-Hola Eltanin, soy Scorpius, tu hermano. -le susurró como si de un secreto se tratase-. No te preocupes, yo voy a cuidarte. -sentenció sosteniendo débilmente la mano de su hermanito.

Todos los que estaban presentes se conmovieron ante las inocentes palabras del menor. Harry miró al pequeño rubio con lágrimas en los ojos y luego miró a su esposo que estaba igual que él.

-¿No quieres conocer a tu hermanita? -preguntó Harry. Scorpius miró a su mami y sonrió acercándose lentamente hacia él.

-Hola Eleonor, soy Scorpius. -la miró detenidamente. -Te voy a proteger de todos los niños que quieran ser tus novios, ellos no te merecen. -dijo seriamente a la pequeña, que abrió sus ojos mostrando su heterocromía, un ojo verde-esmeralda y el otro gris, asombrando a todos-. Sip, no novios para ti.
Eso último logró que todos rieran, ya sabían quien sería el celoso sobre-protector.

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Diez años después.

Scorpius Malfoy miraba seriamente a Alexander Zabini Weasley, el segundo hijo de su padrino Blaise, ese mocoso estaba enamorado de su hermanito y no iba a permitir que Alex se saliera con la suya.

-Scorp, deja de mirar a mi hermano así y préstame atención. -reclamó divertido su novio, Luka-. Si no me prestas atención iré junto a Ryan. -dijo aún divertido, levantándose.

-Ni se te ocurra. -sentenció agarrándolo de la cintura para sentarlo en su regazo-. No quiero que te acerques a Parkinson, ¿me oíste? -lo miró con un puchero adorable.

-Eres tú quien no me deja opción, Scorpius. -reclamó con el ceño fruncido-. ¿Cuándo podemos decirle a todos que somos pareja? -preguntó mirándolo seriamente.

-Aún no estoy listo, Luka. -sentenció, mirando hacia el jardín donde se encontraba su familia.

Era domingo, y como era costumbre, la familia Zabini-Weasley, Parkinson-Granger y los Weasleys se reunían, esta vez en la Mansión Malfoy-Potter.

-Pues yo sí. -lo miró molesto-. Y sé que Ryan también... Escucha Scorpius, te amo.- eso sorprendió al rubio-. Pero no voy a estar ocultándolo sólo porque tú no puedas decirles a tus padresque cabe destacar son dos hombres- le miro seriamente.-. Que prefieres estar con hombres que con mujeres. -se levantó lentamente de encima de Scorpius-. Si no te decides, no vuelvas a buscarme. -Se retiró de la habitación de Scorpius.
El rubio miró como Luka se iba y suspiró frustrado, amaba al pelinegro pero no estaba listo para decírselo al mundo, mucho menos a sus padres.

-Scorp, ¿puedo pasar? -al tener la aprobación de su hijo mayor, Harry entró lentamente-. ¿Qué te atormenta, mi pequeña serpiente? -miró dulcemente al joven sentado frente suyo.

-Ya no soy pequeño, Ma. -replicó sonrojado el rubio.

-Sabes Scorp, cuando quieres a alguien debes luchar por ello. -le sonrió-. A tu padre y a mi lo único que nos importa es tu felicidad, y si Luka es quien te hace feliz, nosotros te apoyaremos. -Se levantó dispuesto a irse-. Jamás olvides que te amamos tal y cual eres. -Le dio un beso en la frente y se dirigió hacia la salida.

-Muchas gracias, Ma. -sonrió-. Luka, espero que no te arrepientas de elegir, porque no voy a dejarte ir. -Se levantó y se dirigió al único lugar donde sabía que encontraría al pelinegro.

-Luka, ¿podemos hablar? -preguntó una vez entró en la gigantesca biblioteca de la Mansión-. Sé que no me comporté como era debido, y que a causa de mis miedos de decir la verdad te herí. -Se acercó al oji-azul que lo miraba seriamente-. Pero ya estoy listo para decirle al mundo entero que eres lo que más amo en toda mi vida. -Luka miró con los ojos llorosos a Scorpius, quien se le acercó y lo abrazó-. Luka, te amo.

||¿Quieres ser mi mami?||Where stories live. Discover now