Rebely

🦋 Capítulo 2 🦋

LA MARIPOSA REBELDE

NICOLE / REBELY

¿Descortés?

No.

¿Desconfiada?

Tal vez...

¿Desesperada?

Absolutamente.

¿Me arrepiento de ello?

Ni en mis peores sueños me arrepentiré de salir corriendo despavorida sin razón alguna.

Mi vida se resume a esto: en algún momento (no importa el contexto) debo desaparecer, tener excusas preparadas e irme sin mirar atrás hasta el primer sitio desolado que encuentre en la brevedad y olvidar lo que estaba pensando para centrarme en lo que está ocurriendo.

Cualquier semejante con la realidad, es mera coincidencia.

Me escondí en el primer callejón que encontré, entre la calle Riverside y Caldron (mi callejón de preferencia), dónde las ratas son testigo de lo que ocurre por medio de mi reloj que, por cierto, si no lo mencioné antes, no es un reloj normal. Aparenta serlo por lo lindo y sencillo del color blanco y la forma de mariposa, pero en realidad es mi material de trabajo.

O deber,

Al parpadear, es la señal.

Un poco más sutil que la de Batman.

La señal de que mi alter ego haga su aparición.

Presiono los cuatro botones dónde se encuentran en los extremos de las alas, iniciando el proceso de cambio, dónde mi camiseta, mis jeans oscuros y mis zapatillas rosadas se transforman en un traje de un vestido sencillo hasta el muslo de color celeste, un enterizo negro debajo del vestido, terminando en una botas largas del mismo color del vestido, convirtiéndome en aquello que soy.

En un símbolo.

En una esperanza.

En la mariposa rebelde.

Extiendo mis alas liberadas de mi propia anatomía, aleteo un poco para que no me duelan los nervios más tarde y me impulso hacia el cielo en busca de un rascacielos, en busca de una mejor perspectiva de Chesterfield.

Rebely es el símbolo, la esperanza y el ícono de justicia desde hace cinco años, en donde los ciudadanos han encontrado la fe de creer en que alguien los defenderá si les llegase a ocurrir algo, alguien que, con un disfraz y un antifaz represente esa necesidad colectiva.

Un héroe.

Un defensor de los inocentes.

Alguien que piense como ellos, sea como ellos y haga algo al respecto.

Si bien, puede tornarse un trabajo sacrificado y épico según las epopeyas griegas de antes de Cristo, se podría decir que a veces el dramatismo es parte del encanto de contar el relato de una figura excepcional en un momento dado.

Pero en mi caso, no es necesario.

Al ver la llamada a través del lente que recubre la máscara, sé de inmediato que acontece a continuación.

—Tenemos tres alternativas: tres hurtos en el mismo diámetro, en el puerto de Chesterfield se previste la llegada de un cargamento de no sé qué mierda, y una toma de rehenes en el Banco Stray Teck. ¿Cuál eliges?

— Ya lo sabes, Ross. — repliqué mientras doy un paso hacia el vacío, recibiendo como propulsor el aire en mi cara y emprendo el vuelo. — Y comunicame con el comisionado en cuanto sea posible.