— Yo creo que nos vemos bien — Apoyé a Dyl — ¿No es así hermano? Ya desearían lucir así.

— ¡Amén! — Exclamó mi amigo con las manos en alto.

Fanny rio por lo bajo y Megan le pegó con el brazo, pero finalmente las dos terminaron riendo. Y sus risas nos contagiaron.

— Ya vámonos de una vez — Megan casi se da la vuelta, pero volvió a vernos — ¿Sus padres saben que se saltearán clases otra vez?

Abrí la boca para decir algo, mas no supe qué. Dyl estaba en la misma que yo. Se rascó la cabeza y me observó pidiendo ayuda.

— ¿No se supone que solo puedes quedarte si tienes buenas notas? — Curioseó Fanny con una sonrisa en sus labios — ¿No era esa la condición, Dylan?

— ¿Condición? — Preguntó perpleja Megan, Fanny le explicó brevemente sobre la discusión que había habido con sus padres — ¡Y tú me invitaste, así como así, a conocerlos! ¡Sin advertirme! Y tú maldito traidor ¿para qué tener enemigos con estos amigos?

— ¿Por qué me retan a mí? — Me quejé.

— ¡Fanny se queda en el auto hasta que terminen las clases! — Dispuso Megan.

Quise quejarme, pero la mirada que me envió la rubia fue una clara advertencia para que me callara. Suspiré. Bien, ambos teníamos que remontar esas notas si no queríamos quedarnos atrás, ya teníamos demasiadas faltas. Lo último que necesitábamos ahora era suspender.

Lo que ocurría era que, con lo que estábamos viviendo, ya ninguna materia resultaba atractiva. No le veía la lógica al estudio cuando tenía cosas más importantes a las que apuntar.

Nos metimos los cuatro en el auto luego de desayunar. Megan estuvo mitad del camino fijándose que tanto su maquillaje como su cabello estén arreglados, ella daría el discurso por la muerte del profesor, y la otra mitad repasando el speech desde su celular.

— ¿Cuándo se van tus padres? — Pregunté a Dylan.

— Están organizándose, supongo que dentro de unos tres o cuatro días.

Cuando estacionamos en el aparcadero del colegio mis nervios me carcomían, no quería dejar a Fanny sola todas estas horas.

— Asistiremos al discurso, a la hora que le sigue y nos iremos para el almuerzo — Le avisé.

— Deben asistir a todas las clases — Contradijo Meg.

— Bueno, digamos que nuestras notas están muy bajas como para subirlas de pronto ¿Qué puede hacer un día más sin clases? — Aplicó el razonamiento y la lógica Dylan en un intento desesperado de que nos lo deje pasar.

— Sí, Megan ¿Qué es un día más? — Me le uní sonriendo.

Entonces, cuando ella rodó los ojos y bufó ambos salimos contentos del auto. Simplemente aceptamos que ella había dado el brazo a torcer, no quería saber realmente lo que su gesto había significado.

Me despedí de Fanny con un beso rápido en la mejilla, prometiéndole que volvería en cuando menos lo imaginara.

Entonces corrimos con la masa de alumnos que se dirigían al gimnasio. Megan se despidió de nosotros algo nerviosa y releyendo todo el camino lo que tenía en su celular.

Nos acomodamos en las gradas, con el resto de los compañeros que apenas había logrado conocer. Tal vez reconocería alguna que otra cara, pero no recordaría sus nombres.

— Mira — Susurra Dyl mientras me codea y señala con su barbilla a la multitud, más al frente donde se encuentra el escenario — Lorena y Lucy Backs.

¿Puedes verme?Where stories live. Discover now