FARGEXBY month

Día 1. Primer encuentro.

A David nunca le habían gustado las despedidas, pero si había algo que odiaba todavía más eran los comienzos.

Su familia se había mudado a otra ciudad en mitad del curso y si ya era difícil encajar al principio, David no se podía imaginar lo complicado que sería hacer amigos.

- Ya verás que no es tan malo. Nos han hablado maravillas de este colegio.- Decía su madre mientras le llevaba a su primer día.

- Mamá para, no me intentes animar. Voy a llegar en mitad del curso donde todo el mundo tiene su grupo de amigos y voy a estar solo, ya lo he aceptado.- Se quejaba David que había estado mirando por la ventana durante todo el trayecto.

Si madre decidió no añadir nada más, iba a ser difícil hacer cambiar a su hijo de parecer sólo esperaba que él estuviera equivocado y conociese gente pronto.
Ella sabía que su hijo era alegre y gracioso, y estaba convencida de que no le costaría encajar.

No tardaron en llegar al recinto donde se encontraba el futuro instituto de David.

- ¿Quieres que te acompañe adentro?- Le preguntó a David su madre.

David negó, observó a todos los chicos que se reunían con sus amigos antes de entrar a las clases desde el coche durante unos momentos, respiró hondo y salió del coche.
David se sentía observado, caminó mirando al frente evitando hacer cualquier tipo de contacto visual con los que le rodeaban, que solo eran chicos. Así es, era un instituto masculino.

Entró al edificio, y se quedó embobado con cómo era por dentro. Se notaba que era un edificio antiguo y con historia, y aunque le hubiese gustado conocerlo más en profundidad sabía que no era el momento. Tenía que buscar el aula de 2º de bachiller C antes de que sonase el timbre o llegaría tarde, llamando más aún la atención si es que podía.

Antes de dar un paso más se dio cuenta de que ni si quiera sabía en que dirección debía ir, el director no le explico como llegar a las aulas con la excusa de que "algún estudiante le ayudará", pero él no quería pedir ayuda, aunque claro ¿qué remedio?

Empezó a mirar a su al rededor, a ver si por arte de magia aparecía una persona con cara de simpatico y vio su oportunidad cuando un chaval que andaba solo pasó a su lado.

- ¡Perdona!- Le habló para llamar su atención, y surgió efecto pues el chico se giró mirándole con cara dubitativa.

- ¿eres nuevo? ¡Oh!, no me digas que eres él nuevo.- Exclamó contento aquel chico, provocando que David se extrañase.

- Sí, soy nuevo. No se si el único o no.- Contestó con cierta vergüenza.

- Sí, hacia años que no venía un nuevo estudiante a nuestro curso y cuando dijeron que venías fue emocionante. Por cierto me llamo Rubén.- Le dijo tendiéndole la mano.

- Yo David, encantado.-

- ¿Quieres que te enseñe el recinto?-

- De hecho para eso te había llamado antes, bueno sobre todo para ver si me podías decir donde estaba el aula de segundo de bachiller, la clase C.-

- ¡Es mi clase!- Gritó emocionado.- Qué guay, así te puedo presentar gente. Seguro que te caen bien.- Continuó hablando mientras empezaba a caminar en dirección al aula, seguido de David quien escuchaba atento cada palabra que aquel albino soltaba describiendo a profesores y alumnos.

- Bueno, normalmente me siento con uno de mis amigos, Alex, pero hoy no ha venido a clase porque esta malo... aunque yo creo que no ha dormido nada por andar jugando a la play. Pero bueno, como no está puedes sentarte conmigo y así no estás solo.- Le ofreció sonriente. Y David aceptó sin dudarlo, Rubén le había caído muy bien aunque debía reconocer que no callaba.