Capítulo 05.|Segunda oportunidad.

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—Deja de defenderlo, yo nunca permitiría que mi madre se fijara en un tipo como tu padre.

La verdad es que no la entiendo, hace una semana atrás estaba demasiado contenta con la idea de nuestros padres juntos. ¿Y cómo que con un tipo como mi padre? Ya quisiera su madre.

—Ojalá. ¿Por qué sabes qué? Yo tampoco permitiría que mi padre estuviera con tu madre, sería una pérdida de tiempo.

Y tan rápido que no lo vi venir me tiró el café caliente encima quemándome todo el abdomen. Abrí la boca bastante sorprendida y decepcionada de esa persona que alguna vez se dejó llamar mi mejor amiga. Todos miraban la escena que se estaba reproduciendo y la cara de Jessica era un juego. Estaba sorprendida por lo que hizo y no sé si puedo decir que arrepentida.

Unos pasos que corrían hacia mí me hicieron quedarme clavada en el mismo lugar.

—¿Debs?—Justin estaba plantado delante de mí tomándome por los brazos con asombro.

—¿Ves? Él siempre tiene que venir en tu rescate.—Dijo como si hubiera comido algo sumamente amargo.

La miro totalmente dolida.

—¿Pero qué mierda te ocurre Jess? Eso está muy caliente.—Dijo Justin preocupado a mi lado.

Mi piel está ardiendo por el caliente del café, pero yo no podía moverme hasta decirle algo. Negué con la cabeza y con algunas lágrimas apunto de salir, mientras que todos aún estaban de espectadores en los lados.

—No sé porqué me sorprende, si simplemente ya no eres la misma.

Corrí fuera de la vista de todos, necesitaba quitarme este ardor antes de que me haga una cicatriz en la piel. Entré al baño de las chicas y corrí al lavamanos abriendo el grifo y lanzando agua a mi cuerpo, me estaba quemando.

La puerta se abrió rápidamente y Justin estaba frente a mí.

—¿Qué estás haciendo aquí? Es el baño de chicas y si te encuentran aquí puedes...

—Me importa una mierda Debs, tú estás con café caliente sobre tu cuerpo y no puedo dejar que te pase nada. Déjame ayudarte.

Aún con el ardor sobre mi piel no podía dejar de verlo con admiración. Es una delicia de hombre. Mirándolo fijamente a esos ojos que tanto amo, asentí sin saber que más hacer.

—Te vas a mojar toda, ven dejame ayudarte.—Dijo acercándose a mí.—Levanta los brazos para sacarte la blusa.

Me sonrojé al instante. No puedo dejar que me vea en ropa interior, que vergüenza. El notó como mi cuerpo se tensó y sonrió despacio.

—Debs, nadie mejor que yo conoce tu cuerpo, lo tengo grabado en mi memoria centímetro por centímetro, no debes tener vergüenza y menos conmigo nena.

Con mi rostro más rojo que un ají picante levanté los brazos dejando que sus fuertes manos tomaran el borde de mi blusa y la sacara por mi cabeza, dejando al descubierto mi sostén negro de encaje. Un momento de silencio se formó y yo la verdad estaba demasiado avergonzada, Justin no dejaba de mirarme y no sé lo que se le está pasando por su cabeza. Negó la cabeza como si estuviera sacando algún pensamiento y sonrió de lado tomando la blusa y mojándola en el lavamanos.

—¿No es esta una de tus blusas preferidas?—Habló mientras sus hermosas manos pasaban por mi blusa mojándola en el agua.

—Era, ya no queda nada de ella.—Susurré apenas audible.

—No entiendo a Jessica.

Suspiro.

—A mí ya dejó de importarme. Estoy cansada de todo esto.

Ámame Sin Importar Qué #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora