Solo Es Ciencia/ -Senku X Male Reader (Hanahaki Disease)-

1. El día en que una luz cubrió la tierra

Suspiré y me deslicé contra la pared hasta quedar sentado en el suelo. Senku volteó hacia abajo para verme.

- ¿Por qué tarda tanto?

- Tranquilízate, casi parece que hubiera sido a ti a quien citaron en el árbol.

- Ojalá

Senku me sonrió burlonamente desde su posición recargada en un pilar al lado de la ventana.

- ¿Ojalá? ¿Acaso te gusta Taiju?

- ¡Para nada! ¡No es ni remotamente mi tipo! ¡Y además es un chico!

- ¿Desde cuándo tienes problemas con que sea un chico?

Desvíe la mirada con vergüenza, había olvidado que llevaba una semana fuera del closet, aunque sólo era con Senku, Taiju y Yuzuriha. Me puse de pie y fui al lado de mi amigo para observar el patio.

- Lo siento, es la costumbre

- Pues hay que quitarte esa costumbre...y de paso esta también, urgentemente.

Tiró del cubrebocas oscuro que llevaba puesto desde que salimos del laboratorio y lo soltó, golpeándome con el resorte de este. A Senku no le gusta que use cubrebocas, bufandas o cualquier cosa para ocultar mi marca de nacimiento, pero él no entiende lo vergonzoso que puede llegar a ser a veces ir siempre con esto en mi cara.

- Ugh, le estoy haciendo un favor al mundo al llevar mi cara cubierta

- Dejá de hacerle "favores" al mundo y mejor hazme uno a...

Antes de que Senku pudiera terminar de hablar, varios ruidosos compañeros de clase llegaron cerca de donde estábamos y se pusieron a apostar que respuesta daría Yuzuriha a la declaración de Taiju.
Me acomodé mejor el cubrebocas de tela y le pregunté a Senku qué me estaba diciendo antes de que nos interrumpieran.

- Nada importante, mira, ya llegó el grandulón.

- ¡Cierto! Pero ni siquiera se le acerca, sólo está hablándole de lejitos.

Me incliné un poco más hacia el lado de Senku para intentar ver mejor la expresión de Taiju, pero sin querer mi mano se posó a medias sobre la de mi amigo, quien también estaba recargado en el marco de la ventana.
Ambos intercambiamos miradas nerviosas antes de que yo finalmente reaccionara y retirara mi mano de inmediato.

- Lo siento jaja, me resbalé un poco

Intenté disimular el pánico en mi voz, pero por dentro estaba muriendo.

- No te disculpes, no es como si no nos hubiéramos tomado de la mano antes

- ¡Cierto!

Me dieron ganas de golpearme, como ayudo a Senku con sus experimentos y proyectos desde que éramos pequeños nos hemos agarrado de las manos en varias ocasiones, ya sea para dar apoyo, recibir algo o cosas así. Creo que por los nervios de ver una "escena romántica" lo olvidé.

Observé de reojo a mi amor platónico, miraba atentamente el patio con sus preciosos ojos rojos, un par de mechas gruesas de su cabello blanco con verde le caían frente a la cara, mientras que el resto del cabello lo llevaba peinado literalmente hacía arriba, dividido en varias puntas gruesas como siempre.
Nunca he entendido cómo es que se peina así... y cómo es que se le ve tan bien.

- ¿Mmmh? ¿Qué sucede?

Senku notó que le estaba mirando y volteó a verme, de inmediato me puse a pensar lo más rápido que pude en una excusa, la que fuera.

- La...yo, ehm...¡una luz!

- ¿Eh?¿Una luz?

Señalé tras de él mientras me preguntaba lo mismo internamente, a lo lejos había comenzado a surgir un destello que tal vez se habría podido confundir con un temprano atardecer, de no ser porque comenzaba a expandirse y acercarse rápidamente, además de que era de un verde cegador.

Se parecía mucho una explosión de una bomba cómo las que solían mostrar en películas, aunque era mucho más limpia.
De lo que sí estaba seguro es de que era algo peligroso, así que no pude evitar asustarme mientras todos comenzaban a notar el inquietante resplandor.

- ¡Senku! ¡¿Qué es eso?!

- ¡¿Qué te hace creer que lo sé?!

Algunas estudiantes comenzaron a gritar y no fueron pocos los que echaron a correr.

Me agarré al brazo de Senku por puro reflejo, mi amigo miró rápidamente mi mano aferrada a él antes de voltearme a ver a los ojos.
Puso una expresión entre molesta y preocupada que nunca antes le había visto, para a continuación jalárme contra él y agacharse tras el pilar, envolviéndome en sus brazos sin mucha dificultad ya que soy varios centímetros más pequeño que él.

La ola de luz no tardó mucho en llegar a dónde estábamos, cerré los ojos con fuerza mientras me pegaba más contra el pecho de Senku, al mismo tiempo que sentí que el me abrazaba con algo más de fuerza.

Una sensación extraña invadió mi cuerpo cuando nos encontrábamos en medio de esa semitransparente ola brillante, me costaba un poco respirar y sentía algo de frío, pero la sensación no duró más que unos segundos ya que poco después comenzó a desaparecer lentamente.

Finalmente, cuando me llegó el suave sonido del canto de un pájaro abrí los ojos despacio. Mi vista se sentía como si hubiera estado varias horas fuera en un día de mucho sol y ahora quisiera entrar a mi casa a oscuras, pero no tardó mucho en irse esa no muy grata sensación.

Aflojé mi agarre de la camisa de Senku, tenía los dedos algo entumecidos. La fuerza con la que mi amigo me pegaba a él también disminuyó, me animé a voltearlo a ver cuándo noté que éramos los únicos en esa parte del pasillo.

En cuanto levanté la vista me topé con el rostro de Senku a escasos centímetros del mío, en otra situación me habría avergonzado mucho, pero ahora mismo estaba intentando procesar lo que ocurrió. Y él, bueno, él nunca se había avergonzado (y dudaba que lo hiciera en algún futuro) por tenerme a mí, su amigo, tan cerca.

- Ahh, ¿Estás bien?

- Eso creo, ¿Tú?

- Igual, pero solo por si acaso quédate un momento más así.

Asentí, la mano de Senku acarició distraídamente mi mandíbula, justo donde tenía mi marca, mientras él se asomaba por el pasillo, intentando ver desde aquí si había alguien más allá.
Aproveché y me recargué un poco más en su pecho, después de que se me pasó el miedo me di cuenta de que era una buena oportunidad para abrazar a Senku.

- Parece que no era nada mortal, todos están por la esquina del pasillo, probablemente intentaron correr

Senku hizo seña de querer ponerse de pie, me hice hacia atrás y ese abrazo que compartimos se dió por terminado.