capitulo 27: El conipanda y su principe
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