La mano de Jaemin pasó por la corpulencia del chico, llegando a su hombría, realmente era grande, era obvio al tratarse de un extranjero occidental. Sin dejar de besarse, continuó con sus masajes pero esta vez hacia arriba, a veces presionaba fuerte y hacía foco en la cabeza. Cuando se separaron, sus respiraciones estaban sincronizadas y sin apartar su vista, Jaemin quiso su jugar un poco con él, quizás esto le generaba más visitas, que era lo que quería lograr.

Pero sorpresivamente algo ocurrió y no debía ocurrir.

El chico se vino por debajo de sus boxers.

El rostro de Jaemin cambió por completo al igual que su aura e inclusive se salió de su papel protagónico, estaba totalmente mojado y ni siquiera había hecho algo groso como para ameritarlo. El director se percató de esto y cortó la grabación de inmediato.

— ¿Qué mierda te pasó? ¿No soportaste a tiempo?

No manejaba mucho el inglés pero a veces funcionaba cuando quería. Luego de susurrar aquello en frente del chico, se deslizó por la cama para tomar la bata que le alcanzó Karina y volver a relajarse en su asiento frente al espejo enorme.

Había sido una perdida de tiempo, pensaba. Para el colmo, el presupuesto que le había brindado su agencia era para una sola toma, sino tendría que salir el triple de caro ya que alquilaban el lugar y se encontraba a las fueras de Seúl. El traslado era otro gasto más, a pesar de que tenía coche, el combustible le dolía bastante, cuidaba su economía después de todo. Mientras se quitaba el maquillaje y notando que no había hecho nada de esfuerzo como las últimas veces, Karina se acercó a él.

— Quien diría que tu primera vez con un extranjero fuera desastrosa.

— Ni me lo digas, los pitos cortos de Seúl dan más aguante que unos veinte centímetros de pura pena.

Esos comentarios no eran alabados por nadie dentro de la industria, no podías opinar nada al respecto del otro ni mucho menos cuando compartías un set de grabación. Para controlar tales comentarios, cada actor posee un asesor de imagen, legal, entre otras cosas. Por suerte Karina era especialista en todos los ámbitos, pero su confianza con Jaemin era más ya que nunca lo corregía en privado, ambos rompían las reglas juntos, sin que los demás supieran. Entre risas, mientras uno se quitaba el poco maquillaje que le quedaba hasta terminar por ponerse la ropa cómoda que había llevado y la otra empacara todas sus pertenencias, los demás hablaban con el chico con un pésimo inglés, vaya saber sobre qué, tanto Jaemin como Karina se despidieron con un saludo en general y abandonaron el set.

Por lo general, todos debían salir juntos y a veces iban a bares a beber, para entrar en más confianza y hablar sobre los próximos videos a grabar, pero Jaemin puso mala cara, haciendo saber al resto del equipo que no estaba en sus buenas.

— ¿Quieres ir a casa? Mañana no me toca grabar después de todo.

Preguntó desde el asiento de conductor, viendo como Karina se subía y se sentaba al lado de él luego de acomodar las pertenencias en los asientos de atrás.

— Genial, no hay drama...

Inmutó pacifista, teniendo la mirada en su celular, mientras que ambos se ponían el cinturón de seguridad.

A medida que Jaemin avanzaba, las luces de la ciudad de Seúl se hacían notar más y más, brillantes como siempre, amaba su ciudad, tan hermosa. Había puesto música pero con un volumen moderado, notaba que Karina no sacaba su vista del celular, quizás más tarde le iba a decir que sucedía.

— Es increíble que no haya abierto el correo en estos días, nunca más voy a atrasar las respuestas... Oh.

Aquello último llamó la atención de Jaemin.

— ¿Pasó algo?

— Es que no lo entiendo, ¿Es posible que te hayan invitado a un desfile de modas de...

— ¿Desfile de modas? ¿Y de quién?

— De Ferragamo.

Jaemin abrió tanto sus ojos como su boca, aparcó el coche de manera instantánea sobre una avenida de Seúl. Con sus brazos, sostuvo los hombros pequeños de Karina mientras la sacudía de la emoción.

— ¿A quién le entregaste el alma? ¿Cómo es posible?

— Es que yo tampoco no entiendo, como te conocen si apenas tienes veinte mil seguidores en Instagram y haz hecho solo una sesión de fotos para una marca de boxers no tan reconocida. ¿No será una estafa?

— Eres mi asesora, ese es tu trabajo, no deberías emocionarme si ahora estas dudando.

— Bueno pero entiende que es difícil de creer, esto es lo más grande que te ha pasado.

— En cinco años claro que lo es.

Ambos se rieron por ese chiste tan malo y con doble sentido. Karina no tardó en responder e indicarle que quisiera una cita, presencial en lo posible, con la persona que lo está invitando a Jaemin. El chico estaba ilusionado, era su oportunidad para ganar más fama, dinero, contactos y quien sabe que más cosas, pero sus pensamientos dieron en seco al recordar su actual profesión, esperaba que aquello no jugara en contra suya.






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fuzzy way ;nomin +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora