Conflictos de otoño "Nuestro Amor Supera Cualquier Adversidad "

CAPÍTULO 8 : FIN DE LA ESTACIÓN

Fue así como recordaré por siempre la estación que partió y dio paso a la nueva, el  Invierno, que a pesar de ser demasiado frío para nosotros los trujillanos, es bueno para vivirlo y poder usar esa ropa abrigadora que te permite mantenerte caliente y más aún si tienes con quien poder sentirte caliente corporalmente, eso me pasaba a mí y a Sol le costó adaptarse por venir de un clima tan cálido como Piura…empezamos a vivir nuestro día a día juntos, muy dedicados a los estudios, nuestras metas, en todo nos dimos tiempo…

Nuestra relación iba también que en verano, de ese mismo año, fuimos a ver a la mamá de Sol, la señora Soledad, que se emocionó mucho al vernos y dijo:

yo desde el primer momento que sentí la emoción de mi hija por ti, sabía que terminarían juntos…lo note porque a mi Sol siempre le brillaban los ojos de una manera especial cuando me hablaba de ti y en lo bien que se sentía a tu lado... al principio creí que solo querías jugar con ella por tu posición económica y la humildad de nosotras, pero la realidad fue otra…
Solo sonreí a su comentario y dije:

Gracias señora Soledad, la verdad que todo pasa por algo y ahora su Sol, perdón…nuestra Sol estará más que bien a mi lado, no se preocupe por nada y recuerde que todo pasa para bien, ambos nos conocemos ya muy bien y hemos sabido salir adelante arreglando nuestras diferencias…
Sol a mi lado apretó suavemente mi mano apoyando lo dicho a su mamá y solo acotó:

Es el amor de mi vida mamá y gracias por aceptarlo…

También pude conocer a don Máximo, un vecino que Sol veía como a un papá… él era adinerado, ya que tenía varias empresas, sin embargo estaba solo en la vida y ni con todo el dinero podía sentirse acompañado; pero cuando conoció a Sol y su mamá, supo llenar ese vacío y las apoyaba en cuanto podía; hasta incluso, le propuso a Sol ir a estudiar al extranjero, cosa que ella rechazo; ya que no quería abusar de don Máximo, pero en realidad no acepto porque ya la habían aceptado en mi universidad y no quería irse y separarse más de mí y menos aún país que no conocía. Fue así que formalizamos la relación en un almuerzo familiar en compañía de don Máximo, la señora Soledad, Sol y yo; degustamos las delicias norteñas entre: ceviches, arroz con mariscos, parihuelas, chicharrones; entre otros, todo en un buen ambiente y disfrutando del rico verano por Piura.

Mi papá, en todo este tiempo de relación con Sol, vio lo gran chica que era y ya no se opuso a lo nuestro, teniendo en cuenta la ruptura que tuvimos y nuevamente retomamos, el creyó que era algo pasajero como le mencionó a mi mamá, quién no la apoya de todo, pero solo le quedaba aceptar; ya que estaba prácticamente sola contra toda la familia que ya quería a Sol…después de ese momento empezaron a venir más estaciones a su lado que nos sirvieron para fortalecer más nuestro amor y crear juntos más recuerdos de estación, entre viajes, estudios, trabajos, proyectos y entre otros, pero todos y cada uno de ellos juntos y dedicados para bien.

Pasaron algunos años de aquel último otoño que marcó el inicio de una nueva etapa en el amor renacido entre Sol y yo. Ella ya se iba a graduar en su carrera de medicina y yo vi que ya era hora de dar el siguiente paso; le pediría su mano, ya que quería pasar el resto de mi vida a su lado y nos estábamos quedando atrás, puesto que los demás ya estaban en planes para sus respectivas bodas.

Cada uno de nosotros ya era un profesional y quería unir su vida a la persona que amaba.

Primero fue la boda de Víctor y Luna, fue una ceremonia sencilla, pero muy bonita y especial, después de unos meses le siguió la boda de su hermana Ana con su incondicional Renzo, quien se había convertido en una persona muy especial y le demostró su amor en todos estos años, en una de las playas de Paita, Colán; ya que aprovecharon aquel cálido y radiante verano para poder tener un hermoso matrimonio en la playa, aquella fiesta duró hasta altas horas de la noche y partieron luego a su luna de miel…

Después de ello, en un bello otoño… mis mejores amigos se casaron después de varios  años de ser pareja, eran una de las relaciones más duraderas que había conocido y fue un honor para mí que ellos nos hayan escogido como sus testigos y padrinos para su boda… 

A las semanas  se casaron Juan y Angie, justo escogieron el mismo día de años atrás que fue aquel Baile de Otoño, en donde ellos decidieron darse la oportunidad y decir que eran el uno para el otro; aunque Angie ya lo sabía, él fue el que demoró en darse cuenta. Pero igual fue una linda ceremonia donde se terminó de consumir su amor. Y claro que fui con Sol, ya que Juan y yo ya éramos buenos amigos y habíamos más que madurado, dejando las cosas del pasado atrás.

Fue en un septiembre, que daba inicio a la primavera, que mi única hermana se casaba en la boda de ensueño que ella siempre quiso tener. La boda fue en Italia, una ceremonia muy bonita y no voy a negar que tuve algunas lágrimas de la emoción. La fiesta en sí fue en un castillo que ambos habían conseguido, les salió muy costoso todo; pero al final mi hermanita logró tener esa boda de cuentos de hadas que siempre anhelo desde muy niña y al lado de su príncipe Samuel...

Sólo faltábamos Sol y yo ya dar ese paso, gran paso que todos habían ya dado y en juego me decían:
Arán y el anillo para cuándo? la pobre de Sol se va a ser anciana esperando que te animes…a qué estás esperando? Anímate y sobretodo decídete…

Yo solo me reía de esos comentarios, si ellos supieran que su anillo ya lo tenía comprado hace mucho tiempo atrás, pero decidí esperar que ella termine su larga carrera de medicina y no truncar nada, menos después de ver tanto esfuerzo y lucha de años por lograr sus objetivos y ahora que ya lo iba hacer; no sabía cómo hacerlo por miedo, ya que nunca habíamos hablado de matrimonio, pero ella como toda mujer, me mandaba pequeñas indirectas en cada boda, que yo no prestaba atención, hasta esta última boda de mi hermana y Samuel que me dijo:
me gustaría llegar de blanco a tu lado Arán…
Lo cual me dio la valentía para hacer lo que hace tiempo no me animaba y me dije: -si me espero tanto tiempo ya, que espere un poco más por favor solo un poco más…

Ya que faltaba  pocos meses para que sea verano, puesto que un verano nos conocimos y en un verano quería pedir su mano oficialmente.

Fue así como pasaron las fiestas de Navidad y año nuevo, arribando la estación de verano que tanto espere, que se veía muy similar al primer verano al que conocí a Sol, así que todo parecía destinado a que éste era nuestro año…

Si te gustó esta novela no te pierdas la tercer entrega SOLEDAD DE INVIERNO 
Lograrán nuestros protagonistas terminar por sellar su amor…? O habrán más pruebas que deban superar…?