Sabía que lo que vería no sería lindo, pero nada pudo prepararme para esto.

Hay momentos que parecen estar hechos a propósito para medir tu capacidad de reacción, hechos tan desgraciadamente irónicos que puede provocar gracia ante un rompimiento inminente. Piensas que no puedes caer más y que el fondo está ahí, rozando tus dedos y sin embargo, descubres que un se puede ir mas allá, incluso rozar el tártaro con la planta de los pies y sentir como el ardor te quema por dentro.

Eso siento ahora.

Cuando ante mis ojos solo hay muerte y amenazas, instantánea tras instantánea. Las que me han impactado mas han sido fotos de la disputa en la planta de gas, aquel día que antes parecía lejano en mi memoria y ahora es como si de repente fuera lanzada de nuevo a él. Soldados humanos muertos como cascaras vacías debido a la niebla, muertes que yo ocasioné, miembros del clan de Arion, muertos, torturados y...

No...

Me negaba a creerlo.

La presión tras mis ojos crecía mientras me ahogaba con mi propia respiración.

—Ella tenía una vida, una familia, un chico que daba su vida por verla feliz —contengo un sollozo que amenaza con romper mi control sobre mi misma.

—También tu ¿no? Ambas eligieron, lástima que su elección la haya llevado a la muerte.

—No lo merecía —murmuro—. ¡Val no merecía esto!

Siento que las paredes de hacen mas pequeñas, el sujeto frente a mi sigue mostrando fotos que, conforme aparecen una a una, me van dejando sin aire como si de un golpe en el estomago se tratase, ahí están todos ellos. Kate, Becca, mi madre, hay fotos de ellas llegando a Atenas y también de mamá partiendo sola. También había del abuelo repartiendo folletos y pegándolos en todas partes, las lágrimas caen y me queman el rostro, cada foto se convierte en un golpe seco a mi cordura y autocontrol.

—¿Por qué? ¿Por qué muestras esto? ¿Ese es tu medio de convencimiento?  ¿Tu forma de hacerme confiar? Eres un cabrón si eso es así.

Quiero lanzarme contra él y descargar mi furia.

—Yo no quería esto, Anabelle. Estoy aquí para explotar todo tu potencial, no mas experimentos o encierro —continua con calma, ignorando mi insulto—. A partir de hoy seré el único encargado de tu monitoreo y avance, ese es mi verdadero propósito, no voy a infringirte dolor. Voy prepararte...hasta que llegue el momento de presentarte ante la reina.

Me quedé de piedra, por meses pensé que solo estaba aquí para ser usada como un objeto de estudio, que no volvería a ver la luz del sol y sola saldría de este lugar muerta.

Mis ojos se encontraron con los de aquel chico rubio, había algo en él, es por eso que no había podido sostenerle la mirada. Al hacerlo me era inevitable no recordar a alguien mas, no solo físicamente. Ellos compartían la misma energía, esa que irradiaba poder, frialdad y crudeza, pero que en realidad escondía una humanidad innegable. 

Él estaba siendo sincero y aunque no quisiese aceptarlo yo lo sabía. 

No habría mas oportunidades, esto era lo que mas se acercaba a una esperanza de salir de este lugar.

De alguna forma tuvo que darse cuenta de lo que estaba ocurriendo en mi cabeza justo en ese momento porque su postura cambio, ya no estaba tenso, sino aliviado. Supuse también que estaba al tanto de mi respuesta mucho antes de que saliera de mi boca, el intento por esconder una media sonrisa le quedo fatal.

—Muy bien, desconocido. Supongo que no tengo mejor opción.

Esta vez no ocultó su sonrisa, una que yo no correspondí, tenía mucho que pensar e idear.

Cold Blood✅ [Libro 2]Where stories live. Discover now