Capitulo 44: Nadja Juliett Dursley

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Ante todo el gran comedor apareció una joven de trece años, su cabello rubio era largo y algo enrulado, sus ojos azules brillaban con la luz del gran comedor, habia algo en ella que despertó cierto aire de reconocimiento  en Harry que intentaba ubicar  en su memoria.
— hola, mi nombre es Nadja Dursley.
Hablaba con una voz segura pero al mismo tiempo había cierto tono de reserva en su voz como si estuviera obligándose a sí misma a estar parada ahí frente a un montón de desconocidos  que la observaban con curiosidad en algunos casos y con indiferencia en otros 
— Julieth – se escuchó la voz de Hugo desde la mesa de invitados
— Nadja Julieth Dursley- repitió la chica incluyendo ahora su segundo nombre
— ¿Dursley? – pregunto con curiosidad Hermione, solo había escuchado de una familia con ese apellido, los tíos de Harry
— Soy sobrina de Harry – confirmo la chica con una sonrisa, excluyendo por supuesto a aquello que sabían de los tíos de Harry, el resto no entendía muy bien porque sus amigos lucían tan extrañados.

En cuanto a Harry no sabía si reírse por la ironía o preocuparse por ella, realmente estaba confundido, los Dursley eran muy intolerantes ante la magia, solo esperaba que la niña no hubiera pasado nada de lo que el había pasado viviendo con sus tíos.
— Mi padre es Dudley Dursley, mi madre es Alaila Rossel -
— ¿Alaila? – Harry la recordaba, ella era hija de una de las maestras de la escuela a la que iba con Dudley, estaba un año debajo de su curso pero recordaba que siempre deseo que la maestra Ana diera clase a su grupo, había sido siempre amable con él y su hija intentaba ser su amiga, pero él siempre lo evito porque la banda de Dudley molestaba a quienes se le acercaban.
— La recuerdas – sonrió Nadja, era una lástima que no fuera posible llevar a sus padres, su mamá se había puesto tan feliz cuando vio al tío Harry, pero tenían razón su padre tendría que madurar antes de volver a verla de lo contrario podría ser que ella jamás se enamorara de él.
— la recuerdo aunque no la he vuelto a ver desde que entre a Hogwarts
— en estos momentos debe estar en su colegio, una institución para señoritas que según ella misma, siempre odio.
Nadja pudo ver una mueca en el rostro de su tío,  sabía lo que estaba pensando.
— Papá maduro tío, es verdad que al principio fue difícil para el asimilar toda la situación, pero no fueron tan mal las cosas, y mamá… bueno ella se reencontró con él muchos años después de que tu dejaras la casa de los abuelos él se había esforzado por ser una mejor persona, no te voy a mentir yo no había escuchado de ti o de la tía Lily antes de mis diez años, pero creo que era más por cosa de los abuelos ya sabes…
— A ellos no les gustan las preguntas – dijeron al mismo tiempo. – entonces como fue que la magia volviera a la vida de los Dursley.
— supongo que difícil, no lo sé jamás pensé mucho en ello yo solo entendí porque los abuelos eran fríos conmigo, no malos ni crueles solo eso fríos, papá estuvo turbado unos días, mamá estaba algo confundida pero ella es la que mejor se lo tomo, además averiguamos que mamá desciende de una familia mágica, pero que se fue perdiendo debido que al casarse entre primos por mantener la sangre pura, sus hijos comenzaron a nacer siendo Squips, algunos abandonaron el mundo mágico con el paso de las generaciones dejaron de hablar de sus raíces.
Algunos sangre limpia se horrorizaron ante la información sobre los squips, se suponía que el matrimonio entre familiares mantenía la sangre pura, no engendraba algo parecido a un squip.
— Y en qué casa estas – continuo preguntando Harry  que se es contra bastante curioso por conocer a su futura sobrina.
— estoy en Ravenclaw – dijo con un tono que denotaba el orgullo que sentía por su casa - Hugo es mi mejor amigo – continuo hablando la chica, habia sido tan reconfortante para ella estar en la misma casa que él, lo había conocido un año antes de entrar al colegio días después de la visita que los Potter habían hecho en su casa, cuando la invitaron a pasar el ultimo día de verano en la casa de los abuelos Weasley y casi de inmediato se sintieron cómodos el uno con el otro su amistad se había fortalecido con el paso del tiempo y ella no podía concebir su vida sin él. 
— Tú también eres mi mejor amiga Nadjieth – sonrió el chico consiente de que a ella no le gustaría que la llamara de ese modo
— Hugo por favor, deja de llamarme así, es ridículo – ella quería sonar realmente molesta pero en ocasiones le resultaba demasiado difícil ser dura con él, Hugo era  una de las personas más especiales de su vida, 
— De acuerdo – dijo con una sonrisa, lo que le advirtió a Nadja que no lo dejaría de hacer.
— Entonces tú eres Nad.
— Si, un gusto conocerlo de nuevo – a Ron le estaba molestando un poco que le hablaran de usted, era extraño el tenia dieciséis años y estos chicos insistían en llamarlo señor.
— Así que eres tú con quien Hugo juega ajedrez – la sonrisa de Hermione era enorme, veía en los ojos de su hijo una enorme luz cada que le dirigía la mirada, su sonrisa cuando le hablaba.
— es muy bueno, pero debo decir que soy mejor.
— ¡Hey! Eso es mentira – se defendió el chico, en realidad hasta ahora no sabían muy bien quien era mejor ya que por cada vez que le ganaba ella, le ganaba en la revancha.
— eso ni tú te lo crees primo, mi prima te da miles de vueltas.
— eres un adulador con tus primas Al, lo sabes verdad.
— yo solo les digo la verdad ¿es mi culpa que ellas sean geniales?
¬— este chico, siempre nos deja mal parados, enserio hermano no puedes ser más adorable.
— Yo no soy adorable – dijo Albus poniendo su mejor cara de malo
— bueno muchas chicas estarían en desacuerdo con eso – comento Rose como que no quiere la cosa.
— ¿es en serio?, como se puede ser un Slytherin respetable si los demás piensan que eres adorable – intento sonar serio pero su gesto era como el de un pequeño niño intentando ser mayor.
— no les hagas caso amigo sabes que solo se están burlando de ti, creo que James sabe muy bien lo “adorable” que eres. – Scorpius palmeo el hombro de su amigo sonriendo interiormente por lo infantil que podía llegar a ser su amigo y sin embargo estaba esa parte de el que podía hacer que te congelaras de miedo.
— golpe bajo Scopius.
— porque no dejamos que Nad se siga presentando, esto se esta saliendo de contexto.
En el escenario Nadja sonreía divertida, era tan típico de James hacer rabiar a su hermano.
— Hugo tiene razón, continua por favor Nad.
— no hay demasiado que decir, me encanta la clase de transformaciones quiero ser profesora algún día, no me gusta mucho Adivinación solo la elegí porque decían que era una clase perfecta para dormirse un rato.
Algunos sonrieron mientras los profesores hacían una mueca, el director sonrió divertido.
Harry se veía sorprendido con la chica, era una Dursley y era una bruja, era tan diferente de sus tíos, eso lo confundía por años había aprendido a  ver con indiferencia a la que se suponía era su familia, pero Nadja no le inspiraba indiferencia por el contrario, deseaba que fuera cierto que las cosas habían ido bien con ella, sabía que Alaila no lastimaría a su hija pero los Dursley podían llegar a ser crueles, en sus palabras, en sus acciones.
Estaba seguro que si en el futuro él creía que Nadja no estaba segura cerca de los Dursley haría cualquier cosa para ayudarla.
— Creo que eso es todo – por fin bajo del escenario, lo primo que hizo fue abrazar a su tío Harry – no te preocupes tío todo está bien.                                            
Era extraño sentía como si ella supiera lo que había pasado con sus tíos e intentara hacerle saber que nada de eso se había repetido con ella, Harry estaba seguro de que el jamás le diría eso a la niña y tampoco se imaginaba a los Dursley hablando sobre ellos encerrando a un niño en su alacena.
Nadja finalmente se sentó cerca de Hugo quien  rápidamente le presento a las versiones jóvenes de sus tíos y sus abuelos, ella sonrió por el entusiasmo de su amigo que se veía más animado que en las últimas semanas, cosa que la alegraba profundamente.                                                                                                                                         .........................          

Habían pasado  seis años ya de aquel momento, muchas cosas habían cambiado, su nieta que durante un tiempo efímero, había significado el punto máximo de perfección en su vida, aquello que siempre había deseado, de pronto se convertía  en una razón más para recordar aquello que tanto anhelaba y odiaba al mismo tiempo.
Era un día soleado, cuando sin saber porque decidió ir a casa de su hijo Dudley, Petunia sabía que el momento se acercaba, dentro de poco su nieta estaría en camino aquél lugar que en algún momento ella deseo conocer, cuando estaba a una cuadra de la casa vio a su nieta en el jardín conversaba con un niño, Petunia se quedó inmóvil ante esa visión, porque no podía llamarlo de otra manera ese chico era igual a él, lo vio claramente en cuanto estuvo cerca de ellos, el mismo cabello negro, complexión delgada y cuando el niño la vio, reconoció esos ojos, los mismos que la habían torturado por años, solo que no había gafas que los opacaran, por un horrible momento estuvo a punto de nombrarlo, solo se detuvo de abrir la boca cuando escucho al niño hablar, su voz era enérgica y alegre, la voz de aquel niño que ella tanto esfuerzo ponía en olvidar, había sido baja la mayoría del tiempo y más bien melancólica, a  esa edad al menos, con el tiempo se habia vuelto voluntariosa y hasta arrogante, no le dio tiempo de escuchar a la pregunta de su nieta cuando salió del jardín sin haber entrado a la casa.
Nuevamente Petunia era torturada por sus recuerdos, mientras regresaba a su hogar, sabía que ese niño debía ser hijo de él, su aparición en casa de Dudley solo podía significar que el momento había llegado, su nieta se adentraba a aquel mundo, ella se iría como lo había hecho su hermana, como lo había hecho el chico, era distinto con su nieta por alguna razón, por mas que se esforzara ella seguía queriendo a Nadja, pero aun así durante años había construido una barrera, una barrera aunque no tan sólida y cruel como había hecho con el niño, con él ella había querido que su presencia fuera como una sombra, él no podía significar nada para ella, así lo había decidido en cuanto lo acepto en su casa.
Pero se había equivocado en algo, la sombra pesaba era como una presencia que le recordaba cuanto había golpeado al niño con su indiferencia, el tiempo parecía no haber transcurrido en el momento en el que volvió a entrar a casa, miro al niño limpiando la cocina, lo escucho llorando a través de la alacena cuando no tenía más de tres años, malditos recuerdos que venían cada vez con más fuerza como retándola a ignóralos como lo había hecho con él, en un momento no supo si rendirse o pelear contra ellos, porque por horrible, por terriblemente inhumano que parezca ella no se arrepentía, había hecho lo que tenía que hacer para que su hijo no viviera a la sobra de alguien más como ella había sentido que vivía a la sombra de su hermana, entonces de que huía, de que se quejaba, la vida ya le había de vuelto el golpe con su nieta dándole lo que ella jamas pudo tener.


¿Que ustedes son que? Harry Potter conoce a la tercera generaciónWhere stories live. Discover now