Capítulo 1: Hey Jude

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23 de marzo de 2011

Dicen que ser padre es uno de los milagros de la vida.

No sé si Jude ésta de acuerdo.

She said I feel stranded.
And I can't tell anymore.
If I'm coming or I'm going.
It's not how I planned it.

Llegar ebrio y soltar que la tipa, con la cual te acostaste durante la fiesta de compromiso de tu mejor amiga está embarazada, ¿es normal?

I've got a key to the door. But it just won't open.

Quince minutos atrás Jude llegó al apartamento ebrio, cantando y solo interrumpió su actuación para soltar un monólogo sobre la importancia de los condones rotos porque:

—Lo que se supone debe ser —hipó—. Un simple revolcón en el baño —hipó—. Dentro de ocho meses puede dejar un —hipó—. Pequeño regalito.

¿Entendimos las consecuencias del sexo sin condon, niños?

*

I know, I know, I know.
Part of me says let it go.
Everything must have a season.

—¡Cállate de una vez, Jude McDaniel! —grité mientras golpeaba la pared de mi habitación que colindaba con la de Jude.

Ian lo había arrastrado hasta su recamara después de haber vaciado su estómago sobre la alfombra que Alex como.

Round and round it goes —cantó más fuerte.

—¡Hey Jude! —volví a gritar.

Better, better, better, better, better, oh.
Na na na na na, na na na, hey Jude.

<< No puede ser >>.

—¡Ju...! —el timbre de mi teléfono me detuvo.

Me arrastro hasta la cómoda que hay a la par de mi cama, cogí el teléfono celular y vi la pantalla.
"JAKE".

Acepté la llamada y me acosté boca arriba con el teléfono pegado a mi oreja.

—Hola, amor —contesté.

—Hola, princesa —saludó Jake con su gruesa voz.

<< Por Dios, ¿desde cuándo soy tan cursi? >>.

Hey Jude, don't make it bad.
Take a sad song and make it better.
Remember to let her into your heart...

<< Demonios, Jude. Espera la resaca de mañana, veremos quien canta >>.

—¿Qué es eso?

—Jude —expliqué entre dientes—. ¿Recuerdas a la mujer con quien lo encontraste en nuestra fiesta de compromiso?

—Como olvidarlo —contesta Jake intentando reprimir una risa que termina por escaparle.

—¡Jude será papá! —anuncio con voz cantarina, más alto de lo necesario.

—¡Cállate, Joy! —grita Jude con voz aún rasposa debido a su estado de ebriedad.

—Si no lo decimos, no es cierto —le susurro a Jake—. O eso quiere creer.

—¡Aún te escucho, Joy! —me reprende Jude.

—¡Lo siento, papá! —le grito y escucho la carcajada que Jake suelta.

*

Treinta minutos después termino la llamada con Jake, conecto el celular al cargador y lo regreso a la cómoda.

Me acuesto boca arriba con las manos detrás de mi nuca.

Hace cuatro años cuando me mude a Manchester, el plan inicial era compartir con alguna nueva novata una habitación en una de las residencias de la universidad, jamás pensé terminar compartiendo un apartamento fuera del campus con tres universitarios, uno más destornillado que el otro.

Alex fue la que me arrastro hasta aquí, me encontró en el estacionamiento del campus con mis maletas.

Yo no tenía donde vivir, ella estaba buscando una compañera.

Ian Heller era uno de los compañeros de apartamento de Alex.

La primera vez que lo vi tenía su cabello caoba hasta los hombros.

Durante mis primeras tres horas de "residente en espera", ya que necesitaba la aprobación de los tres compañeros que hasta entonces habitaban en el, simplemente me senté a escuchar a Alex hablar en la isla que separaba la cocina del recibidor.

Esa mujer era una perica.

A pesar de su aspecto tímido e inocente, con su tez tan blanca como la de un vampiro Cullen, sus grandes ojos azules y sus pequeños labios. Era solo una fachada.

Después de que Alex hablara de su gato, Pinshi, el cual, para mi suerte, estaba en casa de sus padres.

La puerta del apartamento se abrió.

Un hombre alto y de alborotado cabello negro entro. Rodeaba la cintura de una rubia con su brazo y con su cabeza echada hacia atrás mientras soltaba carcajadas.

Esa fue la primera vez que vi a Jude.

Ahora no me sorprende que haya terminado por embarazar a alguien, la pregunta es: ¿Cómo tardo tanto?

Aun que, haciendo cálculos, ese bebé se concibió en mi fiesta de compromiso, un hecho que jamás podré olvidar, y nacerá dentro de ocho meses...

El mismo mes que mi boda.

Ojalá no sea como su padre y también quiera robar la atención de "el día de mi boda" a "el día del nacimiento de bebé Jude".

Tal vez si es niña debería llamarse Joy. Era mi fiesta al fin y al cabo.

Lo merezco.

<< Mas te vale ser una preciosa niña bebé Jude >>.

A segunda vistaDär berättelser lever. Upptäck nu