Half of Sect Master

Capítulo 1: El comienzo de todo

Un par de pequeñas manos sucias, incluso con algunas cicatrices, lentamente levantó el puño y aflojando su agarre repetidamente, Bai Fan ha estado mirando estas pequeñas manos y pies durante un cuarto de hora, sin duda, estas manos están en su cuerpo, pero que pasó ...

Bai Fan echó un vistazo a la casa en ruinas, pintoresca y anormal, mientras que las ventanas de papel seguían goteando y la cortina ondeaban, como la Casa embrujada de Yili.

Bai Fan se levantó de la cama con cierta ansiedad y arrastrando su "cuerpo" que de alguna manera era muchas veces más pequeño, caminando hacia el espejo de bronce en el tocador. Siendo sinceros, Bai Fan estaba nervioso mientras se miraba en el espejo. Con temor de encontrarse en el espejo de bronce un rostro vacío o la escena de una mujer fantasma con colmillos apareciendo detrás de él atrapandolo con sus garras repentinamente.

Conteniendo el aliento observó cuidadosamente la escena en el espejo. Muy bien, sin fantasmas. En el espejo había un niño con aspecto de unos siete u ocho años. Debido a su rostro sucio no podía contemplar el rostro, solo veía unos ojos estaban oscuros que daban miedo, haciendo que no pareciese enojado. Bai Fan parpadeó rápidamente, lo que lo hizo sentir mucho mejor.

Al ver ahora su propia apariencia en el espejo, no encontró nada inhumano en los alrededores. Bai Fan finalmente tuvo una sensación de seguridad, pero aun así, todavía no entendía lo que estaba sucediendo y dónde estaba.

"Grr Grr ~" Un fuerte sonido asustó a Bai Fan. Lentamente se dio cuenta de que era su estómago el que hacía ruido. Después de darse cuenta, la conciencia del cuerpo que había ignorado debido al shock había vuelto. Bai Fan de repente frunció el ceño, sus manos inconscientemente presionaron su abdomen, hambre, tenía mucha hambre, nunca había estado tan hambriento.

El estómago hambriento se revolvió violentamente. Bai Fan aguantó por un momento, su rostro se puso pálido. Nunca supo que cuando el hambre alcanzaba cierto nivel, el cuerpo podía soportar cualquier tipo de enfermedad. Solía ​​pensar que el momento más hambriento era cuando se quedaba despierto hasta tarde y se olvidaba de preparar las raciones, pero ese nivel de hambre era completamente incomparable con su estado actual. Después de todo, cuando tenía hambre en ese momento, todavía podía usar el entusiasmo y la concentración que ponía sobre los juegos para ignorarlo, pero ahora ha llegado a un punto en el que no puede ignorarlo.

Las manos de Bai Fan que agarraban su abdomen se apretaron, al mismo tiempo un sudor frío comenzó a fluir sobre su cabeza,sus manos y pies temblaban. Tenía que encontrar algo para comer.

Bai Fan levantando su cuerpo comenzó a hurgar en la casa una y otra vez con un fuerte deseo de comida. La mesa estaba limpia, aparte de una tetera rota no había nada. Abrió la tetera que aún contenía un poco de agua fría.Bai Fan trató de saborear un poco, parecía fresco, y luego se lo echó todo a la boca. No importaba que, siempre que pudiera aliviar su hambre, todo estaría bien.

Después de beber el agua, la sensación de hambre todavía no había disminuido. Bai Fan solo pudo continuar buscando alimentos, tal vez su espíritu conmovió a los cielos, finalmente, encontró dentro del edredón de la pequeña cama un pequeño paquete que estaba envuelto y bien envuelto en una tela. Bai Fan lo abrió ansiosamente e inmediatamente se conmovió. Dentro había medio bollo. (7u7)

Aunque ese trozo de bollo estaba frío y duro; incluso habían marcas de dientes desconocidas que royeron pastes del pan, y olía un poco agrio, pero aún era comestible. Bai Fan se lo tragó en cuestión de segundos, sin un sorbo de agua mientras lo tragaba. A pesar de ello siguió sin estar satisfecho.

Aunque después de haber comido un poco, Bai Fan finalmente recuperó algo de fuerza, pero la sensación en su estómago era como si solo hubiese recuperado solo el 50%de su energía. Bai Fan miró la puerta cerrada, dudó un momento, extendió la mano y la abrió, estaba oscuro afuera pero al parecer había un árbol, el cual sus hojas eran mecidas por el viento. Reflejando la sombra del ser sobre las ventanas. Haciendo que le entrasen ganas de bailar al son del viento. Con un golpe volvió a cerrar la puerta.