;;- Accidente

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Lo primero que vio después de desmayase fue a Kakyoin con una mirada de preocupación en sus ojos violetas. Jotaro se estaba incorporando después de todo el accidente que acababa de ocurrir, estaba confundido y con una pesadez impresionante en el cuerpo.

- ¿Jotaro? - dijo con nervios el pelirrojo que se había alejado por lo menos un metro lejos de su novio -

- ¿Kakyoin? ¿Qué fue lo que pasó? -

- ¿No lo recuerdas? - al darse cuenta de que con quién hablaba era Jotaro y no el demonio se tranquilizó un poco más no se acercó más bien por alguna razón se alejó un poco más. Los demonios juegan así con la gente y Kakyoin lo sabía -

- Solo recuerdo que llegue y estabas haciendo cosas raras - se le intentó acercar al pelirrojo pero este solo se alejó más -

- ¿Qué tipo de cosas? - interrogó Noriaki aún tratando de descifrar si de verdad habla con su novio o con un demonio -

- No se cómo un ritual o algo así - el comportamiento de su amado estaba empezando a molestar a Jotaro e hizo presente su enojo con su mirada -

- Jotaro, ¿De verdad eres tú? - dijo algo desesperado -

- Si soy yo. No se porque me haces tantas preguntas, me estás confundiendo. Además ¿Qué estabas haciendo? ¿Y qué me sucedió? - Kujo soltó de golpe al suelo, se notaba nervioso por las situación que no se le estaba explicando -

- Jotaro debo contarte algo... - tomo la mano de Jojo mientras temblaba y sudaba frío -

Kakyoin le contó sobre su a familia y de el ritual que estaba haciendo, le explicó que estaba ayudando a sus padres con un trabajo, que no esperaba a que regresará tan rápido y que lo sorprendió, entonces por los nervios de la presencia de Jotaro un demonio lo había aposentado.

- Espera... Estás diciendo ¿Qué tengo un demonio dentro? - dijo con sorpresa el de gorra que aún no se lo creía -

- Si, la verdad no sé que demonio entró en ti, y que tan peligroso es - Kakyoin pellizcaba sus mano por el miedo -

- No te preocupes, voy a estar bien... - dijo el más alto tratando de calmar al pelirrojo, aunque los días sabían que estaba mientiendo. Jotaro se levantó del suelo y ayudo a Kakyoin a levantarse - Me siento bien, ni hay de que preocuparse - entonces abrazo a su amado el cual correspondió -

Así transcurrió el día con bastante tranquilidad. Parecía como si nada hubiese pasado.
Todo se veía tan normal que Noriaki llegó a pensar que solo era su imaginación, aunque aún tenía una sensación en las piernas que no lo dejaba tranquilo.

Calló la noche y Jotaro estaba en la cocina preparando la cena mientras que Kakyoin se encontraba en la sala mirando la televisión. 

- ¡Cariño, la cena está lista! - avisó Kujo -

El pelirrojo se dirigió a la cocina entusiasmado, le encantaba que su Jojo le prepare la cena.
Se sentó en la mesa, sobre está habían dos platos hondos, un par de cucharas y dos copas con vino rojo.

- ¿Hiciste sopa? - le pregunto sonriente -

- Si - respondió el de gorra que aún estaba haciendo cosas en la estufa por lo cual le daba la espalda a Noriaki -

En la espera de Kakyoin por comida decidió darle un trago a su copa.
Sabía raro el vino, sabía como... Sabía como... Como... A sangre. Su mirada transmitía miedo, se le fue la voz, sus piernas le temblaban así como sus manos; dejo la copa en la mesa y miro a Jotaro.

- J-Jojo... - dijo en voz baja -

- ¿Si? -

- ¿De dónde sacaste este vino? -

- ¿Por qué? - Kujo se volteo para mirar a su amado -

- Porque... - sonrió, tal vez pensó que eso calmaría a Jojo -

Jotaro se le acercó violentamente y se posicionó detrás de Kakyoin.

- ¿No te gusto el vino? - dijo amenazante -

- No es eso... Solo que... Sabía algo extraño... Jeje... - aún sonreía ingenuo -

- ¿A que sabía? - Jotaro se movió al lado izquierdo de Kakyoin, lo tomo del rostro obligando a verlo a los ojos. Esos ojos ya no eran de su amado, pensó Noriaki. Eran los ojos de un demonio con sed de sangre, capaces de transmitir un miedo monumental. Kakyoin estaba congelado - ¡¿A qué sabía?! - exclamó Kujo que enterró sus uñas la cara de su víctima casi apunto de hacerlo sangrar  -

- Kakyoin salió del trance - A sangre sabía a sangre... ¡¿De dónde la sacaste!? - tomo con fuerza la mano de Jotaro pero este no lo soltó lo único que consiguió fue que lo hiciera sangrar del rostro - ¡Ahg! -

¿Cómo salir de una situación así? Obvio, usar lo que tienes a la mano.
Como pudo, el pelirrojo tomo la cuchara y la clavo en la mano que Jotaro tenía en la mesa. Aunque las cucharas parezcan inocentes, si las unas bien hasta le puedes sacar un ojo a alguien.

- ¡Ah! - se quejo Jotaro soltando a Noriaki, el pelirrojo lo empujó y corrió hacia su habitación lo más rápido que pudo. Pero Kujo no se quedó atrás, claramente lo siguió y cuando llegó se topo con la puesta del cuarto cerrada y bajo llave - Kakyoin~ Abreme~ No voy a hacerte daño. Hay que cenar juntos - y comenzó a forzar la cerradura de la puerta -

Kakyoin lo que hizo fue abrir la ventana la cual daba al patio trasero, tomar su libreta de hechizos y esconderse debajo de la cama. Empezó a hojear el cuaderno tratando de encontrar algo que lo ayudara.
En eso la puerta es bruscamente abierta por Kujo y la habitación queda en silencio.
Noriaki trato de no hacer ruido con su respiración, desde su lugar veía los pies de Jotaro rondando de aquí para allá de manera impaciente.

- Kakyoin~ ¿Dónde estás? - el pelinegro al ver la ventana abierta supuso que había escapado por el patio trasero. Pero no le constaba, su novio era inteligente, así que podía ser una trampa. Decidió revisar la habitación primero. Abrió el armario y nada lo único que quedaba era debajo de la cama. -

Kakyoin sabía que iba a buscar debajo de la cama. ¿Y ahora? ¿Qué debe hacer? Estaba acorralado. Entonces lo vio, una cobija debajo de la cama, no importaba el color, en la oscuridad no importan los colores. Se pegó lo más que pudo a la pared y se puso la manta encima.
Jotaro se asomo para revisar por debajo de la cama y no vio nada. Se levantó.

- Mmm... No está aquí -

Noriaki escucho como Jojo salió de la habitación, decidió salir de su escondite. La cerradura de la puerta estaba rota aún así la intentaba cerrarla, cuando al fin logro atorarla para que medio cerrará se dió la vuelta y no le gusto lo que vio, ahí estaba Jotaro que estaba en la esquina superior de la cuarto sujetado con manos y piernas, sus ojos rojos y esa mirada sobresalían en la oscuridad.

- Te encontré, cariño~ -

To be continue

Hasta aquí el segundo capítulo de este libro, lo sé me tarde una vida en actualizar, además de que es un cap corto.
¡Lo siento! Xd
Es que los caminos de la vida no soy como pensaba.
Es pero que les haya gustado.
No sé, comenten y denle amor.

A r r i v e d e r c i.

;;- ʜᴇᴄʜɪᴢᴏ ᴇϙᴜɪᴠᴏᴄᴀᴅᴏ Where stories live. Discover now