Simplemente no quiero, pero eso no significa que no la ame.

Porque la amo muchísimo. Por eso no la he acusado con nadie. Ni siquiera con mi maestra, quién es la única mujer aparte de ella que también me escucha y presta atención.

-¡Ámame Emilio!-exigió bajándome hasta sus piernas. Levantó su falda y se bajó la ropa interior ella misma-Tienes que amarme como solo tú sabes, niño.

-Ana, por favor ...-continúe llorando.

-No quiero tu lengua hablando, la quiero ahí dentro Emilio.

-No, Ana. Me niego. Esto está mal. Te amo, pero ...-no pude terminar de hablar.

Me quedé callado cuando la ví levantándose de la cama con la mirada fija en un punto de la pared. Tomó algo del escritorio en su cuarto, se volteó y pude ver lo que era.

Oh no, otra vez.

Ana tomó las hojas de afeitar y comenzó a cortarse las piernas mientras lloraba.

-¿Por qué te niegas amarme?-cuestionó mirándome fijamente a los ojos-¿Es que quieres matarme?-negué rápidamente-Sino me amas, entonces ninguno de los dos merecemos vivir en este mundo. Es obvio que te han comido la cabeza los gusanos. Eso o es que te me volteaste hacia el otro lado-rió sarcástica-No, primero te cortaría el pene antes de que lo metieras en otro agujero. Eso es asqueroso, Emilio.

-Ana, ya basta-mi cuerpo entero temblaba- Deja eso, te estás lastimando-los nervios y el miedo estaban apoderándose de mi sistema.

-¿Y eso te importa mi pequeño monstruo?- guiñó un ojo-Esto es lo único que me calma. Aunque prefiero que me corten cuando estoy teniendo sexo, en vez de cortarme por no tenerlo-hizo un puchero-¿Ves lo que me estás haciendo? Me matas, Emilio.

"Me matas"

"Eres un asesino"

"Terminaste asesinándola"

-¡Emilio!-escucho el eco de una voz lejana.

-Fue un accidente, fue un accidente, fue un accidente-no dejo de repetirlo.

-Mierda, otra vez-sentí unos brazos rodeándome-¡Emilio despierta!-Me sacudió-¡Tienes que despertar!

¿Despertar de qué? Estoy despierto. Ana está haciendo el desayuno para después llevarme a la escuela.

-¡Por Dios! Miren lo que le hicieron a mi cliente, oficial. ¡Es evidente que por la violencia empleada en su detención, el muchacho ha entrado en una crisis nerviosa o especie de shock! ¡Exijo que lo liberen de inmediato! La fianza ha sido pagada. No hay motivo alguno para que continúe arrestado.

-El señor Osorio violó una orden de alejamiento contra una víctima de presunto maltrato físico, irrumpió en un hospital privado vestido con uniforme médico y se resistió al arresto. Por lo contrario abogado, fuimos muy condescendientes con él.

-¿Condescendiente? ¡Pero si está todo golpeado!

-Ninguno de mis compañeros lo maltrataron. Los golpes fueron dados por la madre de la presunta víctima.

-Y supongo que ella no fue arrestada. Solo arrestaron a mi amigo. ¿Sabe algo agente? Eso no es justo. Él solo quería ver a su novio. Su familia lo está alejando de él. Todo eso de la denuncia es una sucia artimaña para destruirlo.

Lujuria #2Where stories live. Discover now