detrás del casillero

Capítulo 1

Dedicado a una lectora que gracias a su entusiasmo influyó en la creación de este capítulo.

Veinte años después.

Jayden.

"Hoy nueve de septiembre, se conmemoran dos años del incidente que se llevó la vida de Amelía y Henry Cox, dos de los científicos más importantes del país. 2 años sin respuesta de ese misterioso incendio ¿Fue un simple accidente como indica el gobierno? "

No puedo seguir leyendo esa nota, no puedo seguir pensando en eso, tengo que superar esto, las cosas pasan por algo pero...Dios! Los extraño tanto. Amelía y Henry Cox además de haber sido unos de los científicos más prestigiosos, eran mis padres, las personas que me trajeron al mundo.

Decido levantarme si quiero llegar a tiempo al instituto, por más que hoy se cumplan dos años tengo que cumplir mis responsabilidades. Mi tío, David Jones, hermano de mi madre, no me deja faltar ni un sólo día, así que sí, hoy también toca trabajar medio tiempo en el restaurante del pueblo para pagar mis gastos escolares, es lo que menos puedo hacer por arruinar su vida, o bueno el se encarga de recordármelo siempre que puede.

Miro al mi alrededor buscando un poco de ropa limpia entre tanto desorden, me pongo en cuclillas para recoger una camiseta azul y unos jeans negros, luego me coloco mis converse para así poder dirigirme a la sala y desayunar, al llegar me encuentro a David.

— Es la quinta ves que te veo con el mismo pantalón esta semana. — me regaña mientras me proporciona una ojeada de arriba a bajo.

— Y tú sigues fumando del mismo rollo. — Espeto. Camino hacia la alacena para tomar unos cereales, que la verdad en mi humilde opinión saben a estiércol.

— Cuida esa boca niño o no habrá cena para ti , tu única obligación es estudiar y trabajar. — Reprimo una contestación que seguro lo haría salir de sus casillas, pero se que sus amenazas van en serio, además prefiero que me diga lo que quiera a que se desquite conmigo físicamente.

— Necesito los dólares que te preste hace dos días, mis amigos no me van a seguir pagando el almuerzo si no les devuelvo si dinero. — Le recuerdo.

— Tus deudas no son problema mio. — le da una calada a su cigarrillo y le da la vuelta a la página de su periódico.

— Tal vez, pero siempre te quedas con mi salario de la cafetería y pensé que sólo por esta ocasión sería diferente.

— Lo que tú ganas es mio, es lo...

— Lo mínimo que puedo hacer, lo sé. — Termino por él.

— Me alegra que recuerdes tu lugar, ahora vete que después tus profesores me citan por tus llegadas tarde.

Luego de terminar mi hermoso desayuno y lavar los trastes del día anterior voy por mi mochila y me dirijo a lo que sería una caminata de 20 minutos para llegar a horario.
                          

                               ...

Me encuentro en clases de filosofía y trato de anotar la mayor cantidad de apuntes, el profesor Mc-Carthy es muy exigente a la hora de evaluar.

De repente veo  una bolita de papel caer debajo de mi pupitre, la recojo y muevo la cabeza para distinguir al remitente de la misma, mis ojos chocan con los de mi mejor amigo Mack, me percato  de que el profesor esté distraído y empiezo a leerla.

<< ¿Vendrás esta noche a la pizzería?, Kendall estará ahí. >>

Me quedo pensando pero finalmente respondo.

<< Sabes que me encantaría pero, creo que mi tío quiere que trabaje extra esta noche. >>

<< Ese viejo nunca te deja hacer nada, te vendría bien una escapadita, además... Estará Kendall, guiño-guiño;   codo-codo. >>

Esta vez no le contesto y sólo niego con la cabeza, claro que quiero ir y estar en el mismo sitio que Kendall, ya saben, respirar el mismo aire, esa pelirroja de ojos azules me trae loco.

Al terminar la clase Mack se me acerca para que vayamos juntos a almorzar.

— ¿Seguro que no puedes ir? —  Pregunta junto con un puchero.

— Tu cara de bagre no va a convencerme.

— Amas a este bagre, ¿ Y si le pides permiso?, nunca le pides nada. — Inquiere.

— Hoy le pedi dinero y me mando al diablo. — Le hago saber.

Doblamos el pasillo y pasamos por la zona de los casillero. Aprovecho para dejar mis apuntes.

— Pero no tendrías que pedirle dinero, yo pagaría por ti.

— Vale, vale le pediré permiso, pero no prometo nada. — Al decir esto diviso con la mirada a Asher Brown, podríamos decir que en este instituto el papel que cumple es el del idiota resentido que resuelve todo a golpes, y esta semana se encaprichó conmigo porque lo delate con el rector, alguien tenía que ponerle un freno, chantajear a chicas para salir con ellas es algo que no puedo permitir, mi papá siempre decía que había que defender al que no tenía voz ante estas situaciones, y eso hice.

— Hey cara de trapeador, tú y yo tenemos asuntos que arreglar.

Abro mi locker y acomodo mis útiles. — Si con resolver asuntos te refieres a que mi cara salude a tu puño paso, prefiero besar el pene de Mack.

— Deja de hacerte el gracioso y ven aquí Cox, ¿Acaso tus papis no pueden defenderte? — Es todo, estoy a punto de abalanzarme pero mi mejor amigo está impidiéndome el paso.

— ¿Por qué no te consigues una vida Brownie de mierda? Pareciera que estás enamorado de Jayden de tanto que lo acosas, pero te doy un consejo, no le gustan los brutos. — Suelta Mack de repente.

Parece que dio justo en la llaga porque sus puños impactan en mi mandíbula, intento recomponerme para contraatacar pero ahí viene otro golpe que hace que caiga dentro del casillero.

Me levantó tan rápido que me siento mareado.

— Hey, ¿estás bien? Te diste un buen golpe. — Me pregunta Brown, al principio creo que es una broma de mal gusto pero en verdad luce preocupado.

Miro a mi alrededor y noto que los casilleros que antes eran rojos ahora son de color azul.

¿Qué mierda?

                             ...

Nota de la autora:  CHAN CHAN CHAAAAAN.

Había dejado esta historia en el olvido ¿Por qué? Fácil, la cuarentena se alargó, me deprimí y chau inspiración. Pero heeey tamo de vuelta y con todo.

Se vienen cosas muy buenas así que sí leiste esto ya sea xq te apareció en recomendados te pido que le des una oportunidad a esta loca historia.