GYMNOPÉDIE

1 0 0
                                    

¿Por qué solo aplica en mí la ley "si amas, deja ir"? ¿El "amor" pone a prueba mi corazón como "dios" a los creyentes?
Estoy cansada. Mis sentimientos son traidores e intensos. Y mi mente apenas me controla. Dentro de todas las cosas que puedo dar, ninguna tan tristemente como con el amor. Siempre hay otra persona, siempre se pierde la conversación, siempre me desprecia. ¿No merezco nada?
¿Por qué todos pueden ser tan egoístas?
¿Por qué tengo que ceder? ¿Porque te amo?
Pues, si te amo, y te hago daño, me desprecias porque no entiendes. No crees que te vaya a a escuchar. A ver. Es que no entiendes. ¿Por qué no nos rendimos a la chispa? Qué miedo tengo de lastimarte. Otros no pueden contener la ira, pero yo ya no puedo contener la desesperanza, la desolación, la inevitable verdad, de que entiendo que no estés listo. Que no entiendas lo que yo estoy aquí para darte.
Y pienso. Nos vamos a arrepentir, porque este era el momento, y nadie me va a amar. Y no vas a ver nunca cuánto quería yo, que te dejaras llevar, y me dijeras cosas, qje te rieras conmigo, com esa risa tuya que sale del estómago y llena los cuartos, que habláramos de lo importante. No, te vas a arrepentir, porque yo habré seguido mi camino, en soledad, intentando completar ese vacío que tanto llenabas con "identidad propia". Maldito individualismo.
Tanta devoción, pudiste ser una puta religión para mí. Pero, nunca seré suficiente ¿verdad?
Estoy condenada a ser una de esas personas que la humanidad desperdicia cuando están vivas y cuando mueren, les hacen alguna película, y terminan siendo amados los actores.
Yo solo quería... Te quería a ti.
Veo dos caminos. El primero, el engaño, convencerme de que no te amo, de que es imposible, de que no pudo ser real incluso cuando pudo, y vivir el resto de mi vida desperdiciándome a mí misma, desperdiciar la existencia de la que he sido dotada, y tantas cosas me permite, terminar amando de a ratos, y nunca ser nada para nadie, sino todos significando algo para mí, mientras siguen sus sueños y amores.

El otro camino, sería terminar de vivir este amor en soledad, sintiendo todo en silencio, mientras vives y creces. Y en algún momento, después de mi muerte, te enterarías de esa triste y hermosa historia, y sufrirías, por no haber visto, por no haber pensado, por dejarlo pasar. Por no haber entendido. Y yo habría simplemente sido todo eso.

Estos dos finales son tan similares, creo que no hay razón para merecer más. Los amores de guerra son más tristes.
Ambos caminos se derivan de todo lo que no quisiste que pasara. Y está bien, si tienes secretos, si tienes un romance loco con un amigo, si simplemente no te gusto. Y está bien que a mí se me rompa el corazón otra vez para que tu puedas vivir tu historia.
Y estoy triste por el hecho de que esté bien, que este desgarre emocional, sea, de alguna manera un acto de amor.
Como los jesuitas que renunciaban a su fe, como un mismo acto de creencia a ella, como un mismo acto de coherencia en pro de su ideal. Ellos pudieron, vivieron el resto de sus vidas en otra nación, con otra lengua, con otra cultura, y sin su fe.
Ellos pudieron.
Y ¿en qué se diferencia la fe del amor? Sino la historia.
Te quiero. Te adoro. Y te podría demostrar todo eso.
Pero no entiendes, y estoy condenada a ser una triste partitura que un día escucharás, o ni siquiera eso.
Por favor no sufras. Pues no honras mi acto. Sino que lo perduras. Por favor. Termina de vivir tu vida, y tal vez, nuestros átomos se juntarán en otro momento. Porque no existe el fin sino solo de los cuerpos. Y dios el mío cómo ama el tuyo.
Es tanto el rechazo, la insuficiencia que siento al ver lo que ha pasado, lo que no ha pasado. Que dudo si en realidad soy alguien, y si en realidad vale la pena seguir por aquí sufriendo.
Se convierte verdaderamente tentadora la propuesta de Caicedo, vivir dignamente hasta los 25. Escribir para que luego leas. Pero terminar de existir aceptándolo, y en poco tiempo dejar ir al dolor de una pérdida patética de algo que no se tuvo pero se anheló como ninguna cosa en la historia de este alma.
Solo quería que pasara, porque te aseguro que habría sido hermoso. Y nos habría cambiado a los dos, y nos habría enseñado. Pero, este era el momento. Y ya nadie me va a forzar a esperar.
Algunas lágrimas y ese hijueputa nudo en la garganta. En serio significas. Y es una lástima que no te hayas podido entregar. Porque siempre la preocupación, era, ¿está cómodo con esto?, ¿En serio le da igual?, ¿ahora si quieres?
No te pases.
Tu sabes lo que pasa.
No más.

Un menor de edad escribiendoWhere stories live. Discover now