En uno de los laterales había una escalera que alcanzaba perfectamente la parte superior de las librerías. Decidió ir a por ella. Observó a sus costados viendo a sus compañeros tomando los libros sin problemas, esto lo alentó a hacerlo también.
Temblando comenzó a subir la escalera viendo dónde pisaba para no caer. Hasta que llegó al topé, allí aún temblando agarro el libro de astrología y miró hacia abajo por simple impulso. Grave error.
Sintió como su cuerpo se tambaleó y torpemente intentó alcanzar la escalera para poder asegurarse, fallando en el intento. Su cuerpo se fue para atrás cayendo al piso fuertemente quedando inconsciente.
Desde ahí solo recuerda despertar en una sala de hospital y encontrar a su madre a un lado preocupada.
•••
El castaño estaba perdido, no quería volver a mirar abajo porque seguramente se desmayaria. Si la gente lo viera reiría a carcajadas al verlo en esa situación. Y no iba a mentir, a el tambien le parecia ridiculo que le aterrorizara esa altura que media menos de un metro.
Decidió solo sentarse con los ojos cerrados esperando alguna salvación. Hasta que escucho a alguien golpear la puerta.
— Amor, ya llegue — La voz del mayor se escuchó detrás de la puerta de entrada.
Pero el castaño no respondió.
— Amor? — Jean alzó un poco la voz.
Libardo siempre le abría al pelinegro cuando llegaba, si esto no ocurría podría significar 3 cosas.
1: Libardo se había quedado dormido.
2: Libardo estaba en el baño.
3: Ocurrió algo grave.
Habían decidido que siempre le abriera el uno al otro la puerta para saber de inmediato si ocurría algo. Hasta habían inventado un código con los golpes en la puerta.
"3 toques con una pausa de 5 segundos entre cada toque"
Esa era la clave.
El castaño sintió su teléfono vibrar en la mesa del comedor y supo casi de inmediato que Jean le había mandado un mensaje. Lástima que no podía alcanzarlo.
Si Libardo le gritaba al pelinegro era probable que esté no lo escuchará ya que las paredes eran bastante gruesas y el sonido era casi inaudible para las personas de afuera.
Jean por otro lado empezó a preocuparse. Si su novio estuviera en el baño era más que seguro que escucharía su mensaje ya que el castaño tenia el sonido de las notificaciones al cien.
Decidió llamarlo por si estaba dormido. Libardo se levantaba con el sonido de una llamada. Pero no respondió.
La desesperación comenzó a subir por su cuerpo buscando las llaves de emergencia para abrir la puerta.
Cuando por fin estaba dentro recorrió todas las habitaciones encontrandolas vacías. Agarro su cabello con miedo.
— JEAN! — Grito el menor.
El pelinegro salto de su lugar casi cayéndose llegando a la cocina encontrándose con su pequeño novio encima de una mesa.
— Libardo! Dios mío que paso!? Estás bien?!! — Jean sentía su pecho subir y bajar, su corazón latía a mil.
Libardo lo miró con sus mejillas empapadas
— Si, es solo que...yo quería coger los jugos encima de la nevera p-pero — Se reclamó a si mismo por tropezarce con sus propias palabras. — Cuando decidí bajar el piso estaba muy lejos y...yo, tenía miedo de caer como aquella vez.
Cerro sus ojos con fuerza esperando a que el mayor lo regañara o se riera de el. Pero solo sintió como unos brazos lo envolvían y como de pronto su cuerpo comenzaba a calmarse.
— Joder cariño. Lo siento mucho.
Libardo sintió su pecho oprimirse y su corazón empezar a latir más rápido, pero no por miedo.
— No debí haber dejado los jugos allí pero, no quería que te enfermaras...
El menor se sintió culpable. Había hecho preocuparse a su novio por una tontería, solo por unos estúpidos jugos.
— No! Discúlpame tu a mi, yo no debí agarrar esos jugos. Me comporte como un niño inmaduro.
Libardo tiro los jugos de limón hacia algún lugar y atrapó los labios del pelinegro envolviéndolos con los suyos en un dulce beso.
Jean agarro la cintura del castaño atrayendolo aun más hacia su cuerpo. No queriendo separarse de él y poniéndose entremedio de las piernas del menor que estaba sobre el mueble.
Se separaron aún sin quererlo.
— No quiero volver a ver esos jugos de limón nunca más — Habló el menor.
Y Jean solo sonrió mordiéndose el labio inferior besando a su pequeño y adorable novio en la frente con ternura.
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TINY | Liean 'one shot'
FanfictionLibardo quería sus jugos de limón, pero no los alcanzaba.
