Caelum ~ {Nomin/Markhyuck}

25: Entre el cielo y el infierno, parte 2

Jaemin quiso reír de felicidad, y quiso llorar de miedo.

Jaehyun intentó llegar hacia él, gritándole que le desataría, pero se detuvo para alejar al gigantesco lobo que estaba encima de Taeyong.

Jaemin quería sentirse feliz, quería pensar que esto era lo justo. Pero algo dentro de él le decía que conocía a todas estas personas. El beta de gran tamaño que estaba con el cuello destrozado en el piso, a menos de un metro suyo, fue quien le dijo por primera vez a Jaemin que sería un bonito omega cuando creciese.

Jaemin los conocía. Y ellos conocían a Jaemin, pero estaban atados y amordazados por un lazo fuerte que unía a toda la manada, ellos nunca podrían ir en contra de su gente, a menos que rompiesen el lazo y eso era extremadamente doloroso.

Jaemin lo había hecho. Tardó en darse cuenta de ello, pero lo hizo hacía pocos días. Fue cuando recostado junto a Jeno buscó algo más familiar que él, y solo encontró... Nada. Extrañamente el lazo con su manada se había roto en pequeños trozos, deshilachado como un hilo viejo, mientras lo que le unía a Jeno y a sus bebés era extremadamente poderoso.

En realidad, si Jaemin hubiese seguido conectado a su manada, él mismo se habría cortado el cuello si esa hubiese sido la orden del alfa.

Nunca se dio cuenta lo enfermizo y siniestro que era la unión entre lobos, hasta ahora. Pero el Doctor Park no tenía el mismo problema, él solo hablaba maravillas del joven alfa que dirigía su manada, con mano justa y sin sobre poner su voluntad.

Jaemin sintió envidia, no. Era otra emoción, la reconoció como recelo y pena. Sintió un odio descomunal al hombre que observaba todo con perplejidad, sin meterse entre el lío de vampiros y grandes lobos que se estaba dando frente a sus ojos.

El mundo se detuvo y Jaemin quiso, deseó, poder ser libre para ser él mismo quien le arrancase el corazón del pecho a su Alfa Líder.

Un grito desvió su atención de ese hombre. Giró la cabeza hacia aquel sonido y se encontró con el cuerpo de su padre convertido en una enorme bestia, incluso del doble del tamaño que un alfa promedio.

Pero otros dos lobos lo tenían suficientemente ocupado para notar como un beta no muy grande estaba luchando en el suelo contra Doyoung, Jaemin ahogó un grito nervioso, quiso cerrar sus ojos para no ver como los dientes del lobo se cernirían encima del cuello del vampiro. Entonces algo sucedió, un lobo de pelaje oscuro, con vetas marrones saltó entre los pinos que rodeaban el territorio y empujó al beta para alejarlo de Doyoung.

Jaemin solo pudo llorar con fuerza.

Hermano.

John estaba traicionado a los suyos por Jaemin. John acababa de salvar a un enemigo por Jaemin.

-¡Jaemin!

Jeno gritó desde el frente, acercándose con avidez hacia él.

Una sonrisa tensa en su bonito rostro masculino. Si Jaemin no conociera a Jeno pensaría que definitivamente era el mismo monstruo sediento de sangre que él había temido encontrarse de pequeño. Pero Jeno sonreía por él, para calmar el miedo de Jaemin.

Jeno solo podía ver a Jaemin, no le importaba la catástrofe a su alrededor, él podría ser llamado egoísta, lo era y no se cohibía por ello. Pero jodidamente quería tener a Jaemin en sus brazos, sacarlo de allí hasta asegurarse de que estuviese a salvo.

Y sonrió un poco más, sabiendo lo mucho que a Jaemin le gustaba cuando sonreía solo para él, y pensó seguir haciéndolo... Hasta que su sonrisa se volvió difusa y el pánico ascendió por sus tripas.

-¡No, no, no!- gritó, comenzando a correr, haciendo añicos con sus garras a cada persona que impedía su camino.

Siguió mirando a Jaemin, pero sus ojos fueron por un segundo hacia el hombre que levantando el arco del suelo y, quitando la flecha que Jeno mismo había incrustado en el alfa que había querido disparar a Jaemin, tensaba el arco con ella y apuntaba directamente hacia el árbol, hacia la cabeza de su amado.