𓂃﹟𝐎𝟏 ꧇ damn dishes ✰

Start from the beginning
                                    

     Dos de las criadas se acercaron rápidamente, retirando uno que otro plato en silencio.

     ─ Tráeme un vaso de jugo de naranja con tres cubitos de hielo ─ Sana se cruzó de piernas, sin prestar atención a la comida que se encontraba en su frente ─ Pero rápido, porque me duele la garganta.

     La anciana asintió de inmediato, moviéndose seguramente hacia la cocina.

     ─ ¿Y cómo están los negocios por Boston, hay mucha aceptación?

     Yuta no movió su mirada de su plato, sólo continuó absorbiendo los fideos por sus labios de forma brusca, y poniendo algo de ensalada en su plato. Le valía mierda la aceptación que los negocios tengan en Boston, pero no podía escupirlo de esa manera.

     ─ Claro, hay aceptación por todas partes...

      ─ Lo sé, pero no sé si será bueno arriesgar mucho dinero ahí. Tendría que analizarlo mejor en la próxima reunión ─ su padre interrumpió, bebiendo un tanto de su copa ─ Sí, definitivamente, tengo que empezar a esparcirme y Boston es una buena idea...

       ‹sí, mierda›.

      Mientras a él no le falte dinero, su familia podía construir todas las putas empresas que quiera y restregarse en ellas también. Tenía ganas de salir de esa casa, subirse en su deportivo, largarse al pub más cercano y mandar todo este numerito barato de cena familiar muy al diablo. Pero tenía que tolerarlo, además, sus padres no tardarían en hacerse humo al día siguiente y volar en avión a algún otro país, dejándolo libre en casa. El sólo sentir la libertad de nuevo, le hizo exhalar de golpe, mientras se vertía todo el vino en los labios.

        ‹puto vino, no tenía ni una gota de alcohol ¿de dónde coño lo habían sacado?›

     ─ Nakamoto Yuta, no bebas tan rápido.

      El hombre mayor lo reprendió, ahora enviándole una mirada severa.

     Sin embargo, Yuta solo atinó a jugar con la copa entre sus manos, logrando divisar su propio reflejo en el cristal: su camiseta blanca, sus vaqueros negros y su cabello desordenado por el viaje. Menuda mierda estaba hecho, aunque seguramente a muchas las pondría calientes el verlo de esa manera.

     ─ ¿A qué horas piensa traerme el jugo? ¿No lo va a traer nunca?

     El mujeriego muchacho colocó los ojos en blanco, volviendo su cabeza hacia la cocina. Sus ojos negros se movieron desinteresados y estuvieron al borde de regresar a su plato cuando algo en la cocina captó rápidamente su atención, logrando hacer que se relamiera los labios. ‹¿estaba viendo bien? ¿ese maldito culo que tenía frente a sus ojos le pertenecía a alguien en su casa?› Sus labios se humedecieron con su lengua nuevamente, mientras no quería perderse ningún movimiento de ese bien proporcionado trasero. ‹vaya, vaya, ¿había alguna invitada no presentada en la casa o su visión se había vuelto pornográfica y estaba alucinando culos perfectos? no, definitivamente, era real›. Su oscura y lasciva mirada descendió hasta sus piernas, maldiciendo a quién quiera que sea esa mujer por estar usando un pantalón negro largo hasta los pies. Se mordió el labio con inquietud, enviando a la mierda a las escaleras, pues se interponían en su visión, evitándole ver de la cintura hacia arriba. ‹pero bueno, al menos, le daba acceso a la mejor parte, ¿verdad?› Se imaginó colocando sus manos sobre ese trasero, aunque su imaginación se fue al bote cuando observó cómo "La dueña del buen culo" se acercaba hacia ellos repentinamente.

     ‹oh mierda›

      La diversión había realmente llegado cuando menos lo esperaba.

passionate innocence  ֶָ  yumarkWhere stories live. Discover now