Su mundo y el test, parte 1

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Hacía rato que buscaba, entre sus pertenencias, un objeto especial. Sabía que tenía que estar por allí pero no lo encontraba. Después de unos, casi cinco minutos revolviendo todo su armario, lo encontró. Una pequeña pulsera de color granate hecha con hilos luminiscentes. Seguramente pensó que había tenido mucha suerte de encontrarla, ya que no era la primera cosa que perdía en su inmenso armario.

Salió del cuarto con la corbata, de color verde nacar, mal puesta y observó su entorno. Su habitación era el triple de grande en comparación a su armario y tenía una ventana desde su librería hasta la cama, enmarcada por dos cortinas de color blanco, que daba a la parte sur de Aosia. Aunque él hubiera visto su habitación cientos de veces ésta era, sin duda, la vez más especial. Por primera vez se daba cuenta que su estancia en aquella casa había sido muy gratificante a la vez que maravillosa.

Calzó los zapatos más elegantes que tenía y se preparó para no volver, no sin antes haberse despedido de sus padres. Su padre ese día estaba de especial buen humor y le preparó su desayuno favorito: Jugo de kiwi y fresas con unos huevos revueltos.

- ¿Se puede saber porque llevas el uniforme de color? - Le dijo señalándole con la cabeza la ropa de color amarillo triste.

- Pues por el mismo motivo por el que tú llevas esta corbata tan fea- Le dijo acercándose para ponerle mejor, pero León con desgana se la quitó.

- Hoy es un día especial, es normal que quiera acompañar a mi hijo con una pieza como aquesta.-Contaba mientras ajustaba los botones de la camisa.

Entre las dulces palabras de su padre se sentían los pasos ágiles de su madre que bajaban las escaleras con prisa. Ella llevaba toda la ropa de color blanco marcando su estatus social como Exploradora.

- Ya sabes que hagas lo que hagas en el test siempre podrás visitarnos.- Seguramente él esperaba que le dijera que seguiría amándolo pero su madre era fría así que él lo comprendió.

El test era bastante fácil. León nunca se había preocupado en exceso de este pero sus padres le habían dado clases de cómo pasarlo. El test consistía en un examen mental y otro físico. El de personalidad siempre era el más fácil, más fácil de hacer y de evaluar. El de reacción en cambio no tanto.

- Se comenta que este año las afueras son más peligrosas. - Comentó el padre mientras miraba con preocupación a su mujer.

- Estoy seguro de que volveré con una bata blanca. No se preocupen- Y con estas palabras dejó de comer para ponerse la chaqueta y salir por la puerta caminando junto con sus padres.

Por las calles se podían ver muchos chicos y chicas que hacían el mismo camino, lo único que tenían con común es que todos tenían dieciséis años. A la mayoría les acompañaban adultos y muchos de ellos vestían con la ropa oficial: blanca, amarilla y naranja.

Después de un buen rato caminando llegaron. Era un edificio blanco muy alto. León siempre pasaba por delante para ir a comprar comida en las tiendas de los Naranjas. Le gustaba el olor que desprendía el aire contaminado por las esencias culinarias. Pero ese día no olía a nada, como si todo el mundo hubiera estado esperando con atención lo que pudiera pasar con las futuras generaciones.

- Parece que tenemos de despedir aqui- Dijo y fue a abrazarlos, primero a su madre y luego a su padre.

- Tengo la sensación de que todo irá bien.

- Yo también lo creo- Afirmósu madre. Aunque más que un tono alentador parecía una amenaza.

La leyenda de AosiaWhere stories live. Discover now