el alma del vampiro

Capítulo 1 cuando la historia comenzó

Mi nombre es Luciana tengo 17 años, mi cabello es castaño claro y mis ojos son café, originaria de Mazatlán Sinaloa, México.

Me levanté muy temprano para comenzar el día, me di un baño después me puse mi uniforme cepille mi cabello y lo recogí en una coleta. Una vez estando lista salí de mi habitación rumbo a la cocina en donde se encontraba mi madre preparando el desayuno.

—hola mamá buenos días— le di un beso en su mejilla.

—buenos días mi amor— respondió ella mientras me sonrrisa —¿me ayudarías a servir el desayuno?.

—¡claro!— ayudé a mamá con el desayuno, coloqué los platos en la charola para después salir de la cocina rumbo hacia el comedor a servirle el desayuno al señor Aurelio.

—buenos días señor Aurelio, aquí está su desayuno— dije mientras ponía el plato y los cubiertos y mamá servía el jugo.

—gracias, ya se pueden retirar— nos dijo y mamá y yo volvimos a la cocina.

El señor Aurelio es el narcotraficante más peligroso de la región y es el jefe del cartel, sin embargo en ocasiones el señor Aurelio no me quita la mirada de encima lo cual es muy incómodo y me da miedo.

—Luciana necesito que vayas al mercado a comprar lo necesario para la comida por favor— dijo mamá y me entregó el dinero y la lista con la que necesitaba.

Salí de la casa y me dirigí hacia el mercado y una vez que compré lo necesario regresé a la casa cuando me encontré con Luis y los vagos borrachos de sus amigotes.

—¡pero miren nada más!, ¿que le pasa al cielo por que los angelitos se están cayendo?—esos piropos de parte suya no me gustan pero a Luis no parece importarle en lo más mínimo.

Opté mejor en alejarme lo más rápido posible ya que no quería problemas.

—¿por qué te vas? Si sabes que tú me gustas— me tomó del brazo con fuerza y me jaló hacia el.

Luis está enamorado de mi desde hace mucho tiempo no obstante yo no quiero absolútamente nada con el ya que él no hace nada de provecho, dejó la escuela y no trabaja. Solo se dedica a vagar por las calles junto con sus amigos, bebiendo, fumando y haciendo grafitis en las paredes, yo ya le e dicho muchas veces que no quiero nada con el pero el aún tiene la esperanza de que lo acepte.

—Luis por favor ya te he dicho que no quiero nada contigo— supliqué.

—pero tarde o temprano vas a venir corriendo a mis brazos, porque tú eres mía Luciana, ¡Mia¡— su voz sonaba molesta pero a la vez desconsolada.

Me miró mal lo cual me provocó un escalofrío así que me marché de ahí a toda velocidad.

Al llegar a la mansión le entregué a mamá las cosas que me había pedido y entre ambas nos dispusimos a hacer la comida para después servirla y yo se la llevé al señor Aurelio.

—¿por qué no me haces compañía?— preguntó mientras señalaba una silla a su lado.

—di-disculpe pero... Me da pena— respondí con la mirada baja de lo avergonzada que me sentía.

—no tienes porqué sentir pena Luciana... ¿sabes? eres muy bonita— dijo mientras sus ojos se clavaban en mi persona y entonces sentí su mano sobre mi pierna. Eso fue el colmo.

—con permiso— salí corriendo con la mano en mi pecho sintiendo el rápido latido de mi corazón.

Al llegar la noche estaba a punto de irme a dormir cuando escuché unos toques en la puerta de mi habitación, me dirigí hacia ella y al abrirla vi a mamá.

—¿necesitas algo mamá?— pregunté.

—no, solo quería asegurarme de que estés bien— respondió ella con una dulce sonrisa en sus labios.

—descuida mamá, estoy bien— devolví la misma dulce sonrisa.

—bueno, buenas noches mi niña— me dio un beso en la frente.

—descansa mamá— dicho eso ella se marchó a lo que yo cerré la puerta de mi habitación y me metí en la cama para poco después encontrarme en el maravilloso mundo de los sueños.

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Hola chicos espero les guste el primer capítulo de está novela, también los invito a leer mi otra historia "renuncia de amor" que se que les gustará.

Dios los bendiga.

Gracias.