Después del desayuno. Kalah prepara a las chicas para ir al pueblo, me explico que el transporte no es algo convencional, nada que haya visto antes y que de alguna forma tengo que conseguirlo por mi cuenta pero que por supuesto ella me guiará para que pueda hacerlo. Para ser sincera soy muy curiosa y algo impaciente, pero estoy muy emocionada por lo que pueda ser. Los sentimientos que me transmiten el estar aquí no es algo que haya vivido antes y aunque me siento un poco más en casa, igual no dejo de sentir ese extraño vacío.

—¿Estás preparada? –Kalah me mira con un brillo diferente en los ojos ¿estará tan emocionada como yo?

—¡Por supuesto hagámoslo! –le sonrío mientras asiento. Estamos afuera del árbol; una hermosa y gran selva se ve a nuestros pies.

Las chicas se acercan mí y todas nos acercamos a uno de los bordes del árbol, un gran tronco que sobresale.

—Bueno Rose, como te mencioné antes nos transportamos de manera especial, tienes que confiar –Kalah me explica y no logro entender– Dalya te enseñara como hacerlo, no es tan difícil.

Dalya se acerca al borde y da un salto, un grito se escapa de mi garganta y cuando me atrevo a mirar la pequeña no se ve caer. Miro espantada a Kalah que ve a otra dirección con una sonrisa.
Siento la sangre circular nuevamente en mis venas cuando la veo sobre una gran ave, de plumas blancas y amarillas con una montura dorada con detalles verdes, ¿en qué momento apareció?

Magnolia y Kalah hacen lo mismo, saltan, esta vez no me pierdo ningún detalle. Las aves aparecen sutilmente y ellas caen suavemente sobre los pájaros y elevan el vuelo para acompañar a Dalya. Las dos aves son gigantescas mucho más grandes una de la otra, por supuesto la de Kalah es la de mayor proporción, ambas adornadas con monturas doradas y adornos verdes.

—¡Vamos Rose, tienes que intentarlo! –Magnolia me anima con una sonrisa.

Mis manos comienzan a sudar y miro hacia abajo, si no aparece nada la caída será larga. ¿En que se supone que debo confiar? ¿Que un ave mágica aparecerá? Solo siéntelo, Rose, cierra tus ojos y espera, deja que te elija. Con ese pensamiento cierro mis ojos y me acerco más al borde. Un rugido me sobresalta y abro los ojos para ver de donde proviene, mi cuerpo se pone tenso y siento como poco a poco me quedo paralizada con la vista fija a las ramas que se mueven ¿pero qué criatura hace que los árboles se muevan así?

Mira a Kalah aterrada y por primera vez veo en su rostro confusión, al parecer ella tampoco sabe de qué se trata, retrocedo cuando las ramas dejan de moverse y por un segundo veo algo salir de los tupidos árboles. Un estruendo y el peso en la rama me hacen saber que ya está aquí, aún no me atrevo a moverme y siento mis dedos entumecerse un poco debido a la tensión, giro lentamente la cabeza y lo que veo me sorprende y me asusta a la vez. Lanzo una mirada a Kalah y las niñas que tienen casi la misma expresión que yo.

Un enorme tigre de bengala de unos 3 metros esta frente a mí con una montura dorada que sobresale de sus patas y en su cabeza una especie de casco adornado de piezas azules y rojas con un par de cuerdas que se extienden alrededor hasta llegar a su lomo. Observo al hermoso animal sin saber que hacer. Sus ojos son de un gris tan cristalino, por un momento me pierdo en ellos, siento como si lo conociera desde siempre y es casi mágico sentir una conexión tan fuerte, mis pies avanzan solos y toco su hocico sin el más mínimo temor, acarició su suave pelaje mientras miro sus ojos que parecen que hablaran conmigo. El tigre se inclina y extiende dos grandes alas del doble de su tamaño una de color negro y otra de color blanco. Las acaricio mientras recorro el camino para posicionarme detrás de ellas, con un impulso consigo montarme en el lomo y tomo las cuerdas rojas. El tigre toma un pequeño impulso y se lanza extendiendo sus enormes alas. Siento mi corazón palpitar con fuerza en mi pecho y mis ojos se llenan de lágrimas, suelto un grito emocionada. Miro a Kalah que se posiciona a nuestro lado, su sonrisa parece de orgullo y también sé que tiene mucho que contarme.

No tardamos mucho en llegar a un claro en el que bajamos de las criaturas y comenzamos una corta caminata hasta el pueblo.

—Aún no sé cómo lo hiciste. El bai hu es una criatura con mucho poder, es legendaria, tenía mucho tiempo sin aparecer –miro hacia atrás mientras Kalah me habla, el tigre desaparece con un destello de luz blanca mientras que los otros pájaros se desaparecen con un destello verde.

Estoy confundida. Aún no sé por qué puedo hacer estas cosas, no sé de dónde sale todo esto de mí, no sé por qué me siento bien con esto, aunque no puedo negar que me gusta. Poco a poco se va escuchando el bullicio del pueblo, música de tambores y risas alegres. Un gran arco de madera con enredaderas y flores sostiene un símbolo que al verlo me hace quedar pasmada en el sitio. El hexaedro parece flotar con un resplandor verde dentro y fuera de él, es como si tuviera vida propia.

 El hexaedro parece flotar con un resplandor verde dentro y fuera de él, es como si tuviera vida propia

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

*****
Lo prometido es deuda así que aquí está el capítulo. Espero les guste y gracias por leerme!!

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jun 15, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

El Despertar.Where stories live. Discover now