Capítulo 4

6 2 0
                                    


Después de ese día Taehyung procuró pasar desapercibido. Recibía uno que otro insulto pero el podía lidiar con eso, a final de cuentas, sólo eran palabras sin sentido.

Durante todo ese tiempo no volvió a cruzar palabra con la chica que lo desató aquella vez, aún así, lo que ella había dicho dolió más que todo lo que le habían hecho durante el periodo escolar. Intentaba ocultarlo pero el porqué esas palabras le dolieron tanto era muy claro.

Ella dijo la verdad, y no hay nada que duela más que la verdad. No importó el esfuerzo que hicieron sus padres para hacerle ver que el era perfecto, tal y como era, Taehyung simplemente no se aceptaba. Sus complejos eran más grande que su amor propio. Y el hecho de vivir en una sociedad tan rígida y estandarizada, sólo hacía que se sintiera ansioso y presionado para ser perfecto.

"Nadie es perfecto"

Recuerdo que en algún punto de mi vida esa frase se volvió muy repetitiva. No sabría decir si fue mi familia que la utilizó para consolarme o fui yo quien la uso para no quedarme estancado en lo que pudo haber sido y no fue.

Cuando tienes una mentalidad débil como la tengo yo, es fácil caer en depresión y aunque suene estúpido, el único método que encontré para sentirme mejor conmigo mismo fue mudarme a otra ciudad y teñirme el pelo. Muy infantil, lo sé, pero en ese momento me pareció lo más lógico.

Mi padre consiguió que lo trasladarán a Daegu, empezariamos de nuevo. Aunque llegue a pensar que no tomarían en cuenta los sentimientos de un niño de doce años, por alguna razón, que intuía cual era, me apoyaron en la desicion un tanto egoísta que tomé.

Sólo me pidieron que terminará el periodo escolar para no tener que hacer tanto papeleo y pudiera despedirme de mis compañeros. Ellos no se tomaron de buena manera que su juguete dejará la escuela, así que decidieron realizar una gran despedida para mi. Ese día se hizo eterno.

Ya tenía claro que ellos no me iban a aceptar nunca, pero no tenían el derecho de humillarme como lo hicieron. Por Dios, sólo era un chico de doce años, que no sabía cómo sentirse respecto así mismo y que luchaba cada día para no caer en lo que muchos llamaban depresión, pero que en realidad era un monstruo que te envenenaba el alma hasta desaparecer esa luz que nos hace ser quienes somos.

Ese día cuando llegue a la casa, mi madre lloró al verme y yo igual lo hice. Me sentía mal por echarle la culpa a ella de lo que me estaba pasando, me sentía como un mal hijo al desear que no me hubiera concebido, cuando ella se ha desvivido por darme todo el amor que no encuentro en mi. Lloré por lo sólo que me sentía en un mundo lleno de personas, lloré por las miradas de desprecio que las personas me lanzaban sin pensar en cómo eso influiria en mi autoestima, por la indiferencia, por como me hacían a un lado. Lloré porque no sabía explicar que era ese sentimiento tan oscuro que iba creciendo en mi. Lo hice hasta que mi garganta dolió.

-Ma..má.- Mi voz estaba inestable, pero aún así hice un esfuerzo para que pudiera entender lo que le iba a decir.-Ya no puedo más.- dije entre todo ese mar de lágrima. Todas las piezas que había logrado sostener en mi corta existencia, se hicieron añicos. Estaba tan dañado y tan roto. El llanto regreso de nuevo, con más intensidad y más desgarrador. Si esto era lo que tenía destinado a vivir con tan sólo doce años, no quería imaginar lo que vendría después.

-¿Quién te hizo esto?- logré escuchar que mi mamá preguntaba antes de que todo mi entorno se volviera negro. Toda esa oscuridad se sintió más acogedora que mi realidad.

"Al final no pude."

************************************

Hasta aquí el capítulo...

Espero que hayan disfrutado la lectura, hasta el próximo capítulo.

Byu~~🤗

Perdonen por cualquier error ortográfico.

El chico del cabello rojo Where stories live. Discover now