—Ikuya, mañana empiezan de nuevo los entrenamientos, ¿Cómo te sientes al respecto? Después del último incidente...
—Viste la lista, ¿No es así? No dejaré que mi salud se interponga, el doctor dijo que podía hacerlo después del descanso, no me quedaré atrás
—Eso es admirable, pero no te exigas demasiado. Tienes un buen potencial y podrías ir global si te lo propones

Asintió a sus palabras, era algo que siempre le recordaba y el estaba consciente de lo que se refería, después de todo el incidente pasado fue algo de que preocuparse y aunque quisiera no estaba seguro si podía recuperar el paso que ya llevaba antes. Noto al grupo que había entrado y salió a las mesas de afuera, la risa del pelirrojo era suave y apoyaba su brazo en los hombros de un castaño alto, del otro lado no se lograba ver quién los acompañaba.
Hiyori volvió a levantarse para ir al baño y en ese momento su orden llegó a su mesa, agradeciendo a la mesera, tomo el popote envuelto en en plástico,  empujándolo suavemente por la envoltura para hacerlo salir. Su mirada se levanto y por la puerta paso uno de los chicos que estaba en la mesa de afuera, está vez dejo a la vista quien era el tercero y pudo verlo con claridad, quedándose congelado en su asiento, su rostro era bastante parecido, claro que se notaba que había madurado y esa mirada...tan serena y azul como el agua.

Sus ojos no podían creerlo, pero al ver al otro chico con el, supo de inmediato que no era un engaño de su mente ¿Cuáles eran las casualidades de que esto pasara? Su cuerpo estaba entumecido, quería saltar y correr a el, gritar su nombre para que sus ojos se fijarán en el, pero no se movia, no respondía a lo que quería hacer ¿Que es esto?
Tomo todas sus fuerzas y soltó lo que sostenía, haciendo el esfuerzo por levantarse, pero en eso Hiyori llegó y por alguna razón se detuvo, volviendo a su asiento

—Ikuya prueba tu bebida. ¿Que pasa? Parece que viste a un fantasma—Rio levemente y noto que la mirada del peliverde estabas fijada en las personas de afuera —¿Acaso esas personas te hicieron algo? Sabía que no debí dejarte solo si te hacen sentir incómodo podemos irnos

Negó con la cabeza, no podía irse cuando el lo estaba esperando ahí o al menos eso esperaba ¿Que sucedía si no lo había contactado por qué ya no quería hablar con el? ¿Que tal si ya no quería saber nada más de el?
Un sentimiento de tristeza lo invadió, pensando que si ese era el caso no iba a poder soportarlo y ahora no quería acercarse con ellos por miedo a no ser aceptado de nuevo

—Yo...creo que los conozco
—¿Crees? Yo no los recuerdo
— Tu no los conoces, son compañeros de Iwatobi
—Oh...acaso son los que...¿No habías dicho que te dejaron de hablar?

Con manos temblorosas agarro su vaso y coloco el popote, dando un sorbo pequeño a su bebida. La mirada del chico enfrente de el había cambiado por completo

—No te preocupes, ellos no podran hacerte nada mientras yo esté aquí contigo, no volverán a lastimarte. No pienses en ellos, me tienes a mi ¿Quién los necesita?
— Entonces...no debería estar mal si quiero hablar con ellos...
—¿Que dices? ¡Claro que no está bien! Por qué les darás esa oportunidad de olvidarte, ¡capaz y ya ni sé acuerdan de ti! Se hubieran acercado, no debería ser de otra forma
—P-pero de eso ya lleva años, hemos cambiado...sería entendible que no me reconocieran

Las palabras del otro chico se metían en su mente, haciendo que le creyera ¿Y si lo reconocieron? ¿Y si no se acercaron por qué no quieren interactuar con el? Sus manos se apretaron en el vaso y mordió su labio, sintiendo las lágrimas acumularse en sus lagrimales

—Talvez haya...quiero creer que hay oportunidad
—No te ilusiones, quién podría olvidar tu lindo rostro, en escencia sigues siendo igual. Si pasaran los años, mi corazón te reconocería al instante
—No todos tenemos buena memoria o no préstamos atención a lo que hay a nuestro alrededor ¿No es así?
—Pudiera ser, pero tú precencia no es una que puedan ignorar
—¿No estás siendo muy extremista?

Las manos del castaño golpearon la mesa, haciéndolo brincar junto con todo lo que estaba sobre ella, lo vio levantarse mientras llevaba sus cosas para la barra, escuchando claramente como los pedía para llevar. ¿Que esta pensando? Intento volverse a parar pero en instantes tenía su presencia a un lado suyo, poniendo una mano en su hombro

—Aun no te levantes, espera aquí
—¿Por qué la urgencia de irnos? No tienes necesidad de hacer algo así solo por qué quieres
—No te puedes distraer, mañana vas a entrenar ¿No es así? Es mejor irnos y será mejor que los olvides, tu camino está muy lejos del suyo, no tiene caso mezclarse con alguien  que no vale la pena

Les entregaron las cosas y yo su mano, jalandolo fuera de la cafetería, su vaso en la otra mano. Quería detenerse ¿Porque lo jalaba de esa forma?

—¡Hiyori sueltame me estás lastimando!

Tiro de su brazo para salir de su agarre, dando un paso atrás. Al diablo lo que el pensara, no se quedaría con la duda, dando media vuelta fue a la mesa de los chicos y llamo su nombre, esperando que respondiera y lo reconociera

— ¡Ha-Haru! Haruka Nanase, ¿verdad? S-soy...
—¿Ikuya?

Su aliento se quedó atorado en su garganta al escucharlo pronunciar su nombre con esa voz, sus ojos lo veían con atención, lo estaban viendo y solo pudo asentir pero Hiyori ya estaba a un lado suyo, envolviendo su hombro con su brazo

—Ya nos íbamos, ¿No? Tenemos cosas que hacer

Miraba por sobre su hombro hacia la figura en la mesa, no pudo decir nada más mientras era arrastrado hacia el otro lado de la calle, tenía que bajar manera en que pudiera volver a verlo, ¿Pero como?

—¿Por qué hiciste eso? ¿Que te sucede?
—¡No permitiré que seas lastimado! No los necesitas, me tienes a mi
—Tu no puedes decidir eso
—Recuerda que tú hermano te encargo a mi ¿Que le diré cuando pregunté el por qué su hermano está destrozado? ¿Por qué no ha mejorado en lo que se propuso? ¿No quieres decepcionarlo o si?

Mordió su labio y negó, deteniendose un poco en sus paso, ya había dejado de jalarlo. Su hermano....no podía hacer que dejara todo de lado solo por venir a verlo, sabía que debía estar mejor para no preocuparlo. Continuo caminando con el hacia la estación en silencio, no lo podía dejar de pensar, el verlo ahora solo había reavivado lo que sentía, pero ¿Y si él no se sentía igual? Le dolía de solo pensar que solo el fue quien se quedó prendido a ese sentimiento.

Llegó a su casa, dejando las cosas que le había dado Hiyori sobre la mesa para ir a acostarse a su cama. Fueron demasiadas emociones por un día, se encontraba confundido y con el corazón lleno de emoción, el cansancio lo llevo a cerrar sus ojos, esperando que al día siguiente pudiera verlo otra vez.

Un ReencuentroWhere stories live. Discover now