Un cuerpo y una voz| MeruemxKomugi (EDITANDO)

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"Es la excitación que hace recargar, la energía que mi cuerpo ya perdió; debes tratarme con amabilidad solo así podrás verme siguiéndote" — Fushigi Yugi.

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• Hasta que apagues tu sed•

— Ja-am-as dije eso ... a-Señor. — Ella tragó en seco. — Nunca reclamaría tal cosa.

Ella negó con la cabeza tratando de inclinarse hacia atrás.

—Según tu convicción es así. — Le dijo serio. — Ya que sabemos que no te ganaré jamás entonces queda más que claro que mi vida te pertenece.

— ¿M-majestad... esto es una trampa?

— ¿Dudas de mi palabra? — La interrumpió de inmediato.

— ¡No! ¡Jamás!

— ¿Entonces? No reclames, soy tuyo y fin de la discusión.

— Es que ... yo no tengo derecho ahhh...

— ¡KOMUGI!!— alzó la voz. — YO SOY TUYO ¿Vas a despreciarme?

— ¡NO Señor!

— ¿No te gusto?

— ¿Gu-gustar??— A ella le hizo eco por unos segundos estas palabras pero siguió actuando natural puesto que no quería "malinterpretar" las cosas.

— Entonces pídeme lo que quieras y lo haré.

— ¿Lo que yo quiera?

— Si sea lo que sea que me pidas, lo haré. — Él se acercó a ella.

— Ahh me conformo con jugar u...

— Otra cosa que no sea el juego.

— Solo sirvo para el juego y...

— ¿Y? —continuó acercándose a ella . — Dime, no te contengas. ¿Qué es lo que más deseas en el mundo??

— No creo que pueda ... dármelo... —susurró.

— ¿Que es?

— Es como tener sed, jamás se acaba por más agua que tome y en mi caso jamás lo tendré.— comentó triste haciendo que el rey se conmovió.

— Yo haré todo lo posible por complacerte, solo dime lo que deseas. — Insistió Meruem impaciente.

— No es importante yo...

— Komugi imagina que YO tengo el poder de ... — Ella alzó el rostro sin rumbo y él no pudo resistir acariciar una de sus mejillas. — De darte todo lo que desees hasta que apagues esa sed. Solo tienes que decirlo.

Meruem puso por completo su mano en el rostro de ella y la chica al sentir tal cercanía no pudo evitar dejar escapar su suspiros para dejarla sin aliento. Él miró sus labios entre abiertos y temblorosos, sintió una fuerte necesidad de probarlos pero sólo se limitó a pasar su dedo pulgar por ahí de pronto un moqueo en reversa y un cristalino líquido que caía sobre su dedo desvió la mirada del rey de sus labios y los llevó a los ojos de la chica.

Ella comenzaba a derramar lágrimas, en silencio totalmente tiesa se notaba que quería pestañas pero no lo hacía, el rey hormiga se sintió confundido ¿Por qué lloraba?