—Kate...—comenzó a decir Chloé—. ¿Cómo está Dan?

Fruncí el ceño y me di la vuelta para ver mejor a Chloé. Ella jugaba de manera nerviosa con sus manos y su labio estaba aprisionado entre sus dientes.

—Chris dice que está con su abuela y está bien—respondí intentando tranquilizarla.

—Él no contesta mis llamadas y solo lee mis mensajes—se quejó—. Quiero darle esto, al igual que a ti.

Se puso de pie y se acercó a su bolso, tomó un sobre y caminó con él hasta mí.

En una perfecta caligrafía se leía: Fiesta de compromiso de Chloé y Richard.

— ¿Una invitación para anunciar su compromiso? —pregunté una vez que abrí el sobre.

—Su madre las hizo—se encogió de hombros.

Dejé el sobre en el mueble más cercano y sentí una incomodidad grande formándose entre ambas. Ella se veía infeliz y aterrada de hacer todo esto. Chloé no amaba a Richard, estaba segura de eso y si alguien deseaba casarse y formar una familia de las dos, era ella.

— ¿Por qué te estás casando, Chloé? —pregunté por fin lo que había deseado saber desde el momento en el que me lo dijo.

Ella me observó y sus ojos cafés se volvieron pozos profundos sin nada dentro. Su cara perdió cualquier expresión y su labio fue liberado de la prisión de sus dientes. Su respiración se cortó y humedad se formó en sus ojos.

—Te prometo que cuando se conveniente te lo diré.

— ¿Cuándo será?

—Richard la quiere en noviembre, pero yo le he pedido que sea en diciembre.

— ¿Estás segura de esto?

Chloé no usaba su anillo de compromiso, era un anillo con una piedra algo fea para mi gusto, pero costosa. La familia de Richard amaba presumir su dinero y las propiedades extremadamente lujosas alrededor del mundo, ahora Chloé sería parte de esa familia y como tal debía lucir una piedra digna de ellos.

—No, Kate—respondió—, pero no tengo opción y espero que Dan lo entienda.

—Pero tú quieres a Daniel.

Ella palideció con mis palabras y su expresión fue de sorpresa total. Su nerviosismo aumentó y lo noté en sus manos, que se movieron rápidamente por su regazo.

—Es como un hermano para mí, Kate—intentó convencerme de eso.

—No, no lo es—negué—. Chris lo es, pero no Dan.

Ella abrió y cerró la boca repetidas veces mientras evitaba mi mirada.

—No, yo lo quiero...

—Lo amas y todos los que te conocemos lo sabemos—la interrumpí—. Yo desearía que alguien me viera como tú lo ves a él.

Gruesas lágrimas rodaron por las mejillas de mi mejor amiga y en ese momento supe que sí, ella lo amaba, tanto como su madre amó a su padre y sentí una opresión en el pecho cuando me di cuenta de que era un amor inocente, puro y verdadero, pero ella estaba entregando su vida a Richard.

—Tú tienes a alguien que te ve de la misma forma—murmuró con tristeza.

— ¿Por qué no le dices a Dan? —pregunté animadamente—. Es más, llámalo.

—No, Kate, no me responde.

—Yo lo haré antes de irme a esa cita.

Me levanté y caminé al buró que estaba al lado de mi cama para tomar mi celular. Busqué el número de mi mejor amigo y lo llamé, corrí al lado de Chloé con emoción y lo puse en altavoz.

Spring love (EDITANDO)Where stories live. Discover now