Capítulo Único

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El matrimonio es una etapa hermosa del ser humano porque aprendemos a convivir con la pareja de nuestra elección que nos acompañará el resto de nuestra vida apoyando en los buenos y malos momentos que enfrentados, aunque no todo es color rosa cómo pintan las películas, series y libros al convertirse en una responsabilidad fundamental.

No todas las personas saben lidiar con una responsabilidad de dicha magnitud por miedo a fracasar en el camino y terminan tomando la decisión de separarse indefinidamente dejando una familia con hijos y fragmentada por los daños provocados.

Pero, no todos los casos terminan en tragedia sino hay un porcentaje de matrimonios que logra vencer las barreras que aparecen por el fuerte vínculo establecido y el fuerte sentido de responsabilidad para hacer funcionar la unión legal formada.

Para Piers Nivans y Chris Redfield el matrimonio se convirtió en una montaña rusa por las dificultades enfrentadas en cada paso que daban en su relación de pareja y mejorar su estabilidad después de todo, ninguna persona creía que fueran a durar por tratarse de un vínculo antinatural cómo considera la sociedad en la actualidad.

Todas las personas que afirmaban que fracasaran en el recorrido estaban equivocados el matrimonio Redfield-Nivans logró sobrevivir a su primer año de relación, por lo que, decidieron celebrarlo con una reunión donde asistieron sus familiares y amigos, quienes los apoyaban.

—Capi... perdón, Chris ¿Compraste las cervezas? —preguntó Piers, mientras decoraba el comedor del apartamento donde vivían.

Chris rió con la equivocación de su esposo.

—Venga, Piers deja de llamarme capitán y solo dime Chris —replicó su esposo

Piers se ruborizo un poco al sentirse apenado.

Adaptarse a un nuevo cambio resultaba complicado para Piers después de haber laborado por tres años en la unidad del equipo Alpha dentro de la BSAA bajo el mando del Capitán Redfield le parecía complicado eliminar esa frase de su vocabulario por el respeto que demostró en su tiempo de servicio antes de haber renunciado por violar una política importante de la institución.

Nunca imaginó la fuerte conexión que haría con su superior al pasar días trabajando sin descanso y disfrutando de salidas juntos para despejar sus mentes después de no haber descansado se volvió en una rutina diaria hasta que, un día comenzaron a aparecer sentimientos inexplicables que ambos se dieron la oportunidad de corresponderse eliminando cualquier tabú impuesto en su educación.

—No respondiste la pregunta —dijo Piers

Chris abrió el refrigerador permitiendo observar la cantidad de cervezas que había comprado en el supermercado en esta tarde calurosa de julio.

—Conseguí dos cajas de cervezas, ¿te parece bien? —dijo Chris

El joven exsoldado no dudo en contar las latas disponibles para sus invitados después de tener una pésima experiencia en las bebidas alcohólicas en el día de su boda, las cuales se terminaron en menos de tres horas cuando León decidió hacer una competencia de ¿Quién soportará beber sin parar? convirtiéndose en un desastre total.

—Son suficientes —replicó el joven—. No dejes que León beba demasiado en esta fiesta porque no quiero sacarlo ebrio de la casa.

A Piers no le agradaba la idea de tener a León bajo los efectos del alcohol por la actitud violenta que suele demostrar con su esposo al tener una fuerte rivalidad de saber quién era mejor agente en el campo de batalla.

—No lo haré —afirmó, con seguridad en su voz—, ¿piensas que conducirá su coche con mi hermana abordo? Por supuesto que no.

—Esa actitud me gusta —dijo Piers

One YearWhere stories live. Discover now